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Hace falta tener la cara más dura que el hormigón armado, una falsedad por encima de la del mismísimo Judas y una desvergüenza infinita para, a pesar de que esos modos son propios de comunistas socialistas y cenetistas, intentar mezclar a VOX y a la morcillona Derecha de este país, con los sucesos acaecidos en Brasil.
Escuchar a la podemista ministra de Trabajo (analógica foto en carne y hueso de la «Doña Rogelia» de Mari Carmen) comunista hasta las cachas, por ello «ultraizquierdista» de la planta del pie a la punta de su «ciranesca nariz», el punto geométrico mas alejado del resto de su anatomía, aconsejar a Feijoo «alejarse de la ultraderecha» para «evitar las imágenes de Brasil».
No es esa la posible conducta que de la Derecha y de la «ultraderecha» se espere, en el hipotético caso de que volviera a ocurrir la terrible desgracia contra España y los españoles (¡tan jodidos como estamos!) de repetirse los resultados de las últimas Elecciones Generales, a pesar de que quienes nos movemos cómodamente, tanto en Vox , e imagino que harán los «ppepinos», tenemos sabido que algo semejante jamás se puede repetir en la Unión Europea porque, profilácticamente, han excluido a comunistas y gentes de mal vivir, de labor tan importante como es el gobierno de países civilizados (tomemos ejemplo).
Pero no es el caso de la señora Díaz. La «receta política» (el clavo ardiendo al que se han agarrado como «locas») de involucrar a VOX y PP en los lamentables sucesos de Brasil es la ocurrencia de algún cabrón con pintas de los muchísimos cabrones que, para desasnar a semejantes cerebritos, cojonudamente bien pagados actúan de «asesores». Receta que ha sido repartida entre todo «el elenco ministerial» y la tropilla, como espoleada en los ijares, con mayor o menor desvergüenza, pero siempre desvergonzadamente, han ido a la carrera a las «ventanas televisivas» a soltar la cocida insidia busca votos, sin entender (¿qué coño va a entender esa panda de gilipollas?) que los votos esta vez están muy arracimados con el precio de la luz, el de las patatas, el de la carne, el del pescado, el del gasóleo, de la subida de impuestos, del cojonudo vivir de algunos/as/ques políticos /as/ques, de…
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Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.
