11/05/2024 09:12
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El ataque a la mesa informativa de VOX en Ceuta es debido a la patente de corso facilitada por el Ministerio del Interior para demonizar a la Oposición. No es casualidad que un detenido radical en el 2015 campe a sus anchas por territorio español. Como él hay muchos otros afectos a las conveniencias del sanchismo.

A Pedro Sánchez le resulta fácil mimetizar con el globalismo su propia alta traición y auspiciado por la condescendencia de Occidente facilita una lenta islamización que a veces se revuelve violentamente sin importarle nada a su gobierno. Europa no debió abrir sus defensas vulnerando su vital seguridad, tampoco España, pero Marlaska ha convertido las fronteras en un coladero según los pactos ocultos con Marruecos, de donde procede el último asesino de la katana. Todo acto hostil o imprudente conlleva consecuencias y más cuando es multitudinario un  error que afecta a la supervivencia de los países. Cuanto más se dimensiona la responsabilidad política ante decisiones de un calado tan elemental, los daños derivados de no saber asumirla se intensifican y desembocan en matanzas repetidas e inevitables como fueron las de Barcelona, París y la de Niza, Algeciras, entre otras que, desgraciadamente, volverán a convulsionar la sociedad.

 El flujo migratorio que de manera desbocada sorprendió a la Unión Europea fue el  caballo de Troya del Estado Islámico para implicarnos en una guerra que duró mucho tiempo. Los asesinos del ISIS habían penetrado en territorio enemigo siendo sembradores experimentados del resentimiento brutal. No habían llegado para inmolarse todavía, sino para extender un semillero de odio contra los infieles multiplicando los efectos propagandísticos con el fin de que jóvenes inadaptados de Europa perpetrasen los atentados. Las infernales aniquilaciones de Francia-Bataclán, Charlie Hebdo- y España-Ramblas de Barcelona-, fueron provocadas por seres  tempranamente fracasados que encontraron en el asesinato en masa un particular modo de cobrar protagonismo en nombre de cualquier causa que alimentase sus insanos egos. Ni en Barcelona, ni en París, ni en Londres etc., se mató por Alá sino por la condición marginal de individuos fácilmente influenciables y ávidos de relevancia. Asesinos por egoísmo, monstruos acomplejados de fácil manipulación para inmiscuirles en una guerra que no les iba hasta que tuvieron la oportunidad de empuñar armas y sacar sus demencias a la calle después de practicarlas en videojuegos. El Estado Islámico y su efecto llamada parecieron estar ideados desde los presupuestos imaginativos de una violencia afín a la desbordada fantasía de matadores frente a una pantalla de ordenador.

 El mal estaba hecho con el consentimiento globalista y la tragedia en vez de unir a los dirigentes europeos, al resto de Occidente también, para defender desde la unidad los particulares intereses de millones de personas sumidas en la incertidumbre, convirtiendo a los países afectados en una sola frontera de solidaridad y defensa contundente, justificó insensatamente el flujo migratorio sin control. Era paradójico que la mayor hostilidad contra millones de ciudadanos que se demostró reiteradamente, fuese por la caridad mal entendida de una confiada Europa que se hundió el puñal de la imprudencia contra las entrañas que duelen a España, como lo hará mañana en otros países. El sino europeo de estos próximos años que podrían ser de llanto y crujir de dientes si cunde el ejemplo de la barbarie con lobos solitarios o células terroristas, lo eligieron sus dirigentes cuya reacción defensiva y ofensiva debería ser proporcional al calibre del despropósito que ha dejado Europa indefensa, a merced de bestias sin límite en la saña dispuestas a aniquilar como el yihadista que mató al sacristán Diego Valencia.

 Luego se soporta que divas sectarias como Susana Grisso pretendan blanquear al asesino Yassine Kanjaa. Cómplices de matanzas con hipócrita buenismo que justifican la muerte de cristianos. Algunos cerebelos se encuentran en los sótanos de la inmundicia moral y dejan rastro defecado con la apariencia de una ideología. Aunque no es de extrañar la salida de tono de algunos hipócritas pacificadores que en realidad son afectos a la violencia, porque quienes alguna vez han pensado en legitimar sus ideas políticas con la acción terrorista suelen ser indulgentes, cuando no complacientes, con los atentados perpetrados por semejantes, los de igual condición cobarde y amoral. De vergüenza para Feijóo y sus comparsas ha sido el aplauso de pie a un terrorista colombiano como Gustavo Petro.

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No basta la inconsolable tragedia y el lamento perenne que además hay que soportar la repulsiva falsedad en otros especímenes de la fauna denominada progresista: los verdaderos culpables de la espada de Damocles yihadista que amenaza a España y que aplauden la inmigración ilegal como la sustentan con justificaciones si el victimario es musulmán.

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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Geppetto

El ataque a VOX por parte de un moro solo es el aperitivo de lo que va a suceder si VOX se hace con la mayoria absoluta en Ceuta.
Y eso lo saben todos los ceuties y por supuesto este platanero gobierno español

José Luis Fernández

La continua inmigración musulmana va a llegar a ser, en unos pocos años, el principal problema para la supervivencia de España como nación perteneciente a la Civilización Occidental.

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