20/09/2024 12:59
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Se sigue alabando la constitución porque según se dice por ahí ha traído la democracia, la libertad y ¿el progreso? (vaya tela) al pueblo español.

La constitución fué hecha por unas Cortes ordinarias pero no constituyentes. Luego ya empezamos mal…

Esta constitución pervierte el concepto de democracia, de libertad e igualdad pues la democracia impulsada desde la constitución es por descontado la que tiene el liberalismo, es decir, la democracia como fundamento de gobierno esa aberración metafísica que dice que el poder lo detentan las mayorías y que simplemente por serlo ya tienen razón y poder suficiente para aprobar cualquier resolución dando igual si es buena o mala para el conjunto de la ‘polis’. Pervierte el concepto de libertad pues la libertad no es un fin en esta vida ya que libertad se tiene ostenta al tener la inteligencia y el libre albedrío concedidos por Dios al hombre, sino un medio que debemos saber utilizar correctamente para ser realmente felices. Y el concepto de igualdad, que no es realmente igualdad de derechos ante la ley en sí mismo (que tampoco se suele cumplir por cierto) sino más bien ‘igualitarismo’ que lo único que pretende es homologar todo incluso a los propios seres humanos cuando somos únicos e irrepetibles.

Esta constitución defiende la Monarquía parlamentaria lo que supone tener un ‘rey’ que reina pero no gobierna, un rey »estatua» al frente del Estado, una corona vacía sin poder alguno pero que bien cobra por ello. Esta ‘Monarquía’ es un verdadero insulto para las personas que nos consideramos monárquicos por vocación y por tradición.

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Esta constitución mantiene y permite el parlamentarismo con una partitocracia que monopoliza toda representación natural política atomizando de paso al pueblo español.
Esta constitución contiene artículos que dicen por un lado que somos una nación y por el otro una nación de naciones cuando eso es totalmente absurdo. Una constitución que acepta y protege esos 17 ‘Estados Nación’ soberanos autonómicos destructores de cualquier representación intermedia, contrapesadora, entre el gobierno del Estado y el pueblo.

Una constitución que debería respetar y velar por la independencia del poder judicial pero vemos que de independiente no tiene nada pues la partitocracia lo controla.

Una constitución que tiene artículos en defensa del derecho a viviendas y trabajos dignos pero que el acceso a la vivienda es cada vez más complicado para el obrero y el nivel de desahucios enorme en este país y los trabajos, pocos y con los cuales cada le cuesta más al español conseguir tener una vida aceptable.

Esta constitución permite leyes con las cuales a la gente se la educa por medio de una ingeniería social nihilista, hedonista para ser unos degenerados incultos además de unos irresponsables para con Dios, con el prójimo y para con su país.

Una constitución que dice proteger la vida pero a la vez permite leyes que persiguen al varón, que busca la destrucción de la familia tradicional, núcleo de cualquier sociedad que pretenda ser demoninada como ‘civilizada’, permitiendo como permite el divorcio, matrimonios entre homosexuales, el aborto o la eutanasia.

Esta constitución liberal, masónica, es decir, atea, se olvida de Dios cuando es el creador y el origen de todas las cosas. Una constitución que hace de España un Estado aconfesional cuando no se puede entender España sin la religión católica, raíz de España y que encima dice proteger todas las religiones cuando no son iguales y sólo hay una verdadera, la católica, atacada impunemente.

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Esta constitución ha traído también el progreso, se dice. ¿Es en serio?. Pues España está arruinada tanto moralmente como económicamente gracias al fermento abonado por esta constitución durante más de cuarenta años, señores. Por favor, dejen de decir más chorradas…

En fin, como he dicho otras veces un día que no se debería volver a celebrar al no haber para mi nada que celebrar.

 

 

Autor

Ivan Guerrero Vasallo
Ivan Guerrero Vasallo
Iván Guerrero Vasallo (Santander,1984) es propietario de la Librería Virtual Iván G. y editor del blog Codex Historicum. Además de estudioso y lector voraz de libros relacionados con la Historia de la Humanidad, es un gran aficionado a la escritura. Escritor y novelista.
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