05/11/2024 05:18

Ayer tuvimos la oportunidad de ver, en primer plano, cómo se conducen los valientes, los que saben arrostrar los riesgos, y como lo hacen los cobardes, esos que corren a esconderse, ocultos bajo un paraguas, con el rabo entre las piernas, cada vez que ven peligrar su integridad.

Hoy, hemos visto la gran diferencia entre la actuación de S.M. el Rey, incluso de la Reina, capaces de dar la cara y hacer frente a sus responsabilidades, y la del satrapilla moncloita, el chulo de barrio chino, con andares chulescos y pantalones de pitillo, que, en lugar de afrontar su responsabilidad, por la que cobra del dinero de todos, da media vuelta y escapa como las ratas lo hacen cuando el barco se hunde.

Lo de hoy en Valencia fue, además de lamentable, indigno de alguien que tiene como sagrada misión estar al frente del gobierno de una Nación y deja bien a las claras quien es el personaje en cuestión y, sobre todo, el cariño que se ha granjeado del pueblo al que gobierna.

Todos en la vida hemos tenido que afrontar momentos difíciles en los que, incluso, hemos puesto la vida en peligro, sin embargo, por honor, por dignidad y por amor propio hemos sabido dar la cara y aguantar lo que nos venía encima, en muchos casos porque nos iba en el sueldo.

Pero si dar la espalda y correr a esconderse como un cobarde, rodeado de escoltas y oculto bajo un paraguas, pone de manifiesto la auténtica realidad de un individuo, más allá de lo que nos haya querido hacer creer, dejar abandonado a su suerte a su superior inmediato deja bien a las claras su ínfima catadura moral y humana.

Los que hemos tenido el alto honor de Jurar la Enseña Nacional recordamos, en la fórmula de nuestro juramento, aquella frase “… obedecer y respetar al Rey y a vuestros Jefes, no abandonarlos nunca…” Se ve que para este tipejo nada de eso cuenta. Para él, sólo sirve aquello de sálvese quien pueda.

El Rey y la Reina supieron afrontar sus responsabilidades y aguantar el tipo en momentos especialmente dramáticos en los que la indignación popular se convirtió, con razón, en protagonista de la jornada, en tanto que, el moncloita, escapó como las ratas, evitando así escuchar lo que se merece oír de boca de la mayor parte de los españoles de bien.

Ahora, los sociatas, tan valientes ellos, nos dirán que la huida del satrapilla se debió a razones de seguridad y que fueron órdenes emanadas del jefe del dispositivo. Mentira. El jefe del dispositivo todo lo más que puede hacer es dar su opinión desde el punto de vista técnico, sin embargo, y ejemplos de ello hay para dar y tomar, la decisión final corresponde al protegido que es quien toma la determinación de irse o de quedarse.

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Todos aquellos que vivimos en las queridas provincias vascongadas en los años que llaman del plomo, sentimos que la zarpa asesina de esos con los que ahora pactan los sociatas, con el sátrapa a la cabeza para mantener la poltrona, nos rondaba en cada esquina, al salir de casa o en cualquiera de los servicios que teníamos que acometer, sin embargo, allí seguimos dando la cara y aguantando el tipo, pese a dejar, a nuestro lado, a muchos compañeros que entregaron su vida por España.

La historia de nuestra Patria está escrita por valientes no por cobardes. Está escrita por los que han sabido dar la cara en los peores momentos, aunque en ello les pudiese ir la vida. Los cobardes jamás escribirán un solo renglón ya que su cobardía es razón más que suficiente para merecer todo nuestro desprecio.

Hoy, hemos visto a un hombre y a una mujer. SS.MM. los Reyes, que han sabido dar la cara y aguantar, con estoicismo, la justa indignación de su pueblo, y, por contra, la actitud de un cobarde despreciable que tan solo ha sabido escapar y correr a esconderse para evitar escuchar lo que la mayoría de los españoles pensamos realmente de él.

Hoy, en Valencia, no estaba la prepotente “picotuda” ferrolana, ni tampoco “uropa” con sus gestos barriobajeros. Tampoco estaban los demás, como no lo estaban los lameculos de la bancada sociata y sus pestilentes socios de gobierno. Tal vez, deberían replantearse, de una vez por todas, quien es el adorado líder al que profesan esa suerte de amor ciego que les impide ver la realidad de una España que se hunde, de una España que ni siquiera puede afrontar, con plenas garantías, una situación como la que, desgraciadamente, están viviendo nuestros compatriotas de Valencia.

