España mucho peor que Venezuela. Por Francisco Bendala Ayuso

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La fruta está madura. Y es que llevamos, cuando menos, 45 años –desde el mismo día de aprobación de la Constitución–, sometidos por el Frente Popular redivivo –PSOE, comunistas y separatistas– a su sempiterna estrategia revolucionaria cuyo fin es detentar el poder absoluto e imponer su visión totalitaria de España y del ser humano. Para ello, han seguido los pasos de siempre, los mismos que otros como por ejemplo la Venezuela bolivariana de Chávez y Maduro. No es, por lo tanto, un golpe de Estado, sino un proceso revolucionario, lo que es peor porque, aunque el fin es el mismo, éste es más difícil de combatir toda vez que mientras el golpe es traumático, evidente y por ello puede alertar y provocar una reacción, el proceso revolucionario es paulatino, silente, de forma que destruye toda posibilidad de reacción.

¿Por qué se mantiene en el poder un dictador como Maduro? ¿Por qué lo está consiguiendo el PSOE? Ojo, que Sánchez es sólo la cara del Frente Popular, como lo fue en su momento, adaptados a sus circunstancias, Rodríguez Zapatero y Felipe González, eslabones de una única y misma cadena.

Pues bien, Maduro está y seguirá estando donde está, y Sánchez y el PSOE han llegado a donde han llegado, por lo siguiente:

Detentan prácticamente sin resquicio alguno el control institucional, especialmente el judicial incluido el Tribunal Constitucional; en el caso español han conseguido incluso introducir a una auto declarada marxista como es María Luisa Balaguer; otros también lo son, pero por ahora callan, aunque actúan como tales.
Han conseguido que el Parlamento haya perdido su autoridad, su fuelle, su esencia, casi su necesidad y peor aún que les aprueba cuantas medidas consideren, aún las que más evidentemente nos destruyen y dejan indefensos no sólo como ciudadanos, sino también como nación.
Gobiernan preferentemente por decretos.
Han logrado una férrea unidad y cohesión de sus respectivos soportes políticos (PSOE, Podemos y separatistas de toda ralea), no dejando lugar a la menor disidencia de verdad, ni siquiera a la mínima crítica. No hay fisuras; si aparece alguna es sólo para dar la impresión de que existen, pero son falsas.
Tienen la adhesión de las FFAA y policiales o cuando menos su total inhibición y pasividad; sea por intereses personales, cobardía, falta de patriotismo o por un poco de todo ello a la vez.
Controlan los medios de comunicación a los que han convertido en medios de manipulación y desinformación, en verdadero aparato de agit-prop. Los que se declaran “independientes” o no lo son tanto como dicen o se les deja para dar una apariencia de democracia que les viene que ni pintada. Hay otros verdaderamente libres e independientes, pero son tan minoritarios que nada influyen en la opinión general, tan sólo en muy reducidos grupos sin importancia alguna.
Cuentan con una oposición política adocenada, aburguesada, cobarde, sin principios ni ideales, acomodaticia, desnortada, estulta, torpe, inútil y corrupta, que ni sabe, ni quiere, ni puede plantarles cara.
Por último, cuentan también con una población mayoritariamente acomplejada, ignorante, hedonista, que vive el presente, sin interés nada más que por alimentarse y disfrutar mientras dure el baile, sin horizontes, esclava y también corrompida.

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Hasta aquí, España es como Venezuela, Sánchez como Maduro, el PSOE como el PSUV. Pero hemos dicho en el título de este artículo que España está peor que Venezuela. Pues bien, es verdad.

Y es que mientras a Maduro no se le pasará nunca por la cabeza destruir su propio país, disolverlo o descuartizarlo, al PSOE sí; y a los comunistas y separatistas, también.

Todos los partidos socialistas del mundo, y los comunistas también, ejemplos además del venezolano los de Cuba, Nicaragua, la extinta URSS, los de los países del Este europeo y cualesquiera otros con independencia de continente, cultura y circunstancias diversas, distintas o distantes, jamás han tirado contra la unidad de sus respectivas naciones. El PSOE y los comunistas en España, desde su nacimiento, han tenido y conservan como seña de identidad, y alardean de ello, lograr la desmembración de España, incluso con independencia del momento histórico o del régimen político en vigor. Por eso, porque aquí no se conforman con imponer su totalitarismo, sino que buscan además nuestra destrucción como nación, excitando para ello los separatismos regionales, es por lo que estamos peor que Venezuela. Que para lograr dicho fin cuenten con unas FFAA y una “derecha” cobardes y traidoras a la Patria, como ellos lo son, es lo más triste y penoso, es lo que impide que haya solución; ojalá nos equivoquemos.