07/01/2025 00:46

La progresía-eufemismo que encubre el parasitismo oportunista de los sinvergüenzas-más inmunda se crece cuando la impunidad la impulsa cada día a superar el calibre de imbecilidad desalmada de la que hace gala. Subida al carro del oportunismo y mamando de la malversación continuada del delincuente Pedro Sánchez, la pandilla basura se siente muy protegida para desbarrar y ofender cobrando opíparos y parasitarios sueldos. Surgen de la nada arrimados a la pestilencia monclovita para hacer propio aroma del tufo criminal sanchista y, claro, la imaginación de maldad los ensoberbece buscando en la ofensa la mejor y más ruin manera de mantenerse en el candelero, complaciendo como ramera colectiva bien pagada al psicopático amo que los sustenta, cómplices codiciosos y endemoniados.

Así, Pedro Vallín se ha precipitado con maldad por el abismo de la autodestrucción y con la etiqueta de desalmado, cagándose (con perdón) a sí mismo y tirando de la cadena por la gracieta ignominiosa de insultar a la víctimas del crimen de la Dana; ya saben, el asesinato masivo del desgobierno criminal que además ha prohibido las ayudas con el fin de que el objetivo de destrucción sea tal cual fue proyectado cuando se abrieron las presas sin avisar a ochocientas mil personas. Y con la tragedia de este crimen satánico todavía el imbécil de turno se permite burlarse de tantos damnificados que hierven de indignación al comprobar que tan infinito dolor fue provocado por aquellos que se ríen del  dantesco genocidio, cuando se oculta la brutal cifra de fallecidos en una operación demoníaca de manipulación permitida por aquellos que deberían defender la vida y la ley por encima de la manipulación criminal del desgobierno infame que padecemos. Orgullosos uniformes deben de estar colgados de la percha del extravío de la conciencia universal.

Con la manada carroñera de afines paniaguados en defensa del perverso idiota, La Vanguardia ha despedido al confiado malicioso que ahora las pía de victimismo después de demostrar el calibre de su innata malicia. Desplumado el pollo se fue a cagar en la tragedia y terminó engullido por su estulticia defecándose en la letrina de su inmoralidad y tirando de la cadena para que lo engulla el karma. Con este criminal de amorfa y desordenada moral, la justicia se ceba después de desempeñar la más repugnante condición inhumana que es capaz de reflejar desde la ofensiva superficialidad de un cadáver vivo carente de básica sensibilidad… Pronto estará la camarilla sectaria para enchufarlo de nuevo a sueldo del lupanar de ineptos, fulanas y fulanos sostenidos.

Cuando España es consciente de que un criminal sin entrañas, un terrorista que ha secuestrado el gobierno, maniobra para prostituir la Ley de Enjuiciamiento Criminal y delinquir con impunidad, es loable la decisión de La Vanguardia que no ha querido pringarse con las mierdas de Pedro Vallín: el único imbécil capaz de cagarse a sí mismo y tirar de la cadena. Una cagarruta amoral deslizado por el desagüe de la más apestosa estupidez.

Autor

Editor ÑTV ESPAÑA
Editor ÑTV ESPAÑA
Últimas entradas
LEER MÁS:  Lo difícil que es tener el corazón partido. Por Jose Antonio Ruiz de la Hermosa
Suscríbete
Avisáme de
guest
0 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
0
Deja tu comentariox