15/04/2025 08:44

Compañero articulista del periódico digital ÑTV ESPAÑA, con todo mi respeto hacia su pensamiento y tesis, creo que está Vd., infinitamente equivocado. Y le responderé con mis conocimientos al respecto, sin tesis, ni historias inventadas, tan solo con la realidad y los hechos históricos que solo en España se cambian al gusto del listo de turno.

Mire Vd., compañero, después de mi Reina Madre S.A.R. Excelentísima Doña Ysabel La Católica, tuvimos la suerte de tener tanto a su nieto Don Carlos y luego al hijo de este Don Felipe, pues bien, desde el gran rey austero, emprendedor, trabajador, incansable como fue Don Felipe II, qué falleció 13 de septiembre de 1598, España, con los últimos reyes de la dinastía de los Habsburgo y toda la Dinastía de los Borbones, francesa y afrancesada, después de todos estos siglos y la destrucción de una España de reinos que perdió todas sus provincias, NUNCA COLONIAS, por océanos y mares sale una figura emergente que se llama Don Francisco Franco Bahamonde que, en tan solo 36 años, convirtió un país analfabeto, pobre y ruinoso en la 8ª potencia mundial.

¿Curioso no?

Y añade Vd.; “¿Existió algo que podamos llamar “ideología franquista“ en vida de Franco? Pues tengo mis serias dudas. Franco fue fundamentalmente un militar que gobernó como tal. Esto es, fundamentado en unos principios básicos (catolicismo, orden, familia, tradición) y, sobre esos principios, se abrió un ancho margen de actuación que puede moverse en espectros ideológicos diversos. Así Franco pudo tener ministros y colaboradores tradicionalistas, falangistas, democristianos, tecnócratas, integristas religiosos, monárquicos” 

Señor Salas, no sé por qué caminos y tesis va para afirmar y contradecir la figura de Franco, al mismo tiempo.

Mientras la extrema izquierda, la derechona infame y la monarquía, que por gravísimo error, sentó al peor de los Borbones como su sucesor, hemos tenido que soportar mentiras tras mentiras, desprecios, adjetivos de “criminal”, despiadado, acusaciones falsas, ….. y hasta la profanación de su cuerpo, acompañada con un Rito Masónico-Satánico.

Y ahora en este año que empieza lo van a dedicar, con su dinero, el mío y el de todos, para destruir más aún su figura. Mientras Vd., con su ideología y tesis, dice que es una Etapa Pasada.

Con todos mis respectos, señor Salas, hacia su tesis y sus pensamientos, creo que ha estado ausente de España, demasiado tiempo.

Mire Vd. señor Salas, mientras esta jauría de asesinos, abortistas, ladrones, ateos, mediocres y diabólicos hijos de Satanás, van a machacar más aún esa figura católica, buena y que luchó austeramente por sus ciudadanos, durante toda su vida, en lugar de reafirmarse en sus logros, va y con su “tesis”, la quita de un plumazo, como si hubiera que olvidar la Obra ingente que hizo, como dejaron claro los japoneses en su día al decir; “El Milagro Español”, que no era otro que su protagonista principal, en dicha ingente Obra.

Miguel Durán: La receta de Durán para acabar con el chavismo:

El cáncer no se cura con un mero analgésico”

Y sobre esto creo que Vd. está enviando analgésicos contra los infernales provocadores, vengativos y rufianes, que masacran una figura fallecida porque nadie la defiende, con la cruz y la espada, como hacían aquellos curas de los Tercios Viejos Españoles.

Mire Vd., señor Salas, precisamente ahora que todos, una vez más, están contra esa figura emblemática, católica, austera y luchadora por los derechos y el bienestar de todos los españoles, va Vd., y se atreve a decir; “Qué eso es pasado”, como queriendo reivindicar SOLO, a los que le atacan despiadadamente porque lleva 50 años fallecido. ¿Qué curioso, no?

