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Sergio García Torres es el responsable de la execrable Ley del Bienestar Animal. El ufano creador de la ley que acribilla demencialmente a millones de ciudadanos con multas impagables que podrían destrozar el plan de vida de millones de familias, se siente en el punto de mira de miles de cazadores a los que no les cae en gracia; más bien figura para muchos como una amenaza contra la vida propia y la de los seres queridos, quienes pueden quedar con las existencias arruinadas, gracias a las ideas de quien vive de los recursos del Estado para imponer unas penalizaciones económicas con carácter de exterminio contra el sustento vital. Porque al señor que ahora vive muy bien, antes con los despojos de su inutilidad profesional, se le ha antojado así.
Estas multas que en tiempos de la Revolución Francesa debieron costar caro a funcionarios inmisericordes contra el pueblo asfixiado, son una muestra de la demencia parasitaria de ese detritus social devenido en minorías políticas de las que se sirve el inefable Pedro Sánchez para mantenerse en La Moncloa. El pueblo español está soportando milagrosamente la ida y venida del cántaro saturado hacia la fuente ponzoñosa de la política, allá donde las minorías ejercen autoridad dictatorial que nadie ha elegido en las urnas. ¿Hasta cuándo? ¿Cuánto se puede soportar la carroña política sin que no les salte a la chepa la indignación popular? Es un misterio, aunque no lo es que existe en la calle una ebullición de hartazgo que quizá no lo parezca con el tiempo transcurrido en aparente calma frente a los abusos permanentes de un desgobierno conformado por delincuentes de todo pelaje, pero a veces una chispa es suficiente para reventar brutalmente el polvorín de la insensatez.
Al poco de entrar en vigor la ley, se perciben las muchas carencias y la falta de estructura y organización. Eso sí, la Ley Chapucera del Bienestar Animal contempla multas estratosféricas, considerando un baremo de faltas que pueden suponer una pena capital para el sostén de familias, de millones de hogares, por cometer el terrible delito de poseer amorosamente una mascota. Además, ¿ para qué sirve una ley que desampara de cuidados a los animales multando recoger un gatito abandonado en la calle? ¿Qué tiene de experto en animales alguien cuyo currículum consiste en una titulación de Técnico Superior en Artes Aplicadas a la Escultura por Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos La Palma. Madrid.1999-2003?¿Titulación homologada de la Comunidad de Madrid como formador en posicionamiento y manejo de redes sociales, expedida por la federación regional de enseñanza de CCOO? Farsante. ¿Qué tiene de experto el que delinea una mamarrachada pasando por encima de verdaderos profesionales que no han sido consultados?¿ qué tiene de protección poner a gente sin conciencia entre la espada y la pared que a la desesperada sea capaz de matar a los cachorros de un embarazo sin notificar, para no pagar una multa?¿Cuántos cachorros van a ser ejecutados en secreto gracias a Sergio García Torres?
¿Hace bien en temer Sergio García Torres que se le ponga metafóricamente en el punto de mira de los cazadores? Pues seguro, porque podrían considerar una amenaza contra la vida misma cuantos temen quedar arruinados por las arbitrarias medidas de una ley desquiciada y que parece pensada por acomplejados parásitos, con ínfulas de dictadorzuelos que se creen que todo el mundo vive como garrapatas del erario público con la deleznable excusa de la política.
¿Haría bien la clase política en temer que un día les reviente el despotismo, el abuso y la estafa practicados durante cinco años con absoluta impunidad? Pues también, porque cuando se lleva la supervivencia de un país antes estabilizado hasta las últimas consecuencias, es previsible que la chispa estalle. Y la deflagración se produce en un segundo, así se haya acumulado con aparente normalidad el gas en el Congreso de los Diputados donde se ha atentado contra España misma y sus ciudadanos.
