21/11/2024 20:09
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Su presidente, el más anticonstitucional conocido, pacta con los enemigos de España nada más que por seguir siendo presidente y los otros siguen con el juego. Los que quieren destruir España van a lo suyo que es robar y dinamitar la nación y el otro, un espécimen jamás conocido está en el mismo juego macabro aprovechando también que no tiene una oposición que sea una alternativa real con capacidad de echarlo fuera y mandarlo a tomar por donde se empiezan los cestos.

Así hoy día de la Constitución -6 de diciembre- el cum fraude suelta una serie de ironías para humillar a toda persona decente, al formar el espectáculo. Dice que hay que cumplir la Constitución de pe a pa, cuando él no cumple ni el primer artículo. Todo lo contrario. Está en la fase del terror para derribarla. Es el hipócrita más indescriptible del reino. Y organiza el contubernio judeo masónico. Un espectáculo cómico, tal como dice Santiago Abascal en este tweet:

«Hoy veremos un espectáculo cómico: el gobierno que ha pisoteado la Constitución, y la «oposición» que lo apoyó y con la que se han repartido los jueces del TC, harán homenajes que ya son una auténtica burla. El consenso constitucional es sustituido por el consenso progre.»

En su lugar, acudió al Parlamento en representación del partido la secretaria general del grupo, Macarena Olona, que denunció durante su discurso ante la prensa el «ejercicio de absoluto cinismo del Gobierno y la presidenta de la Cámara» de llevar a cabo un homenaje a la Constitución, después de los tres varapalos judiciales que les ha dado el Tribunal Constitucional declarando ilegales dos estados de alarma y el cierre del Congreso durante la pandemia. «El mejor homenaje que podrían rendir a la Constitución española es dimitir de inmediato», ha dicho Olona, que ha calificado de «insulto» las declaraciones de Sánchez o Batet en defensa de la Carta Magna.

Como actos alternativos el partido sustituyó los actos oficiales organizados con motivo de este día, por la instalación de unas 200 mesas informativas en las capitales de provincia españolas y municipios grandes, en las que repartieron un ejemplar de la Constitución y la Agenda España que presentaron en el congreso Viva 21 del partido, como alternativa a la Agenda 2030 de la ONU que ha asumido el Gobierno de Pedro Sánchez.

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Estuvimos en la mesa del lugar más simbólico de este día constitucional; junto al monumento cuadrado o cubo, de la Constitución en el paseo de la castellana madrileña. De frente a la derecha está al otro lado de la Castellana, la esquina de Nuevos ministerios, con la negra y vomitiva estatua de Indalecio Prieto. Más hacia arriba en la misma Castellana está la de Largo Caballero. Los dos símbolos más antidemocráticos que se encontrarán en Madrid. El símbolo de la paz y convivencia -el cubo de mármol-, y al otro lado, el de la división y la guerra civil de este par de criminales que la trajeron.

El monumento a la Constitución de 1978 es una obra escultórica erigida en Madrid en 1982 en homenaje a la Constitución Española de 1978. Se encuentra situado en los jardines del Bellas Artes, frente al Museo de Ciencias Naturales, cerca de la plaza de San Juan de la Cruz, en la confluencia de la calle de Vitruvio y del paseo de la Castellana, indicado.

Inaugurado el 27 de diciembre de 1982, cuarto aniversario del referéndum sobre la Constitución, marcó el inicio de la nueva etapa democrática española. Su autor, el arquitecto madrileño Miguel Ángel Ruiz-Larrea, tenía  entonces 40 años.

El Monumento es un cubo de hormigón de 7,75 metros de lado recubierto por 60 toneladas de mármol de Macael, que fue donado por el municipio almeriense de Macael, cuya blanca piedra también fue utilizada en otras grandes obras arquitectónicas como La Alhambra o El Escorial. Este cubo contiene a su vez otro cubo, vacío, a la medida del hombre, es decir, 1,83 metros de lado. El cubo interior se expande en todas direcciones (menos, evidentemente, hacia abajo) a través de las inclinaciones de 45 grados que lo unen al cubo exterior. Tanto las inclinaciones en la base como las superiores fueron diseñadas a modo de escaleras, invitando a los transeúntes a entrar en el monumento. Encarna los valores democráticos que el arquitecto tenía en mente, asciende hacia el núcleo del cubo, completándolo y, por decirlo así, activándolo. Una vez dentro, el espíritu humano es capaz de ascender al cielo – metafóricamente – a través de las escalinatas superiores. El movimiento físico de ascensión simboliza, pues, el impulso de mejora que llevó a muchos ciudadanos españoles y sus representantes hacia la era democrática.

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El monumento ha sido entendido a menudo como un teseracto, el equivalente geométrico a la cuarta dimensión espacio-temporal. Procede del griego τέσσερεις ακτίνες («cuatro rayos»), en referencia a las cuatro aristas que en la figura estudiada parten desde cada vértice a otros vértices de la misma. Este término —teseracto— fue acuñado por primera vez en 1888 por el matemático inglés, Charles Howard Hinton, en una obra llamada A New Era of Thought [La nueva era del pensamiento]. En ella Hinton teoriza sobre la elevación del pensamiento y el espíritu a través de la comprensión y experiencia física del espacio y el tiempo en la cuarta dimensión. Pese a su relación tanto temática como formal con el texto e ilustraciones de Hinton, el monumento no fue inspirado por ninguno. Tampoco fue inspirado por el Monumento al preso político desconocido presentado por el diseñador Max Bill en 1956 en Londres, como se intentó argumentar por críticos al monumento en Madrid. Las coincidencias entre ellos se debe a la pureza y dimensión simbólica de la forma, de la misma manera en que los valores democráticos suelen otorgar semejanzas entre las constituciones de diferentes países.

Tras estas cosas tan bonitas que vienen en la Wikipedia, el gobierno se dedicó a todo lo contrario: a dividir a los españoles y a escupir mierda, como es su natural.

Autor

REDACCIÓN