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Cómo Caballero Legionario que fui y seré hasta la muerte, debo dejar clara una realidad, sin tesis y sin pensamientos inadecuados:

1º).- Como militar:

a).- Su aludido personaje no es que fuera un buen militar, tan solo era el mejor y luchó en primera línea de batalla, siempre en la vanguardia, por eso sufrió tantas heridas, una de ellas mortales de necesidad, pero gracias a su enlace hispano-marroquí, salvó la vida. En aquellas duras batallas contra el traidor Abd el-Krim, siendo teniente coronel Don Francisco, recibió un gravísimo tiro en el estómago y el médico militar que iba viendo los miles de heridos y recogiéndolos, al llegar a Franco, este dijo: “Lo siento Franquito, tu herida es muy grave, nada puedo hacer por ti” A lo que su amigo marroquí le dijo cogiendo el fusil; “Ahora mismo atiende a mi teniente coronel, si no quiere que le pegue un tiro” Dicho y hecho, le salvó la vida.

De ahí y de otras muchas heridas salió vivo Don Francisco, por eso los marroquíes decían de él que tenía; “Baraka” La misteriosa bendición mora.

b).- Desde muy joven se hizo cargo de La Legión al sufrir grave herida su fundador Millán-Astray.

c).- Con tan solo 33 años fue General, el más joven jamás ascendido.

d).- Ganó la Guerra de Asturias en 1934, que combatió a propuesta de la II República.

e).- Con sus tácticas militares no solo ganó la Batalla del Ebro, sino que ganó la Guerra de Liberación a favor de la religión, la Unidad de la Patria y fue el único que venció a un comunismo criminal.

e).- Y mil hechos más, pero que necesitaría una enciclopedia y ni tengo tiempo ni el Editor me lo publicaría por su extensión.

2º).- Como Jefe de Estado (nunca político):

a).- Con el Banco de España limpio y con telarañas, cuyo tesoro era la 4ª riqueza más importante del mundo y que fue ROBADA, por esa “democrática” República bolchevique para enriquecer y engrandecer a su amada: “Rusia Patria de todos ellos”. .. Y sin ayuda exterior alguna, salvo alimentos que nos fueron enviados por nuestra amada Evita de la Argentina, hizo frente a la ruina que se cernía sobre una España, sin alimentos, sin dinero y sin ayuda alguna.

b).- Pues bien, con el trabajo de todos los españoles y una perfecta dirección, la convirtió en solo 36 años en la 8ª Potencia.

c).- Pero para ello, tuvo que sacrificar a Falangistas y Requetés, de los Gobiernos e impuso el criterio de los “Tecnócratas”, del Opus Dei. Personajes muy preparados que eran los primeros de sus promociones y aportaban todos sus muchos conocimientos, formando Gobiernos de élite, para llevar a cabo tan ardua Empresa.

d).- ¿Hablamos de los logros, que consiguió?

Necesitaría una Enciclopedia Espasa-Calpe completa, pero solo me limitaré algunos:

.- Electrificó toda España, con la Alta Tensión

.- Construyó más de 500 pantanos y embalses.

.- Creó la verdadera Seguridad Social, con decenas de inmensos Hospitales. Incluso la Ciudad Sanitaria “La Paz”, considerada en la época el mejor Centro sanitario del mundo.

.- Concedió a los trabajadores, día y medio semanal de descanso pagado.

.- Impuso dos Pagas Extras: 18 de Julio, para gastos de vacaciones y Navidad, para que pudieran comprar alimentos navideños extra.

.- Impuso la jornada laboral de 8 horas.

.- Impuso 30 días de vacaciones pagadas.

.- Construyó 500 pueblos, como nuevos asentamientos de familias pobres, a los que proporcionó gratuitamente, una casa digna, un terreno para cultivar, animales de labranza y comida, luz y agua.

.- Y en cada asentamiento construyó Escuelas, para todos los niños.

