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Todo indica que el crimen de Macastre fue perpetrado por el clan de La Moraleja, y se reutilizó por la élite político-empresarial española colocando un pie amputado de Pilar Ruíz Barriga en la calle Alcasser de Valencia. Probablemente a la par otros crímenes de esta naturaleza también fueron reutilizados de forma similar, y dejados en reserva en espera de cual utilizar en el futuro.
(cni Juan Ignacio Blanco): «…se la han llevado (a Pilar Ruíz) y ha sido sometida a una serie de abusos que ni en la peor película de terror…   …ha estado encerrada en un agujero durante 7 días, como posteriormente se descubrió el zulo donde había estado Pilar Ruíz Barriga, donde prácticamente cabían 2 bombonas de butano, donde tenía que estar sentada en el suelo con las piernas en cuclillas y se pegaba con la cabeza…   …cada vez que alguien se acercaba a la puerta era para sacarla…ser sometida a…»
 
Antonio Anglés era un camello y además confidente de la Guardia Civil. Todo indica que era camello de alguno de los pertenecientes al clan de La Moraleja, bien por sí mismo o bien por ser introducido en dicha tarea para ligar al clan de La Moraleja al futuro crimen de Alcácer.
 
El clan de La Moraleja era la versión alternativa B puesta en reserva para llegado el caso encubrir el crimen-pacto de Alcácer: participaron en las brutales torturas inflingidas a las niñas de Alcácer, pero desconocían todo lo relativo al pacto de Alcácer y al resto de los participantes.
 
El 05 noviembre 1992 Antonio Anglés, Miguel Ricart y Mauricio Anglés atracan una caja de ahorros. Durante la disputa por el reparto del botín, Antonio Anglés muere a manos de Miguel Ricart y Mauricio Anglés, quienes entierran (el 6 de noviembre) en las cercanías de La Romana -en los alrededores de donde acampaban en verano- el cadáver de Antonio Anglés.
Inmediatamente la Guardia Civil detecta la ausencia de su confidente: ya tienen a Miguel Ricart teledirigido para lo que habría de venir.
 
El 13 noviembre 1992 se secuestra a las niñas de Alcácer, y Miguel Ricart se encuentra ese mismo día interno en la prisión Modelo de Valencia, pues en la versión oficial inicial del crimen de Alcácer Miguel Ricart no secuestraba ni mataba a nadie.  
 
El 13 noviembre 1992 las adolescentes de Alcácer Miriam, Toñi y Desirée quedan con una mujer joven, que las contacta esa mañana, y suben al coche de esta mujer secuestradora a la altura del último semáforo a la salida de Alcácer en dirección a Picasent, en torno a las 19:00/19:30 h.
[(cni juan Ignacio Blanco): «…la secuestradora era conocida de un miembro de una de las familias, y que fue precisamente lo que le permitió a las niñas tener con ella la confianza suficiente…»]
Minutos después de las 19:00/19:30 horas esta mujer secuestradora, en un polígono industrial de Silla, entrega las niñas a los 4 delincuentes contratados para el transporte de las niñas: dos niñas son trasladadas a otro coche por dos hombres, y otros dos hombres se introducen en el coche donde está la mujer secuestradora y la otra niña.
Esta mujer secuestradora era hermana de una azafata del programa «1,2,3…», programa que esa misma noche emitirá una coreografía subyacentemente satanista.
 
(cni Juan Ignacio Blanco 07 abril 2018):
«…lo que a mí me consta es que las niñas salen de Valencia ese mismo día…están en [la provincia de] Madrid en…la Base, de donde salen a 4 lugares diferentes donde tienen lugar 4 historias diferentes, con 4 grupos de personas completamente diferentes. 3 de ellos están en la provincia de Madrid y el cuarto de ellos está en la provincia de Segovia…[son] lugares que alguno ha visitado de forma turística, pero son lugares con un tremendo valor histórico…con un peso histórico monárquico muy relevante… …Las niñas salen a 4 lugares distintos, y el cuarto de los lugares son los moralejos…y estos hacían lo que realmente estaban haciendo de forma habitual…el cuarto grupo es el grupo de los moralejos…»
 
El 13 noviembre 1992 las recepciones y audiencias en La Zarzuela las realizó el entonces príncipe de Asturias, no Juan Carlos I.
 
