20/09/2024 03:30
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«EL CORREO DE ESPAÑA» INICIA HOY UN RESUMEN DEL INFORME DEL «CREDITE SUISSE» SOBRE LA «LGBTI», EL MOVIMIENTO DE LA YA PODEROSA MULTINACIONAL COMO IV EMPRESA DE LA ECONOMÍA MUNDIAL… que ya controla empresas como APPLE, Microsof, Amazón, Alphabel, Facebot o las deportivas NIKE, Adidas y Reebot.

Aunque ya han pasado algunos días del pequeño desacuerdo que surgió entre Doña Isabel Díaz Ayuso y VOX en el momento de debatir y firmar los Presupuestos del 2.022 de la Comunidad de Madrid hemos sabido que el acuerdo tropezó con las «peticiones» que hacía Doña Rocío Monasterio sobre el moviimiento LGBTi y que la del PP no pudo asumir por las discrepancias que había con la política de los cobardica de Génova.
     ¿Qué fuerza tienen los «colectivos del LGTBI, qué influencia política, social. literaria, comunicación y etc.etc. tienen, también en España, para que los Gobiernos se plieguen a sus deseos y a sus políticas y los Medios de Comunicación se les pongan de rodillas…¡¡ El orgullo Gay es el poder de hoy!!!…según el Informr del «Credite Suisse». La 4ª potencia económica mundial.

      Y eso es lo que se ha propuesto Julio Merino y eso es lo que «EL CORREO DE ESPAÑA» VA A PUBLICAR A PARTIR DE HOY.

INTRODUCCIÓN

El movimiento LGBT o movimiento LGTB es el movimiento social que lucha contra la discriminación y en favor de la normalización y reconocimiento de derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y transexuales. En los últimos años, el movimiento ha incluido también otros colectivos relacionados con la diversidad de orientaciones, deseos e identidades sexuales, como las personas intersexuales, transexuales, travestis, queers, BDSM o kink, swinger, leather, asexuales, osos, poliamorosas, practicantes de la infidelidad unilateral consentida (cuckolding), etc., que llevaron a extender la sigla con letras adicionales (LGBTTTAIQK), agregarle un signo más (LGBT+), o reemplazar la sigla por la palabra «diversidad».

 

Es habitual afirmar que el movimiento LGBT se inició en Occidente con el «movimiento de liberación LGBT», que normalmente se considera surgido en 1969 con los disturbios de Stonewall en Estados Unidos. Sin embargo, diversas investigaciones han ido revelando, que existen desde el mundo antiguo, y en diversas culturas, movimientos impulsados por personas que coinciden con los términos modernos de la sigla LGBT. Una de las principales acciones del movimiento LGBT+ son las Marchas del Orgullo, realizadas en la mayoría de los países, a veces como parte de festivales LGBT+, en las que las personas LGBT+ salen a la calle festivamente para mostrar públicamente, el orgullo que sienten por «ser como son».

El poder económico del colectivo LGBTI: 4ª economía mundial

Si el colectivo LGBTI fuera un país sería la tercera o la cuarta economía mundial. Así lo expone el informe De LGBTI 350 a LGBTI 400: Orgullo y rendimiento empresarial, publicado este jueves por Credit Suisse. El banco estima que entre el 5% y el 10% de la población mundial es LGBTI y tiene unos patrones de gasto similares a los del resto de consumidores, con lo que su PIB se situaría entre los 2,7 y los 5,2 billones de dólares. Por ponerlo en perspectiva, el PIB de Japón (tercera economía mundial) en 2019 fue de 5 billones de dólares, según el Banco Mundial.

  

Es por esto que cada vez más empresas se colocan a favor de los derechos LGBTI. Este mes, con motivo de la celebración del Orgullo, muchas de las grandes corporaciones han teñido su logo con la bandera arcoíris en señal de apoyo. Pero también ha habido notas discordantes. El alcalde de Múnich, Dieter Reiter, pidió iluminar el Allianz Arena con estas tonalidades durante el encuentro Alemania-Hungría, celebrado el pasado miércoles en el marco de la Eurocopa. Una respuesta a la deriva totalitaria que está teniendo Hungría, donde no está permitido el matrimonio igualitario y la semana pasada se aprobó una norma que prohíbe hablar de homosexualidad en las escuelas. La UEFA tomó partido rechazando la propuesta y alegando que no quería entrar en política.

 
 
El informe de Credit Suisse sitúa a Hungría en un puesto intermedio en relación a otros países europeos en materia de derechos LGBTI, pero sí que alerta de una regresión significativa en este aspecto. Para Óscar Muñoz, codirector de REDI (Red Empresarial por la Diversidad e Integración LGBTI), esta es una de las lecciones que puede aportar el mundo de la empresa a la causa: «Se están dando retrocesos en materia de derechos humanos que ya estaban conseguidos. Lo que se debe aprender de las empresas es que no retroceden. En el momento en el que la sociedad les dijo que querían que se implicaran en cuestiones sociales, lo hicieron y no hay vuelta atrás».

