Pedro Sánchez: Un delincuente todavía en el poder para manipular la Ley desde el BOE

España lo tiene claro: se agarra al poder un criminal que pretende cambiar a su antojo la Ley para salir impune de sus múltiples criminalidades y corrupciones. Sólo engaña a los suyos por las conveniencias derivadas de carecer de conciencia y complacerse en la acostumbrada lid delictiva con un relativismo moral canalla y sectario. Para el resto de España en inmensa mayoría es un sinvergüenza de talla criminal que se agarra al poder para lograr la impunidad después de 7 años de actuaciones delictivas. Disfrazado tras la política, el mafioso Sánchez ha emponzoñado el Estado de derecho y se ha procurado un antídoto pudriendo las entrañas del propio Estado. Sin embargo, como si el plan se hubiese quedado a medio camino, se ha quedado corto en el cálculo de autosuficiencias de su mafia política para chocar de frente contra la Justicia que le recuerda, o al menos así lo pretende, que es un ciudadano sujeto al imperio de la Ley por muy Falcon del que presuma-pagado con nuestros impuestos- o desfalco continuado y compra de voluntades practique para salir ileso de la conjura ultraderechista, ergo, en realidad, acción de los tribunales en persecución del delito; en su caso, masivo.

España se encuentra en la tesitura de mantener inexplicablemente a un criminal que todavía usa su influencia presidencial para manipular las leyes en provecho de su criminalidad que se concentra, salpicando de inmundicia a su familia y toda la bancada socialista en pleno, en La Moncloa. Siendo un ventajista sin escrúpulos, aprovecha la timorata reacción de todo un país que conoce las malas intenciones de una izquierda subvencionada y dispuesta a todo para no soltar la carnaza que sirve el amo; para enredar suciamente en las leyes con el objetivo de legalizar sus hábitos de corrupción y criminalidad, coaccionando y boicoteando la acción de los jueces que, como en todo país civilizado y con garantías constitucionales, investigan y juzgan los sospechosos, así se llamen Perico de los Palotes o Pedro SancHEZ: la mayor basura humana, ya no política, que pudo caer en desgracia a esta España habituada a defenderse de sus enemigos al límite de los instintos de la pura supervivencia. Un instinto superviviente que ya debería estar bullendo siendo conocedora de que un delincuente intenta dirigir corruptamente el destino que ya ha enfangado por generaciones e imponer la impunidad, cuando ha convertido a todo el desgobierno de majaderos y malhechores en la sucursal del crimen organizado desde la secuestrada presidencia.

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El pulso democrático de los ciudadanos de bien es desequilibrado frente al juego sucio de estos delincuentes al descubierto que buscan, desde la influencia del gobierno secuestrado incluso con fraude electoral, manipular las leyes y pasar por buena lo que no deja de ser la acción criminal que caracteriza a toda la manada. La que además se reúne en aquelarre de lujo-pagado con nuestros sacrificados impuestos- para demonizar a quien falleció hace 50 años, después de adquirir con un devenir histórico exigente, ventajas para España de las que jamás podrá presumir la caterva socialcomunista que sigue engañando como si no pasara nada. Se echa en falta la firmeza democrática de los responsables que deberían haber dicho basta y marcar los límites a esta banda que sigue en el poder, cuando ya han sido identificados como ladrones y mafiosos a nivel internacional.

Se echa en falta la decisión que puede derrocar taxativamente a Nicolás Maduro en Venezuela. En España siguen con ventaja los que deberían estar en la picota de la Ley antes de que la cambien a su antojo. Este juego democrático hace tiempo que se ha convertido en una lucha del Bien contra el mal. Un mal llamado Pedro Sánchez.