El fútbol ya no es lo que fue, aunque se siga jugando igual. No es “un pretexto para ser felices” como dijeron los argentinos, porque ese pretexto está hoy dominado por las urgencias: los patrocinadores y los fondos de inversión… Hasta se ficha a niños de no más de 9 años si los grandes clubes atisban en ellos proyección. Y los equipos son combinados de extranjeros.
Se han cargado el fútbol, como tantas cosas, que, de ser un espectáculo deportivo, ha pasado a ser uno de los negocios más más lucrativos del mundo. Tanto, que un patán venido de pasar hambre por firmar un contrato se hace archimillonario.
Ahora bien, como lo malo tiende a ir a peor, ahora se ha impuesto que las finales de los Campeonatos del Fútbol de España se celebren en Arabia Saudí, algo verdaderamente insólito por la clase de país y por los miles de kilómetros del viaje. Hasta Nadal, “chico ejemplo” para nuestra juventud, se ha rendido al oro que cagó el moro, y eso que se le supone archimillonario por pegar golpes a una pelota.
Por cierto, no tengo muy claro que el escudo del Real Madrid siga teniendo la cruz. Pudiera ser que Florentino Pérez, siempre tan “correcto” con todos, no quisiera molestar a los señores del desierto.
Me quedo con aquellos magníficos jugadores a los que en el patio del colegio de los HH Maristas o en el campo de fútbol de la Universidad Complutense, algunos quisimos emular. En cuanto a jugadoras, me quedo con “las folklóricas y las finolis” … ¡Qué chicas!
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Pues el Real Madrid y el FC Barcelona son equipos corruptos que solo saben ganar como quedó bien claro ante toda España y el mundo entero en la conversación entre G. Piqué y Rubiales, en la que la RFEF decretó que el Atlético de Madrid no ganaría la liga. Y la RFEF puede hacer que ningún otro equipo gane la competición salvo el RM o el FCB. Si la RFEF dicta quien va a ganar, no hay competición verdadera. Así es imposible que fuera de aquellos dos equipos corruptos, como todos los partidos políticos y sus votantes, pueda ganar liga, copa, supercopa y copas de Europa, cualquier otro club que no sea los corruptos blancos y blaugranas.
Unos tendrán a Negreira y los suyos, otros al Gil Manzano y los suyos, da igual, el duopolio lleva ya décadas y no tiene visos de solución. En el derbi último, el Atlético de Madrid ha sido una vez más robado quitándosele un gol legal, mientras que los blancos reclaman 7 o 8 penaltis, hasta fuera del área con sus piscineros y tramposos jugadores, como toda la historia de este corrupto deporte. Todo es corrupción, competiciones adulteradas, errores arbitrales que no lo son y que siempre benefician a los dos grandes porque así lo establece la corrupta RFEF desde hace décadas. Y, encima, se acusan unos a otros de corrupción, los de Xavi y Laporta a los de Ancelloti y F. Pérez (con su centro de arbitraje, Real Madrid Televisión, que es quien en realidad arbitra los que no arbitra Negreira y su organización impunes ambos hasta ahora). Son competiciones corruptas y adulteradas totalmente las españolas, con árbitros barcelonistas y merengues que deberían actuar en ligas y competiciones extranjeras, trayendo aquí a los árbitros extranjeros, aunque ésto no convenga ni a unos, ni a otros, por lo corruptos que son y la incitación al la violencia que están alimentando partido a partido. Con árbitros extranjeros, la corrupción no podría continuar. Y eso no interesa ni a RM ni a FCB, los equipos corruptos de España durante décadas.
De hecho, la Cruz de Cristo no debería estar en el escudo del corrupto Real Madrid, equipo semi musulmán financiado con dinero árabe, ni en el del corrupto Fútbol Club Barcelona, equipo de odio a España y a los españoles, incitador de secesionismo de la región catalana respecto al resto de España. Sería un escándalo de judía hipocresía farisea política que dos equipos tan corruptos como éstos, tan alejados del Señor y de su Santa Iglesia Católica Apostólica, y sí muy ateos y muy blasfemos en sus pervertidas e idolátricas aficiones, que generan violencia sinsentido con su corrupción adulteradora de la competición, aludiesen en sus escudos a Jesucristo Nuestro Señor, ultrajándole como le ultrajan en su sucio juego. Además, sus futbolistas no son ejemplo de Cristiandad en absoluto. ¿Se castiga el racismo que conlleva la bandera de Vizcaya, la ikurriña, del ultra antiespañol Sabino Arana y su partido del odio a España y los españoles (maketos según ellos), el PNV, que llevan en las camisetas los jugadores de equipos vascos?. Por supuesto que no, por eso el fútbol defiende unos racismos frente a otros, así que no digan por megafonía que no admitirán insultos racistas cuando los tienen hasta en las camisetas y brazaletes de capitán de Athletic de Bilbao, Real Sociedad, Alavés y otros equipos de segunda división. No se consiente el racismo contra Vinicius y sí, hipócritamente, incluso en el Santiago Berbabéu, contra todos los españoles cuando vienen a jugar equipos vascos allí. Y se insulta a España y los españoles de modo impune, sobre todo en San Mamés, en Anoeta y en otros estadios con aficiones enloquecidas de odio contra España y los españoles, con gritos a favor de ETA, incluso contra los que son mayoría en Cataluña y Vascongadas, que se sienten españoles bajo terror antiespañol, como también son mayoría los gaditanos que se sienten españoles frente a los que exhiben como subnormales la ikurriña del odio a España en el Ramón de Carranza redenominado por la ley de odio histórico.
Futbolistas como Dios manda los hubo hasta hace cincuenta años, cuando solo había errores arbitrales no sesgados, cuando ganaba el mejor y había caballerosidad y nobleza en el juego y fuera de él, respeto entre aficiones y con los jugadores, cuando los futbolistas se presignaban todos antes y después del partido, no a partir de entonces, pues desde la democracia, incluso los futbolistas son tramposos como todo el personal de los clubes en prácticamente todos los casos.
Debería redenominarse al equipo blanco como Republicano Madrid, sería mucho más fiel a la historia conforme a lo que afirmó Santiago Bernabeu, que ese equipo jamás fue de Franco y si muy rojo en su afición. Así que la cruz ya no representa a ese club en absoluto.
Don Pablo, totalmente de acuerdo con su agudo y lúcido comentario.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Mis felicitaciones.
Sí, vale, ustedes son muy cucos regalando nacionalidades a placer y luego diciendo que se las quitarían a no sé quiénes sólo cuando les interesa. Me importa un rábano el fútbol pero la difunta España, mucho.