 
Un par de días más tarde, la UEFA sí que publicó una foto en Instagram con la bandera LGBTI acompañada de un texto con el que se justificaba. Un gesto que es importante para la profesora de EAE Business School Esther González: «No hace falta que se coloquen la bandera, pero sí que hagan una declaración al respecto. Sería muy importante que alguien con el poder que tiene la UEFA diera un paso al frente. Lo contrario significa que el fútbol está en el siglo XIX».Esta postura no es solo importante mantenerla de cara a la galería, si no también internamente. «Si tienes que esconder quién eres, va a ser complicado que tengas un desarrollo personal en libertad. Esto afecta también a tu desarrollo profesional, sea en el fútbol o en cualquier ámbito industrial», comenta la directora de Fundación Diversidad, Sonia Río.

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En las disciplinas masculinas es complicado encontrar deportistas que se identifiquen como miembros de la comunidad LGBTI, mientras que las mujeres del colectivo sí que son más visibles. Un aspecto que, según González, debería ser tenida en cuenta, especialmente en un área en el que el talento es tan escaso. «En el fútbol no es tan fácil encontrar a gente buena y hay que cuidarla mucho», apunta. Esta máxima trasciende a los propios jugadores y aplica también a árbitros, entrenadores y directivos, prosigue Río.

Una idea que han entendido muy bien desde el ámbito de la empresa, donde el 86% de las personas LGBTI asegura que han sufrido discriminación en su puesto de trabajo, lo que lleva a que el 64% no se atreva a salir del armario. «Esto te lleva a ocultar una parte de ti que no te permite sacar todo tu potencial», comenta Izaro Assa de Amilibia, responsable del proyecto Be Yourself de BBVA y presidenta de REDI. Con el objetivo de contribuir a la creación de un clima laboral amable con esta comunidad, el banco ha creado una guía para dirigirse específicamente a las personas trans. El documento incluye apartados como un glosario para definir correctamente conceptos como no binario, género fluido o deadname (el nombre que usaba una persona trans antes de transicionar), así como una serie de consejos para que los empleados preparen una potencial transición.

El informe de Credit Suisse también incorpora el LGBTI 400, un listado de 400 empresas reconocidas por tener directivos abiertamente LGBTI o por haber sido votadas como buenas empresas en materia de inclusión en encuestas previas. El documento ordena estas compañías en función de su capitalización bursátil, donde destacan nombres como Apple (2.101 mil millones de dólares), Microsoft (1.991 mil millones de dólares), Alphabet (1.630 mil millones de dólares), Amazon (1.612 mil millones de dólares) y Facebook (954 mil millones de dólares). Así, las compañías con una capitalización de mercado de10 mil millones de dólares constituyen el 44,1% del índice, mientras que las medianas (entre 5 mil y 10 mil millones) representan el 35,9%. Las más pequeñas, por su parte, se mantienen con el 20% restante.

Desde el comienzo del 2010, las empresas incluidas en el LGBTI 400 han generado una rentabilidad media anual del 11,7%, lo que implica una rentabilidad de 432 puntos porcentuales superior a la cotización del mercado mundial (sin tener en cuenta las compañías del LGBTI 400). El rendimiento de las compañías de este índice también se ha revalado superior al de la renta variable en nueve de los 12 últimos años. Unos datos que ilustran que las corporaciones inclusivas no solo son más justas, sino también más rentables y presentan un mejor desempeño económico.

De hecho, en contraposición a la decisión de la UEFA, gran parte de las marcas deportivas sí que se suman desde hace varios años a las celebraciones que se dan cita este mes. Tanto Nike como Adidas o Reebook acostumbran a realizar campañas y colecciones especiales con motivo del Orgullo, conscientes del impacto positivo que tiene dirigirse a esta comunidad. El Consejo Superior de Deportes (CSD) también camina en esta dirección: «Si hay un jugador o jugadores LGBTI, va a tener todo el apoyo público que necesite para que ese hecho se afronte con la más absoluta normalidad. Porque ese gesto sí que será decisivo para que, por fin, fútbol y LGBTI dejen de ser considerados dos espacios antagónicos».

 

Además, el poder económico de la comunidad LGBTI va en aumento a través de las nuevas generaciones. Mientras que en 2012, el 6% de los mileniales estadounidenses se identificaba de esta manera, este porcentaje alcanza ahora el 9%. Una cifra a la que ahora se suma la generación Z (1997-2002), donde el 15,9% afirma pertenecer al colectivo, según Credit Suisse. Un aspecto del que el mundo del fútbol masculino, que se queja de que las nuevas generaciones han perdido el interés en el deporte, debería tomar nota. Y las empresas, también.

Legislación sobre derechos LGBT en el mundo
Las leyes que afectan a las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) varían bastante según el país o territorio, desde el reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo, de otros tipos de uniones o del cambio de sexo registral sin cirugía previa (en el caso de las personas transexuales) hasta la pena de muerte como castigo por la actividad romántica/sexual entre personas del mismo sexo.  