.- Construyó canales de riego, haciendo de tierra yermas, verdaderos oasis

LEER MÁS:  «¡Soldados! ¡Yo que soy negro, me ofrezco como blanco a los enemigos de España! ¡Adelante!». Artículo de Ferrer Dalmau en ABC

.- Construyó Centrales Hidroeléctricas y Nucleares.

.- Construyó 6 millones de viviendas a precio de coste, para que la gente joven pudieran comprarlas en solo pocos años y formaran una familia.

.- Alfabetizó a jóvenes y mayores que eran analfabetos y no sabían ni estampar su firma.

.- Construyó decenas de Universidades para estudiantes y 21 Universidades Laborales. En 1.955 construyó la mejor Universidad del mundo: Universidad Laboral de Gijón (El mayor y compleja Ciudad académica que con sus innumerables construcciones la hacen la mayor construcción por metros cuadrados de España)

Memoria Universidad Laboral de Gijón 1955 – 2015

Canal Prestosu | Secretos de Asturias: la torre de la Universidad Laboral de Gijón

.- Construyó redes de trenes para llegar a todas las ciudades y pueblos. De hecho, nada más entrar de Presidente Felipe González, se cargó casi 4.000 kilómetros de vías, porque no eran rentables, dejando a cientos de pueblos incomunicados.

.- Se construyó la siderúrgica para todo tipo de industrias.

.- Se hicieron fábricas de automóviles, motos, …

.- Consiguió que España fuera un País con una alta industria independiente, que exportaba a todo el mundo.

.- Hizo la Red de Paradores Nacionales, la mejor y única en el mundo, rescatando palacios, monasterios y conventos de la ruina.

.- Se enfrentó a la bota de Hitler que pisaba al mundo y le negó entrar en la Segunda gran guerra, para evitar que la España en ruina, pereciera. Eso sí, luchó contra el comunismo bolchevique, al que siempre derrotó.

¿Sigo?

Y mientras el criminal pro-etarra de SánchETA, hoy ha empezado una nueva cacería contra ese insigne hombre, que trajo prosperidad y Paz a nuestra Nación, va Vd. señor Salas y dice que:

El Franquismo, una etapa pasada de la Historia de España

Señor Salas, no le conozco apenas, pero su artículo me hace mucho que pensar y dudar.

Reciba un cordial saludo,

Miguel Sánchez

Caballero Legionario

El Franquismo, una etapa pasada de la Historia de España. Por Tomás Salas

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.

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Hakenkreuz

Sr. Sánchez, caballero Legionario y empresario.

Cuando se evalúa una etapa histórica, siempre se comete el error, por parte de historiadores, politólogos, escritores, literatos, economistas, militares, etc., de hacerlo sin considerar lo fundamental: los valores fundamentales en los que se apoyó tal o cual imperio, reino, principado, nación, república, régimen o sistema que prevaleció en esa etapa histórica en concreto. Los valores no son objeto de tratamiento cuando se evalúa un determinado régimen, como el Régimen católico nacional del Generalísimo Francisco Franco. Y esa ausencia de valores es harto sospechosa de encubrir la verdad de la etapa histórica que se considere, al menos para los que creemos que la Verdad es Cristo, que no es algo opinable o relativo, como esos profesionales citados, que han de cumplir con las «leyes» de publicación para que sus trabajos puedan ser publicados en la presente dictadura del relativismo moral, bastante ajena al hacer que no quede nada encubierto que no haya de ser descubierto, al afán por alejarse de la Luz y preferir la oscuridad porque las obras de los hombres son malas, como nos enseña el Señor por medio del apóstol amado san Juan.

