15/05/2024 18:30
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De momento, obra sin nombre. El primero de un, esperemos, largo y fructuoso y artístico devenir. Morada, pues, como coloración. Y, sobre todo, morada como dichoso hogar que se ansía y se pretende y se ambiciona. Sempiternamente cárdeno, calculadísima ambigüedad, hibridando la penetrante y activa prestancia del rojo con el amortiguamiento que le proporciona  el satisfactorio sosiego del azul. Ambivalencia propia del lila, hogaño dolorosa e injustamente vampirizado por el feminismo más destarifado.

Morado

Noche estrellada, irradiante e hipnótico plenilunio, insondables alcores que virando a la herida en el calcañar, exhiben exuberante y ubérrima lozanía de plantas circundantes. Paisaje nevado y leve marejadilla. Fascinación y magia, pura y onírica pregnancia.

Pintura que circunda misterios, evoca místicas, arrastra penitencias, explora inconscientes, mitiga  melancolías, pacta (deportivamente) con la muerte, afronta como puede el miedo y anhela irremediablemente la piedad…Y el perdón divino.

En el cristianismo, tal tonalidad se halla vinculada al arrepentimiento, a la expiación, al recogimiento. Antiquísimos cuadros de la Pasión de Cristo,  manto violeta, pues. Color eclesial que se utiliza durante el período del Adviento, que prepara para la Na(ti)vidad y la Cuaresma, el período de compunción y pesadumbre y remordimiento previo a la Pascua…

Laura Garay Cruz

… Y la pueden seguir en su imprescindible cuenta de Twitter. Además de las colaboraciones en el programa No me creo casi nada. En Ivoox. Y nuestro común amor hacia Trapito. En fin.

 

 

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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