Por cierto, nos gustaría que alguien nos explicase algún día la relación de estos tristes y luctuosos sucesos, con la demolición de presas y saltos hidroeléctricos que venimos sufriendo de hace tiempo.

En cuanto al sátrapa y a todos los sociatas y a los que todavía los votan que no olviden que el mayor deshonor es vivir siendo un cobarde.

¡Sánchez, vete ya y para siempre!

Eugenio Fernández Barallobre

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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De todos modos el Rey no tiene competencia alguna, tiene las manos totalmente encadenadas. Y él sí respeta lo que juró, la CE 1978, le guste o no. Es puro símbolo de «unidad de España» (que ni puede mantener) sin mando, a pesar se sus cuatro estrellas sobre bastones de galones. Hizo lo que debía, estar con sus compatriotas, con su pueblo, en las duras, en el dolor, en el luto, en el llanto y la ira (aumentada por tantísima corrupción y tanto ladrón y asesino en el poder de la puta democracia), consolar cristianamente y acompañar a los que habían padecido más en el duelo por los fallecidos, sin instigar venganzas ni ira, hablando con las gentes y calmándolas en la medida que podía, como buen cristiano (eso le enalteció, pues dio imagen de importarle los españoles en una situación dificilísima en la que cuesta, en su cargo, dar la cara más que nunca y de dolerle lo que ha sucedido como a cualquier persona normal) soportando el barro que le cayó encima (los «republicanos» pueden irse a montar su putísima república, república de los soviets, republiqueta o república inexistente al infierno, gilipollas supremos, ayer, hoy y siempre, que no han hecho bien alguno a nadie en ningún lugar, solo mal sin límite. Que digan ahora lo que suelen contra el Borbón, ahora que su camarada comisario líder rojo ha huido como una rata cobarde de alcantarilla ante el peligro).

El Rey se enfrentó a la ira del pueblo que no iba ni podía ir, en base a sentido común (que los rojos no tienen ni han tenido jamás), contra él, sino contra el que huyó cobarde y miserablemente porque intuía ya que le podían linchar como aquel en Fuenteovejuna (muy mal lo va a tener de ahora en adelante en todos los pueblos y ciudades de España, al menos entre la gente decente y sensata, a la que no ha dejado de mostrar que odia como los antiespañoles etarras, sabinitos o de la señera, que le mantienen en la presidencia de la puta y maldita mil veces democracia, pues ha quedado fatal ante todo el mundo, no solo ante toda España, sino todo el mundo. Y para más inri, hasta sus familiares están investigados por ultra corrupción masiva como si fueran tiranos populistas de países bananeros, el quehacer típico de todo rojo y sus votantes, robar y asesinar sin la más mínima conciencia de lo que hacen. Ahora solo la corrupción judicial de jueces rojos y no rojos, tan extendida, no solo nacional, que no castiga a los culpables políticos jamás, sino la europea, puede salvarle transgrediendo incontables leyes y todo principio fundamental de justicia, para horror de todo miembro mínimamente ecuánime de la sociedad y para desprecio de toda ley que no venga de Dios mismo).
La misma noche de la tragedia pidió el mismo Rey la movilización de todos los recursos para ayudar vestido ya con uniforme militar, pero los Ejércitos solo atienden, por mandato constitucional, el mando del Ministerio de Defensa, que, obviamente, y bajo mando rojo y antiespañol (ETA incluida), no piensa en las vidas españolas que pudieron salvarse a la espera de rescate y hoy son cadáveres, no, sino en el daño político electoralista que pueden hacerle al PP y a VOX por los muertos, dirigiendo la ira contra ellos, contra Mazón y compañía. Pero por lo visto, la gente no cayó en el engaño electoralista sobre los muertos y el barro. Y se salvó de ser linchado por los pelos. Veremos si la corrupción se destapa hasta el fondo, para que todos sus votantes sean botados como antaño, en 1939, y como antes los judíos y los moriscos, visto que con ellos no se puede convivir, ni antaño, ni ahora.