En el caso de los cristianos católicos apostólicos, los fieles a la Santa Iglesia Católica Apostólica, la Iglesia que el mismo Jesucristo Nuestro Señor y no otro (Arrio, Nestorio, Lutero, Calvino, etc.) preanunció en la profesión de fe de san Pedro y fundó el día de Pentecostés, los valores cruciales que explican una determinada etapa histórica no son precisamente los materiales o temporales, aunque la mayoría de historiadores sólo estén autorizados a hablar de ellos. Tampoco son los valores políticos o de afán de poder. Ni siquiera los militares, sino los valores que cabría resumir según la máxima: «con Cristo o contra Él». El análisis de hasta qué punto se cumplió en esa etapa histórica los mandatos del Señor y hasta que punto se vulneraron. Empleando este método historiográfico, los hechos históricos adquieren una nueva vertiente totalmente nueva a la que ni siquiera los teólogos católicos y prelados de la Iglesia han querido dar respuesta quien sabe si por pereza, ignorancia o conveniencia (error en todo caso).

Cabría preguntarse, pues, si la España sometida al dominio del Imperio Romano, según cada emperador, fue un dominio del que se pudiera decir «con Cristo» o por el contrario «contra Él». Y lo mismo cabe decir de los diferentes Reinos Visigodos, los primeros Reinos Cristianos sobre la Península, el dominio invasor musulmán, los Reinos de España a partir de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) hasta la pérdida del «absolutismo» tras la muerte de Fernando VII de Borbón (1833), el dominio napoleónico, la etapa llamada «liberal» del siglo XIX, la Regencia, la I República, la Restauración de Cánovas del Castillo y sus sucesivos gobiernos hasta 1923, la «dictablanda» de Miguel Primo de Rivera, la II República, el Régimen católico nacional del Generalísimo Franco y la actual etapa constitucional democrática iniciada en 1978 tras la transición de 1976-1978. Todas estas etapas deben ser evaluadas a la luz del Nuevo Testamento si fueron conforme a Cristo o no. En qué medida se respetaron, propagaron, censuraron, persiguieron o proscribieron los mandatos que Jesucristo Nuestro Señor nos prescribió.
No es lo mismo, por poner un solo ejemplo, el afán evangelizador de Isabel la Católica, incluso fuera de España (norte de África, América, islas del Océano español, el Pacífico, Asia, etc.), que el intento de destruir todo vestigio de la Santa Iglesia Católica Apostólica que se llevó a cabo en España desde la presidencia de la II República en manos del derechista conservador Niceto Alcalá Zamora hasta el izquierdista Manuel Azaña, como todo el mundo que no esté poseído por deficiencia mental o influencia de las drogas o taras mentales diversas puede comprender. Esa es la clave: «con Cristo o contra Él». Y, como al árbol se le conoce por sus frutos, así también se puede juzgar, no por las apariencias, como nos apremia el propio Señor, sino por los hechos, por los frutos. Juzgar, se entiende, a las doctrinas, no a las personas, pues las personas tienen por Juez único a Dios al término de su peregrinar por esta vida. No importa quién es Pedro Sánchez salvo a Dios y a él mismo, sino lo que Pedro Sánchez ha hecho y hace erigiéndose en poderoso de España. Eso, y no otra cosa, es lo que hay que ver a los ojos de los mandatos del Señor, eso es lo que hay que discernir bien.

Si por el contrario nos ceñimos, como suele ser costumbre impuesta a todos los historiadores que quieran publicar, a «legitimidades», «legalidades», «formalidades» y demás «leyes o disposiciones» mundanas al fin y al cabo, puestas solemnemente por escrito, como lo haría el mismo demonio para fingir formalidad, como la Torá de los escribas y fariseos, corremos el peligro de caer en el engaño de satanás haciéndonos un juicio muy erróneo y distante de los hechos.

