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Contra los cobardes de la 3ª República que padecemos, es fácil enfrentarse, si las muchas personas católicas y patriotas, lo hacen. Sin embargo; enfrentarse a perjuros, traidores y vividores, es una tarea difícil, cuando después de 322 años, con esa Dinastía francesa y afrancesada, gracias a la cuál perdimos el Imperio, los pueblos allende los mares y océanos e incluso el honor y la dignidad.

Pero con los dos últimos Borbones, no solo hemos perdido todo eso, sino que terminaremos por perder la Patria peninsular e insular, en manos de sus amigos los ROJOS y en las manos de nuestros enemigos: Marruecos, Argelia, Estados Unidos, Francia, Holanda y …….

Una pareja LETAL para con Dios y la Patria

En estos dos últimos reyezuelos, se aúnan y se agrandan todas las tragedias e infidelidades de toda su “Maldita Dinastía”, que hartos los Gabachos, de soportar continuas derrotas, infringidas por aquella España Imperial, que dominaba el mundo, nos inocularon el virus que a corto plazo, nos fue cortando piernas y brazos y a largo plazo será la muerte total.

Franco, fue un gran militar, un perfecto conocedor de las tácticas militares, un vencedor de todos los enemigos de España, figurando en la vanguardia de sus tropas: “El General Invicto”

Franco, fue el mejor gobernante, el mejor político, porque odiaba la política de la miseria moral y se rodeó de grandes patriotas o no, pero de personas siempre dentro de la EXCELENCIA, para llevar a España de la total ruina a la 8ª potencia mundial.

Franco, solo admitía a personas en la Excelencia, no a gandules y personajes mediocres y espurios. Tanto fue así, que escogió a D. Juan de Ávalos, como el escultor del Valle de los Caídos, a sabiendas que era socialista y él mismo, se dijo:

¡Y qué más da que haya sido socialista, no ha matado a nadie, ni tiene las manos llenas de sangre. Sin duda es socialista, pero sé que es el mejor escultor del mundo y por ello, será el encargado de hacer las esculturas que el Templo Católico y maravilloso necesita!

Franco, fue eliminando grandes falangista y requetés, católicos y patriotas, pero él quería avanzar y progresar y para ello, se sirvió de los mejores hombres en cada una de sus ramas y disciplinas, para que fueran Ministros y demostraran su excelencia en los cargos, a los que se les habían asignado.

Franco, hizo un Gabinete ministerial de la Excelencia  y para ello se valió de unos ministros y de un Gobierno de “TECNÓCRATAS”, muchos de ellos procedentes del “OPUS DEI”.

Franco, consiguió gracias a la gran dirección de los mejores directores y especialistas en la materia asignada, conseguir para España, llegar a la 8ª Potencia Mundial. Ser admirada, respetada e incluso temida.

“Llevo treinta años gobernando la nave del Estado, librando a la Nación de los temporales del mundo actual; pero, pese a todo, aquí permanezco, al pie del cañón, con el mismo espíritu de servicio de mis años mozos, empleando todo lo que me quede de vida útil en vuestro servicio. ¿Es mucho exigir el que yo os pida, a mi vez, vuestro respaldo a las leyes que en vuestro exclusivo beneficio y en el de la Nación van a someterse a referéndum?”  F. Franco

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Pero, pero todo eso, toda la eficacia que empleó, con el trabajo de todos los españoles, bien dirigidos por los mejores, lo tiró por la borda, pues su corazón se lo entregó a un “hijo”, al que quiso como propio, para que fuera su sucesor, aunque sabía, que tendría que abrir los brazos, pero perduraría la España; ¡UNA, GRANDE, LIBRE!

Sin embargo, su corazón, le gastó una mala pasada para él, para su imagen, para su historia, para el catolicismo y para España.

Instauró, la monarquía diabólica francesa y afrancesada

Y esa decisión, ha supuesto la destrucción de la Unidad de la Patria y la Patria misma, pues la han llevado a estar amortajada y pendiente de su entierro.