Por cierto, los ecologistas han quedado bien retratados con sus leyes nacionales del «cambio climático» que impiden limpiar bosques y cauces de ríos. Quedarán impunes ¡cómo no!, pues hoy el mundo está en manos de los que han salido de las puertas del infierno, ellos mismos, pero que la verdad no sea silenciada por sus potentes medios de manipulación de masas, que no paran de hacer campaña electoral con los muertos de Valencia. No hay asesino mayor de la naturaleza por Dios creada que los autodenominados ecologistas del «cambio climático» y el «calentamiento global». Que se vayan a China a hacer campaña «medioambiental». Fuera. Fuera para siempre. Fuera de España.
La ciudad de Valencia, a salvo de la gran riada que arrasó acabando con vidas, casas, negocios, fábricas y campos, debería recordar que su salvador, como el Cid después de muerto ganando batallas, desde su tumba satánicamente profanada por bastardos henchidos de odio y sed de venganza contra sus víctimas y descendientes, encauzó el río por el sur de la ciudad con una obra de ingeniería magistral de la que hoy disfrutan los valencianos, para evitar precisamente lo que ha ocurrido ahora con la Dana. Que vengan ahora los rojos y antiespañoles diciendo que Franco fue muuuuuuuuuuuyyyyy malo, un dictador, un fusilador, un golpista y demás vómitos propios de odio encarnado, y que hay que proscribir su nombre y el de todos los que aman a España de toda calle, plaza, monumento, etc. Franco ha ganado la batalla por la ciudad de Valencia…casi 50 años después de pedirle perdón no concedido a los que pudo haber hecho daño en su católico y ejemplar Régimen. Que Dios lo tenga a él y a los suyos en la gloria y que intercedan todos por España, su unidad y por los sufridos españoles de bien.

Que España entera y los españoles que aún tienen conciencia viva (no anestesiada por drogas, medicamentos o cegados por interés material ignorante de nuestro carácter mortal) tomen buena nota de lo que ha ocurrido y abandonen su autoengaño, de lo que ha ocurrido y viene ocurriendo desde 1976, que se dejen de apoyar en las urnas, comprometiendo su salvación eterna, a semejantes desgracias infrahumanas llamadas políticos, falsos doctores que arrastran con ellos a millones a la perdición eterna (muchos de los que hoy piden la ayuda de esa institución NO democrática que el fundador del PSOE quiso destruir, el Ejército, a buen seguro han votado a ese partido antimilitar y antiespañol. Que evalúen en conciencia lo que han hecho. Y los de otros partidos exactamente igual, que el odio a Dios es igual en toda facción política, que nadie se engañe), hijos todos del padre de la mentira, satanás, que han hecho un daño que ni bajo pena de muerte podrían reparar. Que quede bien patente que por un puñado de votos son capaces de dejar morir a la gente sin ayuda alguna, de lo que han sido testigos todos los españoles y extranjeros. ¿Alguien sensato puede solidarizarse con los políticos después de lo que ha pasado o necesitamos catástrofes aún mayores para darnos cuenta que solo podemos confiar en Dios, Infinita Bondad?. Que a los políticos, sean del signo que sean, no les vote ni su madre. Hay que dar cumplimiento a la Ley, a la Ley de Dios, no abolirla, como suelen hacer los políticos. Y las leyes mundanas se obedecen si son conforme Dios manda, conforme a lo que Cristo nos prescribió y mandó cumplir. Del primero al último español. Otras, contrarias a Dios, ni se atienden.
Más vale perder la reputación social y profesional, el patrimonio (que se puede recuperar con ayuda y esfuerzo, que no es irreversible la pérdida material), el cargo, el puesto de trabajo e incluso la vida que perder el Reino de Dios por hacerse solidario, sí, SOLIDARIO con un falso profeta votándole y corresponsabilizándose con él o ella de sus desmanes contra Dios mismo y sus criaturas.

Observador

Rey caritativo y valiente. Será una broma. A ver.
1) todos sabemos que aún no informando al gobierno de turno si el rey da una orden militar todos los mandos se cuadran y la cumplen y si se la da directamente al gobernador militar de valencia ni te cuento. ¿Osea que caritativo y valiente?
2) cuando la gente se le acerca y le pregunta el reyezuelo responde «¿Si queréis no vengo?» ¿Será que no has visto el vídeo? Y lo de la reyezuela -que presuntamente abortó poco antes de hacer público el noviazgo con felipito- ya es de traca ¿O es que no has visto el vídeo? Por cierto sobre 2014 la entonces gaceta de intereconomis público las facturas de la clínica dator. La publicación duró 48 horas. Y yo las vi. Que pena que no lo descargué.
3) el testimonio de un voluntario (es cierto que podría ser mentira pero lo dudo): el día antes de la visita pasan las escavadoras para limpiar el paso de los reyezuelos y el presi. Pero en el interior de las calles los el barro hasta las orejas y los coches amontonados. Sin embargo, los coches de los voluntarios aparcados fuera a la entrada de la población las grúas se los llevan porque tienen que pasar los reyecitos y el presi mientras las escavadoras acaban de limpiar el circuito. ¿Tampoco has visto estos testimonios?
Venga hombre. El rey está muuuuy desnudo. Viva el rey.

Última edición: 11 horas hace por Observador
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