Así pues, según los jueces, Sergio García Torres no parece estar amenazado salvo por sí mismo. Cualquiera lo estaría si impusiera multas de 50.000 euros a quien no ponga un anillo en la patita de su pájaro para tenerlo identificado. ¿Y hasta 200.000 por faltas muy graves? Cualquiera se sentiría vulnerable. Con lo que cuesta ganarse la vida para que llegue un cualquiera, elevado a la poltrona de la más estulta soberbia, a borrar de un plumazo hasta la incertidumbre y la esperanza de ganarse con sacrificio de diario la vida honradamente. Claro, que no todo poseedor de avecillas, perros, gatos o hurones, porta licencia de armas y guarda a buen recaudo una escopeta en el baúl. Miles de cazadores, sí. Ahí damos la razón a este García Torres frente a millones de ciudadanos que recuerdan amablemente a su madre cada día que amanece.
La Justicia le ha quitado importancia al asunto de que le pongan en un punto de mira con un montaje gráfico sin ánimo de levantar odios; seguro que así es, si lo dice un tribunal. Que tema represalias puede ser una cuestión de la conciencia o una intranquilidad al percibir un instinto de supervivencia en tensión, no obstante sus imposiciones juegan, literalmente, con la existencia de millones de indignados ciudadanos. La sección 05 de la Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado el recurso de apelación del director general de los derechos de los animales-quien ha perpetrado nuclearmente el ataque impositivo contra España-que había acusado a la Real Federación Española de Caza (RFEC) de un delito de amenazas e incitación al odio tras la difusión de un vídeo crítico con la ley del bienestar animal.
El origen del conflicto que la Justicia ha desestimado de nuevo, surge con la publicación de un vídeo firmado por Marea Naranja, un colectivo que agrupa a diversas asociaciones de cazadores. El vídeo develaba el estratosférico sueldo de García Torres, principal artífice, junto a Ione Belarra, de la ley, y además denunciaba la estafa de chiringuitos y subvenciones que anualmente se lleva la mafia de asociaciones animalistas.
El temerario Sergio García Torres denunció que uno de los recursos gráficos simulaba un punto de mira de un arma sobre su cabeza. Se entienden esos temores porque ¿ quién puede ponerse en la desesperada mente de alguien que quede arruinado por una arbitraria ley, con demenciales multas que buscan la ruina definitiva de millones de hogares? No todos los poseedores de canarios aceptarán de buen grado 50.000 euros por no llevar un anillo de identificación en la patita …¿estamos locos para aceptar esta estrambótica y destructiva imposición, estas cuantías demoníacas? No todo el mundo que es susceptible de quedar arruinado a multas tiene una escopeta de caza o un cuchillo de montería reglamentados, eso es verdad; pero no es algo que afecte a la Real Federación Española de Caza, a quien le es imposible controlar acciones aisladas.
Quizá hasta tenga razón este Sergio García Torres en denunciar una supuesta sugerencia, pero yo tampoco veo una amenaza directa de la asociación. Lo que haga o piense individualmente cada cuál, es otra cuestión. La Historia de los pueblos demuestra que jugar con la vida de las personas entraña riesgos y atacar el bolsillo es un atentado brutal para estos tiempos de saqueo permanente. Por si no hubiese silenciados y masivos suicidios cuanto más arruina Pedro Sánchez y su caterva de delincuentes a España, faltaba una ley del bienestar animal procurada por gentes que no viven en el mundo, aislados en su burbuja de oportunismo político y de radicalidad con lo ajeno. No nos extrañemos si otros empiezan a mascar la tragedia que han sembrado como cizaña en España. Lo que pienso del tipo no es bueno y no me imagino lo que pensarán algunos desquiciados que, siendo amenazados elementalmente, sientan la extrema necesidad de defenderse como la desesperación les dé a entender.
Por toda respuesta a sus temores, el valiente autócrata ha anunciado que pronto se reglamentarán las exigencias de los perros de caza. Di que sí, valiente.
Autor
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Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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La ley se ha hecho para borrar del mapa la tenencia de mascotas en domicilios particulares y ese efecto si se va a conseguir.
Los perros, los gatos, los canarios, periquitos y demas pajaritos van a abandonar las casa en las que viven a golpe de ley y sus dueños no van a poder hacer nada para evitarlo, les ponen tantas pegas para tenerlos que la gente desistirá.
Y los españoles que actualmente pasean sus perros dejaran de hacerlo para que nadie, imbecil podemita o socialista incluido, le de la murga, lo denuncie y lo multen por dejar que su perro corretee `por un jardin