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El PSOE y los comunistas de Podemos son excrementos políticos en grado de descomposición, que van provocando la repugnancia y se van granjeando el repudio de gran parte de las personas de tendencia izquierdista, lo que pudiera parecer comprensible y aceptable, aunque con anteriores ejemplos (José Luis Rodríguez Zapatero y sus mariachis) demuestra escasa reflexión, porque les han venido apoyando con sus votos desde la aparición de este raro invento político del que se nos viene… No; decir que se nos gobierna es una barbaridad que me resisto a decir.
Y es que a muchos de esos votantes ¡albricias! les tiene sorprendidos, descubriendo en sus «representantes en Las Cortes», la inesperada mutación que están disfrutando como enanos (su barriobajera chulería da para ello y mucho más) desde la holganza mas absoluta; desde la vidorra de pasarse el día con la dolorida subvención paterna, tocándose los genitales a dos manos, o indiscriminadamente dejándoselos tocar, practicando la follaamigación, a la riqueza hortera de los carísimos chalets, los céntricos pisos, a las comilonas de chuletones de a kilo y mariscada, o las carísimas vestiduras de afamados modistas. Todo ello alcanzado por enchufismo en los existentes altos cargos, en novedosos nuevos altos cargos, o en los verbeneros altotes cargos de alto coste, inventados exprofeso (como el que disfruta el marido de la señora Calviño). Cargos de innecesaria presencia(el amueblado cerebral suele ser inexistente) a parte del día de cobro (uno de esos que disfrutó Pedro Sánchez en una vocalía de Caja Madrid).
Y tienen la desfachatez de insultar a empresarios que llevan varias generaciones y muchas decenas de años trabajando (¡trabajando! de verdad, no como tu, Belarra) exponiendo su patrimonio y creando miles de puestos de trabajo. Es cierto que los beneficios, que no esconden, se pueden consultar, son altos. Altos que a las personas sencillas casi nos marean la sucesión de ceros que acompañan a los dígitos, pero para eso están los gobiernos: para gobernar. Claro que para discernir sobre si eso es o no licito, los gobiernos, ese no es el caso del actual Gobierno de España, tienen que estar en competentes manos de personas inteligentes; de personas capaces, honestas y honradas. Gentes que tengan experiencia en la Empresa; que sepan como nace y crece la Riqueza; que entiendan el Campo, la Pesca y la Ganadería; que prioricen la solución del Paro. Que su máxima preocupación fuera la de trabajar en beneficio de a quienes debieran gobernar.
Pero ese no es el caso del actual Gobierno de España. La preocupación del «inútil total» es, (se lo pregunta cada día a los incontables espejos donde se mira) como se le recordará a él cuando cese. Pues, ¡mira tu por donde! Yo le voy a aclara esa incógnita. Veras «so badana», de ti, de toda tu familia, de tus secuaces y de toda la rijosidad política que lo sostienen (espero que por poco tiempo) ten por seguro que los Españoles nos acordaremos, de todos, todos los día, cuando las necesidades nos aconsejen sentarnos en la taza del… Sería bueno que se proveyera de una buena esponja y deso…
Autor
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Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.
De los 72.000 políticos y los 20.000 asesores que hay en el conjunto de las instituciones y administraciones públicas de España (las estatales, las autonómicas y las municipales) sobran el 90%. Si a esa reducción de políticos y de asesores se le añadiera la eliminación del coste anual que supone mantener a varios millones de inmigrantes que viven de las ayudas estatales el Presupuesto General del Estado tendría superávit en lugar de déficit. Por otra parte, en España existe una gran bolsa de fraude fiscal en el IRPF, que es cometido por personas con elevados ingresos anuales, y al menos un 20% de economía sumergida, de la cual son responsables los empresarios que no quieren pagar ni el impuesto sobre beneficios empresariales ni las cotizaciones a la Seguridad Social de sus trabajadores. La eliminación de estos males de nuestra Patria, que se deben a la tradicional falta de honradez y de conciencia cívica de muchos españoles, deberían estar incluidos en el programa de VOX para las próximas elecciones generales.