Antes los monarcas, eran “absolutistas” y vestían con la vestimenta de Reyes, ahora ya no lo hacen.

Estos reyes “parlamentarios”, que ya son solo monarcas figurines, en manos de los políticos de turno y de un Congreso y sus decisiones, ya no son absolutistas, pero sin embargo, se han apoderado, se han quedado como JEFES SUPREMOS DE LAS FUERZAS ARMADAS, con el grado de Capitán General, conseguido por llevar una corona, sin haber demostrada NADA DE NADA militarmente, ni saber lo que es una guerra, ni saber el sacrificio que lleva la Carrera Militar, sin saber nada de nada.

Estos acanallados monarcas, con ese injusto título de Jefe Supremo, solo sirve para parar y retener a los militares, que ven la debacle de la Patria y que se ven “castrados”, por este par de Cobardes, Traidores y Republicanistas, a los que sirven solo, para firmar sus diabólicas Leyes y Decretos, para hundir más a la Patria y terminar con ella.

Yo espero, que las Fuerzas Armadas, ante la eminente guerra, con “Marcha Verde, Azul o Rosa”, se impongan a Marruecos y su rey alauita, un tal Mohamed VI, el hermanito pequeño del crápula huido, como así le llamaba y le consideraba y no actúen de la misma forma pasiva, servil y traidora, cuando tuvimos que salir corriendo de nuestra Provincia 52, el Sahara Occidental Español, por mandato del peor reyezuelo de esta atroz Dinastía, un espía de Franco a favor del enemigo, un Cobarde, un Traidor, un miserable delincuente, al que no le van a juzgar los hombres y ponerle frente a un pelotón de ajusticiamiento por ALTA TRAICIÓN A LA PATRIA, sino que lo dejamos a Dios, con el trabajo tan grande que ahora tiene, con tanto Perjuro, Traidor y Criminal, que tiene que juzgar.

¡Ay, mi querido Generalísimo, mi amado Caudillo, tuviste en tu mano, restaurar la justicia y coronar al legítimo Rey de España, tú yerno D. Alfonso, que por si acaso, fue asesinado, para evitar que un día le suplantara como Rey, lo mismo que le pasó a Alfonsito, que con 14 años fue vilmente asesinado en otro “accidente”!

Mi querido Caudillo, si así hubieras actuado, no solo hubieras conseguido justicia para D. Jaime, que fue obligado a renunciar al Trono, por su padre, el crápula de Alfonso XIII y su hermano Juan, que sin haber sido rey, el prepotente de periodista Ansón, le proclamó rey como Juan III.

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Y digo si así hubieras actuado, ahora tendríamos a D. Luis Alfonso de Borbón y Martínez Bordiú,  tú biznieto, un buen Rey, e l mejor y aún siendo Parlamentario, no permitiría la debacle de España y estaría con la Patria y el Ejército.

Con él y con el ejército fiel a un buen Rey católico, familiar, con honor, con lealtad y fidelidad a la Patria, ésta no moriría, pues tanto él como las Fuerzas Armadas, cumplirían su Juramento de defenderla.

Lo tuviste en la mano, pero no lo hiciste y ese sacrificio de una Guerra, transcurridos todos estos años, no sirvió para nada. Muy al contrario, para que los herejes, masones, liberales, comunistas, separatistas, etarras y demás sicarios “bien pagaos”, no tuvieran y disfrutaran de todo el poder.

 ¡VIVA CRISTO REY!

¡VIVA EL LEGÍTIMO REY D. LUIS ALFONSO!

¡ARRIBA ESPAÑA!

Y  mención especial, para algunas personas, en su mayoría grandes Damas, que luchan contra los criminales y sicarios de este Gobierno de la 3ª República impuesta y a pleno funcionamiento.

Se trata hoy de Dª Teresa López (VOX), otra gran mujer que con su valentía dice claramente quiénes son los criminales, que están gracias a los Rojos, a los azules cobardes y traidores y a una diabólica Constitución, que es solo un FOLLETÍN, que no llega ni a ser Panfleto.

 Teresa López (VOX), denuncia a Matute (BILDU)

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.