21/11/2024 12:30

Cargas policiales contra España. Ayer fue uno de los días más aciagos de la democracia contra la libertad y todavía no nos hemos dado cuenta. Cuando la policía carga con gases lacrimógenos contra la ciudadanía pacífica en defensa de sus derechos más elementales, asistimos a un atentado contra la democracia y que ha sido orquestado desde un despacho presidencial. El delegado del gobierno subordinado al incondicional sin conciencia Marlaska, obedeció órdenes directas del sátrapa en funciones de La Moncloa. Si se exige el cese del delegado del gobierno, es exigible la dimisión del causante de esta deriva violenta de un gobierno contra el Pueblo que es Pedro Sánchez y sus cómplices sectarios, ya sin enmascaramiento democrático.

El Consejo General del Poder Judicial ha declarado la amnistía incompatible con el Estado de Derecho, en tanto Marlaska desde el cobarde despacho de una actuación inmoral, sospechosamente criminal, maneja los hilos para que la legítima protesta del Pueblo, con aquiescencia de la Justicia respecto a la aberración de la  amnistía, sea neutralizada mediante la fuerza contra ciudadanos honrados,  mujeres, ancianos y niños. Marlaska  recuerda a esos tiranos que tarde o temprano son arrojados al precipicio del descrédito histórico, años después de transitar con impunidad por los anchos senderos de la villanía.

Así ha sucedido en la Historia de España la tendencia a doblegar mediante el arribismo más rastrero la voluntad de un noble Pueblo que es el español, frente al enemigo común que alguna vez lo ha desafiado; un enemigo común como Pedro Sánchez, adversario contra España que vuelve a inspirar los mismos ascos que los invasores franceses levantaron durante la Guerra de la Independencia; siendo peor la traición proveniente de las entrañas de la España donde nació y se mantuvo camuflado el taimado traidor, hasta que eclosionó su infame proceder criminal que sin disimulo ya no esconde o no puede ocultar. Las cargas policiales de ayer en defensa de una actuación criminal contra España como es la amnistía, preámbulo de la destrucción de nuestro país,  no debieron enorgullecer mucho a los policías irreconocibles: los que no son honrosos ni dignos de llamarse como tal. En apariencia actuaron como mercenarios de un mal camuflado. No aprovecha el sueldo por la carencia de honor, antes bien se arruinaron moralmente por un salario del miedo. El peligro contra sus conciencias y contra España misma es que se repita la actuación porque el Pueblo honrado y harto se está rebelando. pacíficamente, lo que pueden usar para mezclar alborotadores y culparlo de ser violento.

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Editor ÑTV ESPAÑA
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