Con casi total probabilidad, Fernando García habló con Esther (la cuarta niña de Alcácer que reculará en el último momento) y de aquí partió la falsedad de que las niñas estaban en un chalé de Picasent: nunca se produjo la llamada telefónica de las 19:50 h. de Miriam a su casa sobre que iban a Coolor: fue una mentira de los padres para proteger a las niñas de las habladurías en el pueblo, pues en aquel momento creían que las niñas reaparecerían en breve.
 
(cni JIB): «…Alcácer y Picassent, en aquella época,…eran lugares de mucho golferío…chalets donde se celebraban fiestas donde acudían trabajadoras del sexo, pero también otras chicas que que no lo eran…»
 
(cni JIB): «Ester…lo ha pasado muy mal…no puede aportar dato alguno a la investigación…Desde entonces ha vivido medio escondida…es lo único que sabía, que no iban a Coolor…no conocía la identidad de esta mujer [secuestradora]. Si lo hubiera sabido el plan no se habría ejecutado o Ester estaría muerta…»
 
Según el cni Juan Ignacio Blanco las tres niñas de Alcácer ya estaban muertas -a causa de las torturas- cuando recibieron el disparo en la cabeza que consta oficialmente como causa de la muerte.
 
Entre el 1 y el 2 de enero de 1993: Finalmente matan a la última de la niñas todavía viva, que es el famoso vídeo que entregan al hipervaticanista Jaime Mayor Oreja cuando era ministro del Interior:
 
(Entrevista de Francisco Pérez Abellán a Juan Ignacio Blanco):
FPA: ¿Y qué se veía en ese… en ese vídeo?
JIB: Bueno, en ese vídeo se ve la violación, tortura y muerte de una niña de… de 14 años, concretamente a manos de… de seis personas…
FPA: … en ese vídeo? ¿Y acaba muriendo ante las cámaras?
JIB: Sí señor.
FPA: ¿Y usted sabe el nombre de esa chica?…
JIB: Evidentemente, era Desireé Hernández…Yo posteriormente vi esa cinta, se puso en manos del Ministerio del Interior y yo no he vuelto a saber absolutamente nada más del tema…
 
(cni JIB): «…[Los cadáveres de] Las niñas son depositadas en el rio Eresma [Segovia], para complacer el ritual en contra del cristianismo, como objeto de ofender el bautismo…»
 
Probablemente durante la noche del 2 al 3 enero 93: (cni JIB): «…»alguien» comunicó la localización relativamente exacta de los cuerpos, los equipos de buceo
tuvieron que trabajar por la noche para no llamar la atención, se encontraron los cuerpos y se ocultaron…»
Los cadáveres de las niñas son enterrados en la provincia de Segovia.
 
Probablemente durante la noche del 3 al 4 enero 93: Los cadáveres de las niñas son desenterrados, y (noche del 4 al 5 enero 1993) furtivamente introducidos «donde no pueden aparecer» por Mario Conde en connivencia o por orden de Juan Carlos I:
En conversación con servidor, el coronel Javier Perote Pellón (hermano del ex número 2 del CESID) ya conocía la aparición de los cadáveres de las niñas de Alcácer en La Zarzuela.
 
05 enero 1993 (cni JIB 07 abril 2018): «…los cuerpos de las niñas un día 5 de enero…aparecen en los jardines de La Zarzuela, aparecen metidos en 3
sacos…se llama al CNI, y como es lógico el señor Manglano y el resto de los cebollinos, sin saber que estaban [siendo] filmados, lo primero que se les ocurre es decir vamos a llevarnos esto de aquí; esto no puede estar aquí, y además no sabemos cómo alguien con las medidas de seguridad y las cámaras que hay…
…El chantaje al Estado se hace de todas las maneras posibles, es decir: has visto como los miembros del CNI se han llevado unos cadáveres de La Zarzuela; verde y con asas…
…Está hecho de forma maquiavélica por el mismo que luego se sienta en el trono, que es la misma jugada del golpe del 23F: yo la lío pero luego yo soy el salvador…
…es lo que de alguna manera frena al único poder real que podía haber acabado con LA TRAMA, que es el CESID…y al CESID se le frena…filmados llevando los cadáveres…»
 
Los cadáveres de las niñas se guardan en secreto en las cámaras frigoríficas del CESID.
 