Los derechos LGBT son considerados derechos humanos por parte de Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Las leyes sobre derechos LGBT incluyen, pero no se limitan a lo siguiente:  

• Derogar las leyes que tipifican como delito las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo (despenalización de la homosexualidad). 

• Reconocimiento gubernamental de las relaciones entre personas del mismo sexo (como el matrimonio entre personas del mismo sexo o uniones similares). 

• Permitir la adopción homoparental. 

• Reconocimiento de la familia homoparental. 

• Leyes contra la discriminación, que incluyan como categorías protegidas la orientación sexual, la identidad de género y/o expresión de género (en particular en el lugar de trabajo, el acceso a los bienes y servicios, la vivienda y la atención de la salud). 

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• Legislación contra el acoso escolar y de no discriminación para proteger a niños y estudiantes LGBT. 

• Prohibir las «terapias reparadoras o de conversión» que intentan cambiar o reprimir la orientación sexual y la identidad de género de una persona, en particular en menores de edad. 

• Derechos migratorios para parejas del mismo sexo. 

• Legislación contra delitos de odio y el discurso de odio que proporcionen sanciones penales por la violencia y la incitación a la discriminación motivada por prejuicios contra personas LGBT. 

• Igualdad en la edad de consentimiento sexual. 

• Acceso igualitario a las técnicas de reproducción asistida. 

• Reconocer la autodeterminación del género a las personas transgénero, para acceder a la modificación legal de su identidad (nombre y sexo registral) en documentos oficiales. 

• Acceso a la cirugía de reasignación de sexo y terapia de sustitución hormonal. 

• Reconocimiento legal y adaptación en documentos oficiales del género reasignado a personas transexuales. 

• Permitir a personas LGBT servir abiertamente en las fuerzas armadas. 

• Permitir que personas que tienen sexo con alguien de su mismo sexo puedan donar sangre. 

En 2011, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó su primera resolución histórica que reconoce los derechos de las personas LGBT, que fue seguida de un informe que documenta las violaciones de los derechos humanos basadas en la orientación sexual y la identidad de género. A raíz del informe, se instó a todos los países que aún no lo habían hecho a promulgar leyes que protejan los derechos básicos de personas LGBT. En 2014 fue aprobada la segunda resolución para combatir la violencia y la discriminación por orientación sexual y la identidad de género. En 2016 fue aprobada la tercera resolución, sobre protección contra la violencia y la discriminación, que ordena el nombramiento de un Experto Independiente en la temática. En 2017 se aprueba otra resolución instando a los Estados que todavía no han abolido la pena de muerte a velar porque esta no se imponga como sanción por determinadas formas de conducta, como las relaciones homosexuales consentidas.  

Hasta diciembre de 2021, 31 países, la mayoría de ellos ubicados en América y Europa, reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo. Estos son: Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Ecuador, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Taiwán y Uruguay. Además, México es el único país que no lo reconoce a nivel nacional y únicamente es reconocido en 23 de 32 estados de su territorio.  

Hasta marzo de 2021, 68 países (66 mediante disposiciones explícitas de la ley, 2 de facto) y cuatro jurisdicciones subnacionales tienen leyes que penalizan los actos sexuales consensuales entre adultos del mismo sexo. En 2006 ese número era 92. En junio de 2020 y febrero de 2021, respectivamente, Gabón y Bután han sido los últimos países en despenalizar la homosexualidad. Actualmente, 13 países establecen una edad de consentimiento sexual desigual.  

Hasta noviembre del 2020 existe plena certeza jurídica de que la pena de muerte es el castigo prescrito por ley para los actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo en seis (6) Estados Miembros de Naciones Unidas, a saber: Brunéi, Irán, Mauritania, Nigeria (12 estados del Norte únicamente), Arabia Saudita y Yemen. También hay otros cinco (5) Estados Miembros de Naciones Unidas en los que ciertas fuentes indican que se podría imponer la pena de muerte por actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo, pero en los que hay menos certeza jurídica al respecto. Esos países son Afganistán, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán y Somalia (incluida Somalilandia). Respecto a Sudán, recientemente se ha sabido que la junta militar que gobierna ha derogado la pena capital y la administración de 100 latigazos de castigo, aún que mantienen la pena de cárcel de 7 años hasta cadena perpetua según la «ley de sodomía» vigente en el país desde 1991.  

Existen países que criminalizan de manera expresa la identidad o el comportamiento de las personas transgénero, prohibiendo explícitamente «hacerse pasar» por el sexo opuesto y, por ende, penalizando la existencia de las personas trans. Estos países son: Brunéi, Gambia, Indonesia, Jordania, Kuwait, el Líbano, Malawi, Malasia, Nigeria, Omán, Sudán del Sur, Tonga, y los Emiratos Árabes Unidos. 

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.