22/02/2025 08:18

Asimismo, del 21 de mayo al 22 de septiembre de 2025 se exhibirá una retrospectiva de la bilbaína Marisa González. Según la página web del museo: La muestra revisará su obra desde los años setenta, explorando la relación entre arte, tecnología y cuestiones como la violencia de género y el residuo social. […] la temática abordada en otras piezas tempranas (imágenes relacionadas con la violencia contra las mujeres, revisiones de la maternidad, etc.) le ha valido a la artista un puesto en investigaciones recientes sobre las genealogías feministas del arte español”. Incidiendo en el perfil ideológico de una artista criada, según propio testimonio, a los pechos de la activista estadounidense Mary Beth Edelson1.

Por otra parte, el 8 de octubre se inaugurará la exposición dedicada a la reconocida comunista Maruja Mallo y el 5 de noviembre se inaugurará la instalación titulada La Menesunda de Marta Minujín, una experiencia inmersiva basada en la icónica instalación de 1965 creada junto a Rubén Santantonín. Otra rebelde muy bien situada que, hábil oportunista, también fue hippie y muy comprometida contra la dictadura de Videla a toro pasado.

Ahora bien, para hacerse una idea cabal de la uniformización ideológica en el ámbito museístico, basta ampliar la perspectiva para comprobar rápidamente que no es sólo el Reina Sofía. Así, en el Museo Guggenheim de Bilbao está prevista una muestra de la pintora Tarsila do Amaral entre el 21 de febrero y el 1 de junio. Y he aquí los méritos de la artista glosados en la web del museo: “Figura central del modernismo brasileño, Tarsila do Amaral (o Tarsila, su nombre artístico) es la creadora de una obra original y evocadora, basada tanto en el imaginario indígena y popular como en las dinámicas modernizadoras de un país en plena transformación. […] Su pintura inspira los movimientos Pau-Brasil y Antropofagia, cuya búsqueda de un Brasil auténtico, multicultural y multirracial tiene como objetivo refundar la relación del país con los centros europeos de la colonización. La dimensión militante de las pinturas de Tarsila de la década de 1930 y su capacidad para acompañar las profundas transformaciones de su entorno social y urbano hasta los años sesenta confirman la fuerza de una obra en sintonía con su tiempo y siempre dispuesta a renovarse, a pesar de las inestables condiciones que debe afrontar, según las épocas y los contextos, una mujer artista emancipada e independiente. Con su invitación a adentrarnos en una modernidad brasileña que ella contribuyó a forjar aún más de lo que la ilustró, Tarsila do Amaral revela en su trabajo toda la complejidad de este concepto siempre sujeto a debate, que suscita cuestiones identitarias y sociales aún hoy de gran actualidad, tanto en Brasil como en Europa”.

Esto es, una artista que merece ser reivindicada por su “dimensión militante” y por mujer; o, dicho de otro modo, por ser una mujer comprometida con la causa “correcta”, que, por lo visto, es la única forma en que una mujer puede ser reconocida.

Siguiendo con el Museo Guggenheim de Bilbao, entre el 24 de junio y el 9 de noviembre de 2025 albergará una muestra sobre la artista estadounidense Barbara Kruger; y con estas palabras se justifica en la web del museo: “Durante más de cuarenta años, Kruger ha cautivado al público al combinar impactantes imágenes extraídas de los medios de comunicación con frases audaces y provocadoras que desafían al espectador a confrontar las dinámicas de poder que moldean la identidad, el deseo y el consumismo. Sus obras icónicas nos interpelan directamente, invitándonos a reflexionar sobre cómo nos relacionamos entre nosotros y con el mundo que nos rodea. Esta exposición destaca la habilidad de Kruger para transformar los espacios arquitectónicos en experiencias inmersivas centradas en el texto. Los visitantes se adentrarán en instalaciones potentes donde el lenguaje ocupa un lugar central, envolviendo entornos completos con vinilos, paisajes sonoros y obras de vídeo multicanal. Muchas de estas piezas revisitan y reimaginan los primeros trabajos de Kruger, revitalizándolos a través de la digitalización, pantallas LED de gran formato y la incorporación de sonido”.

LEER MÁS:  El cartel sexista del PSOE en Torrevieja

Todo un repaso a la más nauseabunda y hueca verborrea, insistiendo una vez más en las requetemanidas y patéticas imposturas de la modernidad: “identidad”, “provocación”, etcétera.

