18/05/2024 07:14
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Si las funciones del Ministerio de Igualdad podrían realizarse desde otros como Trabajo, Asuntos Sociales y Economía, por ejemplo, ¿qué sentido tiene mantenerle? Por suerte, la gente empieza a quitarse la venda de los ojos y a ver la realidad.

¿Continúa sin trabajar la Sra. Montero? ¡Cuánto dinero desperdiciado en época de carencia y destinado a mantener inútiles e inútilas!

¿Al menos se ha molestado en pedirle al Sr. Sánchez que destine alguna partida presupuestaria a ayudar a los padres no custodios con obligación de abonar la pensión alimenticia, y que se hayan quedado sin trabajo a causa de esta crisis? ¿Tanto desmadre se le permite a este desgobierno que obvia a algunos sectores?

Dudo que la ciudadanía esté satisfecha en estos momentos en los que ha quedado claro, que estamos en manos de mediocres y mediocras.

En las noticias, por cierto cada vez más censuradas, no he oído mencionar nada al respecto de este asunto. Soy consciente de que en estos momentos sería una temeridad cambiar a los niños de domicilio, pero… ¿han previsto alguna medida para «compensar» a los padres no custodios cuando el estado de alarma pase para que puedan disfrutar de días extras con sus hijos?

¿No queremos igualdad? Adelante. Seamos iguales.

¿Imaginan la cantidad de padres, económicamente agobiados, que habrá ahora? Parece que las mujeres que les odian, olvidan ese odio durante los primeros días de cada mes. ¡Qué actitud tan mezquina!

¿Son ustedes conscientes de que hemos dejado de hacer distinción de sexos al referirnos a sanitarios, bomberos, policías, cajeros, guardias civiles, militares, panaderos, fruteros, etc, etc, etc.? En cuanto han desaparecido del mapa las que metían tanta basura en la cabeza a la población, la distinción ha desaparecido también. Ahora ya no cabe el término «todas». A la hora de la solidaridad, de arrimar el hombro, y de demostrar cierto sentido común, volvemos a ser «todos», porque justo engloba a ambos sexos, en lugar de las típicas catetadas propias de las feministas recalcitrantes, a las que incluso, se les está olvidando hablar bien.

Algo parecido le ocurre a la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el hazmerreír de las redes sociales. ¿Ustedes la entienden? ¿Pero qué clase de nivel tiene esta gente? No salgo de mi asombro. A veces, pienso que esto es un episodio completo del Club de la comedia, solo que sin gracia ninguna.

¿Queremos igualdad? Perfecto. Pero sin ignorar que esta no solo se basa en obtener un salario equitativo para hombres y mujeres, o en la protección de la mujer, sino que se trata de un término mucho más amplio, tanto, que dudo que la «jefa» lo conozca, o de lo contrario, estaría trabajando desde que sale el sol hasta que se pone.

¿Por qué están tan calladas las feministas? ¿No tienen nada que decir después del 8M? Aún estoy esperando a que la Sra. Montero se disculpe por su indiscutible irresponsabilidad y dimita, pero supongo que su enorme ego se lo impide. No importa. Cada cosa a su tiempo…

Ahora, ninguna feminista parece rechazar la ayuda de un sanitario, un bombero, un militar, un cajero, o tantos y tantos hombres que trabajan en estos días… Tampoco he oído a ninguna asociación feminista alabar la tarea que realizan estos hombres para salvar a muchas mujeres. ¡Por Dios! Si ni siquiera alaban la labor que realizan ellas. ¿Por qué no contribuyen con parte de sus cuantiosas subvenciones a la compra de material sanitario, o al pago de las pensiones alimenticias?

Mi aplauso a los valiosos hombres y mujeres que nos ayudan día tras día en esta difícil situación que nos ha tocado vivir.

Si la Madre Naturaleza jamás maldice a ningún sexo, ¿por qué muchas feministas y las de su casta lo hacen? Eso, es actuar contra natura, y si alguien va contra natura… pierde.