SON LOS ABADERADOS DE SOROS LA TRIACA PARA ENVENENAR A ESPAÑA
ANTONIO PARRA GALINDO PUBLICA UN LIBRO SOBRE SOROS Y LA GRAN CORRUPCIÓN
BAJO EL YUGO DE SOROS. LA NOVELA DE LA PANDEMIA Y LA GRAN CORRUPCIÓN
Tente que te unto es el título de la portada de esta novela picaresca que narra las tribulaciones de un español del montón (Villeguillo lo llaman) descendiente de conversos que se dirige a Segovia cuna de su nacimiento para llorar cabe las piedras del adarve de la Hontanilla y pedir perdón al Altísimo por sus pecados.
De todo aquello ya no queda nada. Las cosas han cambiado de tal modo en su ciudad que ofrece un semblante irreconocible.
Acaba de curarse del virus y de salir de la cárcel por haber matado a una funcionaria una tal Carmen Fernández del Toro que tenía una amante, Sonia, que le llamaba cada mañana para reírse de él y de la Virgen María pero la muralla de Segovia era romana al igual que el templo «Wailing Wall» del templo de Jerusalén destruido por Vespasiano y el cementerio donde se guardaban los huesos de sus antepasados no era el camposanto.
Se han articulado mitos.
Todo es una gran patraña. La historia no ha sido narrada como se debía.
Eran las cuevas de los ermitaños que hicieron penitencia frente a la panorámica impresionante de la ciudad del Acueducto para convertirse después de la edad media en albergue de gitanos.
Por allí pasaba la Sacramento, abuela de la raza calé, echando la buenaventura y ofreciendo tallos de la flor de romero. Al que no se lo compraba lo maldecía con un cáustico: «usted ya huele a muerto, señorito. No le quedan ni quince días».
Villeguillo en vez de rezar escucha la música eterna del Río Clamores que va a despeñarse y unirse al Eresma frente a las rocas de la Fuencisla.
Allí María del Salto al que el sanedrín había mandado arrojar al vacío por adúltera ─ la lucha de género no es de ahora, la violencia domestica y los celos son más viejos que Carracuca─ seguía haciendo alpinismo «!sobre la roca do alza sus nidos un pueblo entero de amor transido».
La gran masa de los súbditos de la aljama al venir mal dadas optaron por bautizarse «por bien parecer» pero siguiendo judíos hasta la médula. Por eso quizá sus paisanos tenían doble personalidad y piel gatuña almidonada de hipocresía. ¿Es esta la entraña de la España conversa?, Villeguillo se pregunta. ¿Por qué me odian, por qué me envidian, si yo jamás quise hacer mal a nadie?
Sin embargo el que me la hace me la paga, la ley del Talón es patrimonio del alma judía? Yo no creo en el buenismo porque me enseñaron de pequeño que la verdadera caridad empieza por uno mismo.
A Villeguillo no le parece bien este trasfugismo de sus temporarios a los que increpa con grandes parrafadas.
El protagonista se siente abandonado por todos; por el papa, por los rabinos, por los curas y por sus compañeros de seminario con quienes celebra una comida de hermandad todos los años y allí dos de ellos el Herguedas y el Expedito le llaman maricón.
Su patria España ha dejado de ser tal bajo el cetro borbónico.
Sin embargo, su fe en Cristo y su gran confianza en la Virgen María no sufrieron merma alguna. Esa es la gran esperanza de Villeguillo quien acaba de curarse del virus y de perder a un amigo escritor que se suicida. Se trata de un retablo compungido y a su vez alborotado y acusador del mundo en el cual vivimos.
Cabe notar la cara del obispo con mitra y aire sereno de un verdadero padre de la Iglesia que vigila al lector desde la contraportada del libro.
Dicho mitrado que nos mira desde el retablo con gesto adusto y melancólico, debe de sentirse asimismo traicionado por el Papa Francisco y los obispos conferenciantes episcopales que han convertido la casa de Dios en una cueva de ladrones y se han rendido, temerosos de perder su estatus, al señor del mundo que es el diablo.
El catolicismo ya no es lo que era. Es una Ong, concluye Villeguillo.
Bajo el Yugo de Soros
132 pp.
Autoedición
Precio 15E€
Pedidos a Sacramenia Books
Mail hull66@outlook.es