Mario Conde en aquellos días era una sucursal de la inteligencia israelí en España. En aquel momento la seguridad de La Zarzuela estaba de hecho en manos de la inteligencia israelí: la inteligencia de Israel graba al CESID retirando los cadáveres de las niñas de La Zarzuela, y, se deduce, también graba al CESID recuperando los cadáveres del rio Eresma, enterrándolos en la provincia de Segovia, y depositándolos en las cámaras frigoríficas del propio CESID.
 
El 26 enero 1993, justo el día anterior al afloramiento oficial de los cadáveres de las niñas, Manglano realiza sorpresivamente una limpia de agentes del CESID que trabajaban para la inteligencia de Israel, entre ellos el de un puesto crítico: el jefe del Gabinete de Escuchas del CESID, comandante Navarro Benavente, fulminantemente expulsado del CESID… y amigo de un policía que trabajaba para Mario Conde/la inteligencia de Israel: José Manuel Villarejo Pérez.
De no hacer tal limpia sorpresiva, la propia operación de Manglano para sabotear la farsa de la aparición oficial de los cadáveres habría sido detectada.
 
27 enero 1993. Décimo aniversario del desenterramiento y segundas autopsias a los cadáveres de Los Galindos, esto es, la adhesión simbólica y pública de la cúpula del PSOE al Pacto de Los Galindos.
 
Para el afloramiento de los cadáveres se convence a 2 colmeneros de La Romana: (cni JIB): «hicieron lo que les pidió un alto mando de la Guardia Civil y siempre pensando que estaban «trabajando» para el Estado».
Con casi total probabilidad se les lleva a ver, el día 26 durante la tarde/noche, el puño de un varón que sobresale de la tierra que les dijeron que era Andrés Mayordomo.
 
Durante la noche se saca el cadáver de Antonio Anglés/Andrés Mayordomo de la fosa de La Romana y, en su lugar, personal al servicio del Pacto de Alcácer coloca los cadáveres de las niñas de Alcácer.
Pero después, y esa misma noche, personal de la cuerda Manglno-Perote -es bastante probable que con Emilio Jambrina in situ- levanta a su vez el enterramiento plantando pruebas que señalan a los auténticos implicados en los asesinatos, incluida la alfombra azul de La Zarzuela.
 
El papel oficial de Miguel Ricart sería el de mero contratado para el enterramiento de los cadáveres de las niñas, por mediación de un Antonio Anglés oficialmente fugado.
Pero el saboteamiento por la cuerda Manglano-Perote de la farsa de la fosa de La Romana lo cambiará todo de golpe:
el Gobierno del PSOE decide aquella misma noche sobre la marcha cambiar a una nueva versión oficial y Corcuera viaja en avión a medianoche hasta Valencia:
las niñas fallecieron la misma noche de su secuestro -por lo que la parte superior de los cadáveres será sumergida en una base (por ejemplo, sosa caustica)-, Miguel Ricart pasará a ser asesino, se resucitará a Antonio Anglés teatralizando su huida desde su casa hasta Portugal cruzando media España, Vera telefonea esa noche al forense del Régimen del 78 Luís Frontela para tener en reserva otra versión oficial alternativa por lo que pudiera ocurrir, etc, etc, etc.
 
LUIS FRONTELA, EL FORENSE DEL RÉGIMEN DEL 78, SIGUE GUARDANDO HOY EN DÍA EN SU PODER LOS CRÁNEOS DE LAS 3 ADOLESCENTES DENTRO DE UNA VITRINA COMO SI FUERAN -LO SON- TROFEOS DE CAZA. 

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REDACCIÓN