Aunque esto no es todo: del 17 de octubre de 2025 al 22 de febrero de 2026, el Guggenheim ofrecerá a sus visitantes una exposición sobre la artista portuguesa Maria Helena Vieira da Silva, titulada “Anatomía del espacio”. Según la misma página web del museo: “Al analizar el trabajo de la artista entre las décadas de 1930 y 1980 y estudiar su relación con los paisajes arquitectónicos urbanos y el papel que desempeñan la memoria y el juego en su obra, la exposición irá más allá de las referencias formales a la cultura visual portuguesa y los movimientos de las vanguardias, como el Cubismo y el Futurismo. Para esta evaluación es fundamental reconsiderar la obra de Vieira da Silva como independiente de la estética del gesto propia del Informalismo —con el que se la ha vinculado con frecuencia— y reconocer su experiencia de la ciudad de París, entendida como polo de atracción transnacional tras la Segunda Guerra Mundial. La exposición abordará igualmente las redes que Vieira da Silva tendió durante su estancia en Río de Janeiro, lugar al que huyó con su esposo, Árpád Szenès, tras el estallido de la guerra”. Esto es, considerando las circunstancias y “compromiso” político de la artista y su marido, como un factor principal para la evaluación de su obra.

Por otro lado, en el Museo Thyssen-Bornemyzsa de Madrid nos encontramos actualmente una exposición de Gabriele Munter, anunciada así en la página web de la institución: “A través de más de un centenar de pinturas, dibujos, grabados y fotografías, la exposición propone descubrir a una artista que se rebeló contra las limitaciones que se cernían sobre las mujeres de su época y que consiguió convertirse en una de las figuras sobresalientes del expresionismo alemán a comienzos del siglo XX[…] La exposición pretende mostrar la riqueza de una artista bien conocida en Alemania pero que sólo en los últimos años ha empezado a gozar de mayor relevancia en el resto de Europa. Con cuatro de sus pinturas en las colecciones permanentes, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acoge su primera retrospectiva en España y continúa de esta manera con su labor de investigar y reivindicar la obra y el lugar que merecen en la Historia muchas grandes artistas”. Id est, abundando en la presunta “invisibilización” de las mujeres por el patriarcado opresor.

LEER MÁS:  Previsión viernes, 15 de noviembre de 2024. Por Miriam Herraiz

Pero esto no es todo, ni mucho menos. También en 2025 está prevista, del 10 de febrero al 4 de mayo, la exposición titulada “Marina Vargas: revelaciones”. Una muestra que, como aclara la página web del Thyssen: “forma parte del ciclo Kora, con el que el museo propone dar visibilidad a trabajos realizados por mujeres artistas de la escena actual con una perspectiva de género”2.

Y no podemos olvidar la ¡cuarta edición! del “ciclo de performances de artistas mujeres” titulado Visión y presencia3. Una serie de “acciones” que durante todo el año “permitirá hacer visibles problemas de interés social” –por descontado, bajo el mismo y único prisma “correcto”– como “el feminismo, los vínculos entre mujeres, el colonialismo, la inmigración o la escasez de recursos naturales”. Es decir, todo el lote (feminismo, homosexualismo, colonización europea, inmigración y cambio climático), para acabar señalando al único y gran culpable de todos los males del mundo: el varón blanco heterosexual. Baste enumerar las “artistas” y “accciones” que integran el ciclo 2025 para hacerse una idea: el 22 de enero, Gloria Godínez, con “Rojo descolonial en la pintura de Vincent van Gogh”; el 19 de febrero, Elisa Miralles con “Another body”; el 12 de marzo, Yola Balanga con “Me ahogo en mi propio cuerpo”; el 23 de abril, Susana Pilar con “Libre”; el 21 de mayo, Eugenia S. Rudin con “Signos vivientes del paisaje”; el 11 de junio, Jessica Díaz con “Reindy (Hermana)”; el 17 de septiembre, Laura Santander con “Ser Jarro-Pato”; el 22 de octubre, Teresa Correa con “Herida de espejo con tijera”; el 19 de noviembre, Valentina Cardellino y Andrea Ghuisolfi con “Exótica” y, para cerrar, el 10 de diciembre, O.R.G.I.A, con “Ways of seeing (Coñovisión)”.

Por supuesto, los museos y las exposiciones citados apenas son una muestra de todo el panorama, pero de lo que no cabe duda es que, si nos atenemos a lo expuesto, todas las mujeres artistas comparten un mismo marco mental, haciéndonos creer que “lo femenino” sólo puede ser abordado de un modo y ligado a unas ideas determinadas.

Y no hay que ser demasiado perspicaz para entender que eso es lo que se nos quiere transmitir.

Filípides 

1 Entrevistada en el programa “Metrópolis” de RTVE el 3 de abril de 2016: https://www.rtve.es/play/videos/metropolis/metropolis-marisa-gonzalez/3552118/?media=tve

Autor

Redacción
Redacción
Suscríbete
Avisáme de
guest
0 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
0
Deja tu comentariox