Si uno lee la Constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas de 1936, elaborada por Stalin en plenas negociaciones económicas, diplomáticas y políticas con los USA de F. D. Roosevelt, su declarado admirador, un presidente rabiosamente izquierdista y comprador masivo de votos con su «new deal», uno puede sacar la vana y embustera conclusión de que la URSS era un país «normal» digno de respeto y hasta admiración por su proyecto social «en favor de los oprimidos de la tierra». Y de ahí colegir que una agresión contra ella era un atentado contra los pobres y oprimidos de la tierra. Precisamente el imperio rojo que proclamaba la violencia masiva y la agresión sin límite moral alguna en toda la tierra para alcanzar el poder de los «proletarios», entiéndase, la dictadura de los comunistas mundial bien mediante una violenta y sangrienta guerra civil revolucionaria, bien mediante el uso como títeres de los partidos de izquierdas «burgueses» democráticos (y también los de derechas por complejo, conveniencia común, negocio o engaño, siempre de modo transitorio) con los que formar un Frente Popular a conveniencia provisional y con terror sobre sus miembros del que luego saldría el poder comunista triunfante sobre todos los otros (como pasó en Rusia con los socialistas revolucionarios y mencheviques), bien mediante el terrorismo o terror rojo, bien mediante la infiltración en todo tipo de instituciones «burguesas» (Iglesia incluida, para hacer daño desde dentro, incluso con escándalos sexuales para dañar la fe), bien mediante la compra de voluntades con recursos robados (ajenos, recaudados apelando a las más «nobles causas de la humanidad» pero con implacable e insaciable afán recaudador y requisador) o bien con un auténtico diluvio de mentiras y desinformación a nivel mundial manteniendo siempre la realidad del comunismo oculto a todos los habitantes del planeta, pues bien sabe el demonio que su mayor triunfo es hacer creer a la humanidad que no hay vida tras la muerte, que no hay infierno, que él mismo no existe y que la Biblia, la católica claro está, y los santos y santas nos mienten todos. La oscuridad es la aliada fundamental del demonio y los suyos. Por eso, el desconocimiento de la verdad de la URSS desde 1917, celosamente oculta incluso hoy por demócratas de todo signo (los conservadores como Eisenhower o Churchill no están nada interesados en que se sepa la verdad de aquel régimen infernal al que ayudaron a extenderse desde entonces hasta hoy, por mucho que finjan combatirlo), repito, la ocultación de la verdad del comunismo, incluso por los propaganderos judíos (¡judíos tenían que ser!) de Hollywood y una maquinaria de propaganda impresionante mediática que ni el mismo infierno superaría, es la principal arma de los hijos de satanás para arrastrar a la humanidad al infierno del mismo modo que la perdición de Eva y Adán vino precedida por la mentira. Es la mentira la que precede al pecado original de la soberbia por pretensión de poder. La mentira es el arma. Y no centrarse en los frutos del árbol es imitar la conducta de nuestros primeros antepasados, esta vez, incurrir en la temida segunda muerte. Por ello, déjese de explicar la historia por «legitimidades», «legalidades», «leyes», dimes, diretes, líderes, programas políticos (que nunca se cumplen, aunque no lo crean los obispos que mandan votar a los fieles católicos. ¡Ay de tí, cuando tengas que explicarle al Señor lo que has enseñado!), etc. Céntrese el análisis en evaluar si tal o cual etapa fue conforme a Cristo o contra Él. Al menos, aún siendo ateo el historiador, no debería costarle reconocer, por ejemplo, y entre otras muchas cosas, que Franco no permitió el divorcio, es decir, fue conforme a la Voluntad del Señor de la indisolubilidad del matrimonio. ¿Qué les cuesta este tipo de análisis?¿Acaso tienen miedo o remordimiento de conciencia? Pues cuidado con la cobardía. La cobardía lleva al infierno (Ap 21, 8). No se puede ser cobarde siempre. Pase una o dos veces, pero no siempre. Así que evalúese la conformidad al NT de una y otra etapa histórica. Eso es lo que cuenta, porque Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida.

