Getting your Trinity Audio player ready...
|
Ayer lunes, volviendo a Madrid, fui parado por un control (por el Estado de Alarma decretado por los mismos que olímpicamente se lo saltan cuado les apetece, sin el menor riesgo) de la Guardia Civil en la Radial 5, carretera que une la M-40 con la Nacional 5, pasados cinco kilómetros de Navalcarnero.
Es mi segundo encuentro; en el primero fui sancionado con razón por no apercibirme de una señal de tráfico; la segunda ayer. Me pone muy contento tener que decir que, tanto en la primera -acabamos estrechándonos la mano el sancionador y el sancionado-, como la segunda, no puedo dejar de decir que la caballerosidad de ambos guardias, les honra tanto a ellos, como al Instituto Armado al que pertenecen. Para los guardias mi agradecimiento por la seguridad que nos crea su existencia.
Ejemplo deberían tomar esta caterva de necios enanos mentales que, lejos de saber que es lo que deberían hacer para lograr un buen gobierno que fuera capaz de sacarnos de esta multicrisis, lo único que hacen es aquello que les rinde beneficios personales y de tribu, muy contantes y sonantes.
Hoy he leído una noticia que podría tener mucho que ver con la aparición del Covid-19, y tal vez con otros temas sanitarios que, sin motivo que lo ampare, han aparecido en el mundo, como podría ser la Hepatitis vírica, que puso en el mercado mundial la muy carísima vacuna.
Lo que ha llamado mi atención es la fabricación en los años 90 en algún laboratorio -parece ser que alemán- de unos cangrejos capaces de reproducirse sin necesidad de aparearse con el macho de la especie.
Ese animalito no es que por efecto de la evolución se haya ido transformando (como querrían muchas feministas) hasta hacerse absolutamente independientes del macho para alcanzar su aportación a la reproducción de la especie. A eso se ha llegado, no por avance científico, sino por ¡Todo por la Pasta!.
Este cangrejo es tan rápido en su fertilidad, que si no se pone en marcha un plan serio -que será muy costoso, y no definitivo-, lo de la película «Cuando Ruge la Marabunta», podía ser una caricatura.
El caso reseña el hecho de que estos feos bichos han invadido el cementerio Schoonselhof (vaya nombrecito) en Amberes, donde parece ser que reposan los restos de soldados belgas que murieron durante la Primera Guerra Mundial. Insisto en que no es descabellado pensar en la posibilidad -como hay otras posibilidades- de que el virus Coronado del Covid-19, no haya sido algo creado ex profeso para que los euros que fuera a producir la vacuna (que ya está produciendo los millones de euros que muchos países tienen preparados justificados para la reserva de esa vacuna), se vuelvan partenogenéticos, tal como las hembreas de los cangrejos Procambarus fallax, y se puedan reproducir a la misma velocidad y cantidad de como lo hace el cangrejo que ha invadido el cementerio y así, les invada los bolsillos de… Los hijos de mala madre (por no escribir, hijos de puta, no me gusta usar «tacos») que nos «olemos» que pudieran estar a la cabeza -como de tantas otras cosas que siempre les beneficia a ellos- de este inmenso drama (46 millones de infectados; millones de economías destruidas; y lo que es peor: más de 1,2 millones de personas fallecidas) que se está viviendo a escala mundial.
Pero como la maldad del facha no tiene parangón ni freno -yo soy facha-, me ha venido a la mente, viendo cómo van entrando en abigarrada manada por los pasillos del edificio de las Cortes hasta el Hemiciclo los miembros y miembras de Podemos, del PSOE, de las zurrapas que les «han colocao en to lo arto» y ¡claro que también! de algunos y algunas de los/las Cs y de los/las del PP, el enorme parecido con los cangrejos invasores del «Descanso Eterno».
Autor
-
Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.