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En 1970, los militantes de la izquierda radical de las Brigadas Rojas (agentes de la inteligencia militar italiana SISMI y de la CIA) Simioni-Berio-Mulinaris y Mario Moretti fundaron el “Superclan” (super clandestino), estructura que permitió coordinar organizaciones terroristas en Europa. La sede de «Superclan» se encontraba en París, donde el brigadista Moretti mantenía contacto directo con Jean-Louis Baudet y François de Grossouvre. Baudet era miembro de un servicio de inteligencia privado “Le Groupe” (protegido por los servicios secretos franceses) en contacto con toda la inteligencia de Europa. De Grossouvre era integrante de la organización ultraderechista “la Rosa dei Venti” que habia colaborado con el régimen nazi de Vichy y fue luego asesor del presidente socialista François Mitterrand (desde 1981). La escuela de idiomas Hyperion (1977) inicialmente llamada Ágora fue financiada por la Fundación Rockefeller (Trilateral) y permitió dar forma a la institución “super clandestina”. Contó incluso con la protección del presidente francés Valery Giscard d’Estaing. Su objetivo fundacional que serviría de tapadera para sus actividades, era promover la difusión de la cultura a través del estudio de idiomas y de la organización de conferencias. Se pudo recaudar fondos para una escuela de esa envergadura gracias a los servicios secretos CIA y Mossad y del propio SDECE francés: Servicio de Documentación Exterior y Contraespionaje. Este centro logístico clave fue creado durante el periodo de la estrategia de la Tensión de la OTAN para la distribución de armas y explosivos a bandas armadas (Brigadas Rojas, IRA, ETA, RAF o OLP palestina) y como refugio para dar protección a los activistas después de llevar a cabo sus acciones. Desde alli, se organizó el secuestro de 55 dias y asesinato del líder democristiano italiano Aldo Moro en mayo de 1978. Cuatro años antes de su muerte, durante una visita a los Estados Unidos, cuando era ministro de Asuntos Exteriores, Moro leyó el acto fundacional del Compromiso Histórico con el Partido Comunista ante el Secretario de Estado Henry Kissinger cuyas amenazantes palabras fueron: “Debe abandonar la política de unirse a las fuerzas comunistas del país o lo pagará muy caro”. Advertencia que también le hizo el presidente Jimmy Carter. Moro quedó entonces tan conmocionado que enfermó al día siguiente y acortó su visita. Un año antes, Hyperion había abierto cuatro sedes comerciales en Italia que actuaban como cubiertas del SISMI. Dichas oficinas fueron extrañamente cerradas al mes siguiente (junio 78). El motivo de la inacción de los aparatos de inteligencia italianos con el secuestro de Aldo Moro era que todos los oficiales policiales y de inteligencia involucrados en la investigación pertenecían a la poderosa Logia masónica P-2 ( red Gladio del Stay Behind). Los tiradores que realizaron los disparos sobre su escolta de guardaespaldas nunca han sido identificados.
El agente de la CIA, Corrado Simioni era el encargado de coordinar seminarios en una villa cercana a Rouen (Normandía), propiedad de la escuela protegida por un triple anillo de sensores. Por otro lado, Hyperion recibió el apoyo de un hombre clave de Gladio, el sacerdote dominico belga Félix Morlion, agente ultraderechista de la CIA y fundador del servicio secreto del Vaticano Pro Deo en Lisboa. En 1979, se encontraron los números de teléfono de Felix Morlion y del arzobispo norteamericano Paul Marcinkus (presidente del IOR: Instituto para las Obras de la Religión del Vaticano), entre el material incautado en el arresto de los miembros de las Brigadas Rojas. Estas habían recibido armas de la OLP durante años desde Oriente Medio después de un acuerdo entre una delegación de la OLP y la CIA en 1976. Asimismo, una base militar terrorista de la OTAN en Capo Marrar Giu (Cerdeña) permitió entrenar en el uso de armas y explosivos tanto a terroristas de izquierda como de ultraderecha y a palestinos. Además, desde Hyperion se enviaron unidades de terroristas franceses e italianos para realizar entrenamiento paramilitar en campos situados en el Líbano. Las actividades de la tripulación de una barcaza llamada Justine amarrada en el río Sena (la escuela Hyperion se encontraba a escasa distancia) alquilada por un armenio poseía una selva de antenas de radio como centro de escuchas telefónicas. Al investigar Hyperion, se encontró que estaba en su organización un personaje carismático: Abbé Pierre (Henri Grouès) sacerdote católico francés, fundador de la Organización Emaús dedicada a las obras de caridad. Era tío de la secretaría de la Escuela (Françoise Tuscher) y tenía a Simioni como vicepresidente de su Fondation “Abbé Pierre”. El brigadista era tan influyente que Abbé Pierre lo llevó a una audiencia ante Juan Pablo II.
En Italia, el juez Vittorio Occorsio fue asesinado en 1976 a tiros por pistoleros de ultraderecha-Gladio (Ordine Nuovo) porque estaba investigando la Logia P2 (Licio Gelli) y a la propia organización Ordine Nuovo. Uno de los autores materiales del crimen fue Pier Luigi Concutelli cuya metralleta había sido adquirida en Estados Unidos por el comisario cloaquero español Roberto Conesa. Concutelli había actuado en España como terrorista junto a otros neofascistas en atentados realizados durante la Transición como Montejurra, secuestro de Pertur (ETA). El 24 de enero de 1977, los GRAPO secuestraron al teniente general Emilio Villaescusa el mismo día que fueron asesinados los 5 abogados comunistas en la calle Atocha, dentro de la estrategia de la Tensión: las dos manos de la misma entidad Gladio.
Los militantes de la ultraderecha española operaron bajo diversos nombres como Batallón Vasco Español (BVE), Triple A o los Guerrilleros de Cristo Rey. El atentado con bomba en 1975 contra la librería Mugalde de Hendaya fue perpetrado por Grupos de Acción Sindical (G.A.S.) con base en Barcelona, formados por militantes de los Guerrilleros de Cristo Rey (Mariano Sánchez-Covisa) y del nazi CEDADE. Curioso el hecho de que Covisa consiguió en subasta para el empresario falangista Alberto Royuela los autobuses que utilizó Antonio Tejero en el asalto al Congreso del golpe de estado del 23F (otra maniobra de la CIA para forzar a España a entrar en la OTAN) . La conexión entre esta red con presencia en territorio español y la inteligencia norteamericana se produjo a través del Servicio de Información del Alto Estado Mayor y el Servicio de Información Naval de la Armada franquista, antecedentes de los servicios secretos españoles. A pesar de no estar en la OTAN, el almirante Luis Carrero Blanco estableció esta alianza con la estructura fantasma de Estados Unidos. Barcelona sirvió de refugio para muchos terroristas italianos que fueron acogidos por Alberto Royuela, amigo del comisario Roberto Conesa. El piso de la calle Pelayo (fábrica de armas) había sido alquilado por Alberto Royuela, secretario de la Hermandad Nacional de la Guardia de Franco (Mariano Sánchez Covisa fue asimismo miembro de la Hermandad). Otro importante español, Ernesto Milá acusado de atracar una joyería en Barcelona en 1978, posteriormente se trasladó a París donde mantuvo estrechos contactos con los ultraderechistas Stefano Delle Chiae y Salvatore Francia con quienes trabajó en la edición de la revista Confidentiel, considerada como el órgano de expresión de los neonazis europeos.
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