Hakenkreuz

Muchas personas, sin ser antifranquistas (es más, incluso simpatizando aparentemente con su régimen católico nacional, parlamentario, pero autoritario), afirman que la etapa histórica de Franco ya hay que olvidarla y mirar hacia delante, que ya es pasado, que no merece la pena analizarla, que agua pasada no mueve molino y que recordar el pasado solo nos puede acarrear divisiones (como si fuera posible enmendar la enemistad que Dios mismo quiso y puso entre la Mujer y la serpiente, entre una estirpe y la otra, como si fuese posible la convivencia «pacífica» entre trigo y cizaña hasta que llegue la siega de los ángeles, entre los Hijos de la Luz y los del Maligno, vamos, como si fuera posible la paz, la «pache» como decía Pío XII con aspavientos y solemnidad grave nada más ser nombrado papa, en marzo de 1939, dejando pasar insensatamente los siguientes cinco meses sin consagrar Rusia al Inmaculado Corazón de María y evitar así la persecución de los suyos, como nos advirtió María Santísima en Fátima), etc.

El pasado, evidentemente, no da de comer a nadie, pero enseña. Por eso la experiencia de la vida es tan importante, para todo, no solo profesionalmente. De hecho, los católicos evocamos continua y personalmente unos hechos históricos trascendentales, hoy tan olvidados y obviados, cuando no denostados, que tienen trascendencia para todos los hombres y mujeres de todas las etapas de la historia en todo lugar del mundo: unos hechos que comienzan con la más asombrosa Revelación de Dios Todopoderoso y Bandadoso Padre Nuestro, que tanto amó a toda la humanidad, que tanto se apiadó de su sufrimiento, de su dolor, de su muerte, de sus padecimientos, de su miseria, todos consecuencia exclusiva de nuestras culpas y pecados, que Dios mismo se hizo Hombre, se encarnó de la Santísima Virgen María, nació humildísimamente en Belén, adorado por grandes de la tierra y por humildes pastores paisanos suyos que vinieron a adorarle, sufrió la pobreza sin tener donde apoyar la cabeza, sufrió la persecución de todos los políticos de su época rabiosos de envidia por su poder de sanar toda dolencia, sufrió el desagradecimiento ante sus incontables milagros de curación, tantos que ni las estrellas del firmamento suman más y continúan produciéndose sin parar hasta el momento, que sufrió increencia, desconfianza, dolor. Y, finalmente, sufrió una amarga Pasión en la que quedó horrorosamente solo ante el sufrimiento, sufrió Muerte de cruz, como si fuera un malhechor, siendo Él la Bondad Infinita, el Amor, y la Misericordia entrañable de un Padre para con todos sus hijos sin excepción y acepción de persona alguna, hombre o mujer, rico o pobre, poderoso o pordiosero, pecador o justo, compatriota o extranjero, de una raza u otra, etc. pues para Dios nada está perdido, para Dios no hay nada imposible si a Dios se recurre con humildad y pretensión sincera. Que agonizó lanzando aquella terrible sentencia «Elí, Elí, lema sabactaní» («Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?») porque sintió el vacío humano del abandono hasta de los suyos (esa espada de dolor nos atraviesa a todos sin excepción si le amamos cual merece, por encima de todo). Que murió santísimamente entregando su Espíritu a Dios Padre y que resucitó entre los muertos como primicia esperanzadora para toda la humanidad de todos los tiempos, por eso el Año de Gracia en el que vivimos lleva su cuño. Que nos prometió la Vida Eterna y nos dejó el regalo inconmensurable de los siete santos sacramentos, entre ellos el que hace presente su Santísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, la Eucaristía, el Pan del Cielo para la Vida Eterna.
Los católicos evocamos la Santísima Vida de Nuestro Señor Jesucristo, unos hechos del pasado que si mueven montañas, que sí curan lo incurable y que sí pueden contra todo mal, incluida la muerte. Y son unos hechos que en cada Eucaristía actualizamos pues el Señor se hace presente sacramentado. El pasado pues, se hace presente porque para Dios no hay presente, pasado ni futuro, sino Eternidad. El mundo pasa, pero la Palabra y los mandatos de Nuestro Señor Jesucristo no pasarán jamás.

