De aquellas multitudinarias convocatorias hoy sólo quedan tres, la de Madrid, convocada por el incombustible Movimiento Católico Español, invitando a cuantos quieran sumarse a tan memorable fecha, los últimos años en el Arco del Triunfo; la de Santander que ha decaído absolutamente y la que convoca Gerona Inmortal, con el añadido de hacerlo en tierra hostil. Las tres con un reducidísimo número de personas, que cada año es menor.
¿Qué recuerdan estas convocatorias?
Recuerdan que el 17 de julio de 1936, de madrugada, ante una situación social que se hacía insostenible, el general Emilio Mola, gobernador militar de Pamplona, confirmó, mediante telegramas cifrados, el golpe de Estado contra el Frente Popular.
Muy pocos se percataron que daba comienzo la última Cruzada de Occidente por lo que el Bando Nacional evitó que consiguiera el Bando Rojo, y excepto Franco, que se había iniciado una “rectificación histórica”, cuyo primer acto simbólico fue la sustitución de la bandera tricolor republicana, que había sido utilizada por los sublevados desde el 17 de julio hasta el 15 de agosto, por la rojigualda.
Ahora bien, a tenor del recuerdo de esta fecha que en sí misma lleva implícito lo que significó, comparamos este régimen con el que se implementó tras la Victoria, el 1 de abril de 1939. Y para que esta comparación, que se hurta, pueda ser conocida por las nuevas generaciones de españoles, es necesario imponer la verdadera narrativa de los hechos y acontecimientos que la memoria de las emociones socialista falsifica, aspirando a renovar la comprensión del pasado y hasta borrándolo en la parte que más tienen que ocultar.
Y junto a esto, que ya es importante, hacer comprender que ha llegado el momento de poner freno a la destrucción de la unidad de España, así como advertir que el espacio público, como consecuencia del sistema de partidos, es un campo de batalla en el que la verdad se sustituye por la desinformación, imposibilitando la deliberación y el debate que devienen irrelevantes. ¿Cuánto más podremos resistir?
Propongo que se lea, con las diferencias lógicas que impone el contexto actual, el discurso del Teatro de La Comedia (29-10-1933), comprobarán que quienes lo escucharon con atención, sin prejuicios, por más alejados que estuvieran unos de otros, se pudieron sentir identificados con los valores que todos compartían: la Patria, el Pan y la Justicia.
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Ahora si que toca defenderse del mismo maléfico exterminio que entonces. La historia se repite.
Supongo que estará Vd de acuerdo conmigo Gasco de la Rocha.
Los españoles vivían muy mal en los años 30 del siglo pasado Los terratenientes la iglesia católica y los empresarios explotaban a la clase trabajadora Era horrible Vemos fotos donde había niños desnudos y malnutridos mientras las clases altas vivían muy bien Los españoles tenían derecho a defenderse de los tiranos que les oprimian Y por eso nació el frente popular
Ahora hay una potente clase media Yo mismo soy un obrero especializado y tengo un buen piso en Madrid capital en una zona de clase media Madrid rio y un apartamento en una zona de costa en Castellón y vivo muy bien y es gracias a este sistema democrático de bienestar y libertad