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A modo de tormenta en ciernes, en el aire se respira un hedor proveniente de la panda de estafadores que convirtieron Twitter en un nido de ratas,  siendo el comprador Elon Musk el perfecto pesticida para salvar el futuro de la civilización,  como él mismo argumentó. Aires tormentosos por la estafa que los ejecutivos y abogados han practicado en la venta de Twitter, engrosado artificiosamente por un valor desorbitado de 44.000 millones de dólares en función de una cifra falsa de usuarios reales, por la multiplicación de bots o falsas identidades creadas a propósito para engordar la fama como red social, de modo fraudulento. Podría haber mentido ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos la que sería una banda mafiosa de manipulación sociopolítica y económica que jamás imaginó ser descubierta con actuaciones tiránicas y reiteradamente delictivas. Con la compra del gorgojeo, está por ver si Elon Musk ha destapado una organización criminal que sería demandada para que afloren públicamente los trapos sucios que la directiva ocultaba, aparte el atentado continuado contra la libertad de expresión. 

 
Si se ha multiplicado fraudulentamente el valor de Twitter mediante la creación de falsas identidades, es muy seguro que un ejército de ejecutivos y abogados acabe juzgado, pues en el colmo de la desfachatez estafadora interpusieron una demanda contra Musk cuando, durante las negociaciones, el magnate sospechó acerca de esas identidades falsas creadas, ad hoc, para incrementar un valor ideal de las acciones de la compañía.
 
Aunque el multimillonario empresario puso una contrademanda, al final concluyó el trato con un desembolso que seguramente, si se confirmara la estafa de los bots, litigará en los tribunales convirtiendo la operación en un macrojuicio contra una de las mayores tramas de criminalidad ocultas durante años tras el logotipo del gorgojeo. De confirmarse la sospecha, se avecina una tormenta judicial contra lo que pudo ser durante años, meramente, un antro criminal.
 
No sería extraño ver desfilar por los tribunales, en el futuro, a  pajarracos con uniforme naranja después de haber enturbiado, con múltiples delitos, la Red social del pájaro azul. 

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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