Por todo ello, no puede haber un solo católico, en coherencia con su fe, que pueda eludir examinar la realidad, incluidos los hechos históricos, con los ojos de su fe y no con el interés de sus circunstancias personales, profesionales o sociales. No se puede ser «neutral», no se puede eludir la responsabilidad, no se puede eludir el bautismo de fuego, la prueba que determinará si podemos o no ser admitidos a la Vida Eterna, no se puede decir, «bueno, yo con Cristo, pero solo hasta cierto punto ¿eh?». Y si no se está dispuesto a perder la reputación profesional, académica (si se es historiador) y personal (incluso a enfrentarse a parientes por amor a Cristo), si no se está dispuesto a perder riqueza, poder y prebendas, si no se está dispuesto a ser mártir por amor a Cristo, incluso dando la vida por Él, que uno se quite inmediatamente el disfraz de «católico» y que someta a discernimiento seriamente su fe y su fidelidad. Y un católico no puede eludir encarar la verdad, por muy dura que ésta sea, pues tarde o temprano, no habrá nada encubierto que no sea descubierto.

Los hechos del pasado han de discernirse a la luz de la Palabra revelada y de los mandamientos de Dios, pues en caso contrario incurriríamos en irresponsabilidad repitiendo errores. No se trata de intereses económicos o políticos (electorales). La Caridad cristiana, virtud teologal fundamental sin la cual la salvación del alma es imposible, exige desinterés, donación, entrega, verdad, sinceridad, exclusión de la mentira y el engaño, nobleza y no hipocresía, valentía y no cobardía. Por eso, el argumento de eludir el pasado «para evitar confrontación» o porque no interesa al negocio o al ideal político, no puede ser más vano y falaz, un mero parche para ir tirando, un disfraz de honestidad. Es necesario que todo el mundo se pronuncie: «con Cristo o contra Él». Basta ya de disfraces y de máscaras. Que llegue la hora de la verdad, para ver quién es quién. De hecho, hay que ver ese pasado, no con los ojos de los historiadores y demás profesionales, ateos o vanos «creyentes» según el mundo y sus doctrinas políticas, pues de otro modo no podrían publicar, sino con los ojos con los que el Señor nos enseñó a ver, pues de otro modo, no habrá conversión de los corazones. Hay que enjuiciar el pasado conforme a la Santísima Voluntad de Dios revelada en el NT, no conforme a criterios materialistas en exclusiva: económicos, políticos, legales o de derecho, militares, diplomáticos, ideológicos, circunstanciales, etc. Y lo que es válido para España, lo es para cualquier otra nación o civilización o etapa histórica.

Afirmar que una democracia es conforme a Dios y una dictadura contraria a Dios es un anatema, diga lo que diga cualquier prelado. Los hechos no mienten.
¿Cómo que la democracia trae la libertad?
¿No es la democracia una dictadura de las mayorías, como las que exigió Poncio Pilatos?
¿Habremos de cambiar los Evangelios y afirmar «conoceréis la democracia, y la democracia os hará libres» solo porque unos falsos profetas arrastran a masas aparentemente enfrentadas unas con otras al grito de «libertad» tanto los unos como los otros, cuando no se ve más que esclavitud por todos lados, la esclavitud del engaño, la manipulación y la mentira?
¿No estaremos sometidos al imperio de la mentira y de la idolatría de la mentira en este régimen democrático tan idolatrado por los que viven de él, de momento?
¿Cómo que «la soberanía reside en el pueblo»?
¿Cómo que la «legitimidad» y la «legalidad» está con la mayoría?
¿Hemos de creer, pues, que la democrática crucifixión de Cristo, por aclamación mayoritaria, es «legítima» y «legal» conforme a la voluntad del pueblo soberano?
¿Hemos de cambiar la oración que el mismo Cristo nos enseñó y pasar a pronunciar: «hágase la voluntad del pueblo, en las urnas, como en los parlamentos?
¿Qué frutos ha dado la democracia española desde 1976 hasta ahora?
¿Y esos frutos han sido conforme a la Santísima Voluntad de Dios o conforme a la voluntad de grupos de poder político e intereses de personas?
¿Se le ha dicho la verdad a toda la población o la población se ha vuelto idólatra de la mentira?

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