21/11/2024 16:11
Getting your Trinity Audio player ready...

Por Raúl Navarro Tova:

Antes de nada quiero animar a los lectores de El Correo de España a visitar la Parroquia de San Isidoro, San Pedro Claver y  Virgen del Castillo. Además del ambiente espiritual que se vive y de haber dos imágenes donadas por Dolores Ibarruri “Pasionaria” (cuánta “pasión dolorosa”, como su propio nombre indica, hizo pasar a tanta gente en su día), tenemos una reproducción de la Gruta de las Apariciones de Lourdes con la imagen de la Virgen y del Sagrado Corazón hecho por un miembro de nuestra Comunidad con sus propias manos y por ello el recinto parroquial permanece abierto todo el día para que quien lo desee pueda entrar y sentarse delante a orar o a venerar las imágenes.

Bien, señor Gasco de la Rocha, termino con usted (me refiero a este conflicto de opiniones  que nuestra parroquia no inició, por cierto). Vuelvo a repetirle lo que en el inicio de mi anterior carta le puse: NO HAY NINGUNA PLACA DE ENALTECIMIENTO A LA PASIONARIA EN NUESTRA PARROQUIA. Al mandar este escrito a la redacción del periódico he adjuntado una fotografía de la susodicha placa por si tienen a bien mostrarla para que cada cual considere si eso supone enaltecimiento de algo o no. No voy a seguir dándole razones porque si usted está enrocado en que SI enaltece el terror rojo encarnado en esa señora pues creo que no le voy a convencer de lo contrario.

Sí que me ha llamado mucho la atención su afirmación de que no entiende por qué nuestra Comunidad Parroquial se ha sentido ofendida. Le recuerdo sólo cómo tituló su artículo: VISITEN POR CURIOSIDAD Y NO SIN DESPUÉS SENTIR VERGÜENZA LA  PARROQUIA DE SAN ISIDORO Y SAN PEDRO CLAVER EN MADRID, y luego insiste en afirmar que en ella se enaltece a una asesina. Todo esto se podía haber solucionado con una petición de disculpas después de que en mi carta de réplica demostrase que su ataque es incomprensible pero en ese ánimo de quedar por encima como el aceite a toda costa trata de justificar lo injustificable y además lo argumenta con temas de la guerra, del terrorismo, etc, algo que no tiene nada que ver.

Respecto de si esa señora debió hacer público en su momento su conversión y su arrepentimiento (si es verdad que lo tuvo) estoy de acuerdo con usted. Pero eso no fue lo peor que pudo hacer en su vida y usted mismo reconoce que aun así nada hubiera cambiado por lo que no me merece la pena polemizar a ese respecto.

LEER MÁS:  El corte senegalés. Por Nico Muñoz

Cuando hablé de San Pablo y usted dijo que actuaba cumpliendo órdenes pues también le doy la razón; y quién no cumple órdenes, como la Pasionaria al servicio de la Comintern, Stalin y compañía. Eso no significa que, como a San Pablo, el Señor también le quitara un día las escamas de los ojos. Ojo, Dios me libre de comparar a la Pasionaria con San Pablo. No se agarre a esto porque no voy por ahí, hablé de arrepentimiento, conversión, y puse ese ejemplo (el mejor que se puede poner).

Al tema que plantea de Doña Pilar Primo de Rivera mi respuesta (y estoy seguro que la del párroco también) es ROTUNDAMENTE SI, pero como no se ha dado el caso y creo que no se va a dar pues no se lo podremos demostrar. Otra cosa es la repercusión que se generaría teniendo en cuenta las leyes liberticidas que se están aprobando en este país y la cantidad de descerebrados que viven en él y que podrían incluso provocar ataques físicos como ya ha pasado por desgracia en más de un templo. Menos mal que D. Jesús María tiene las espaldas muy anchas. Fíjese que puso la bandera de España en el altar sin consultarlo con nadie y llegó a pensar que lo mismo alguien se ofendía, pero le dio igual (COMO DEBE SER, añado yo).

Me pregunta qué tiene que ver tener 13 hijos con lo de la X de la Declaración de la Renta. Le pido que vuelva a leer mi carta. La afirmación de los hijos va en un contexto global que relato sobre lo que conozco de la vida de don José Fernando Silva y que me lleva a poner en duda lo que usted dice de él sobre esa cuestión. Con lo cual su pregunta es lo que comúnmente se define como “coger el rábano por las hojas”. Por cierto, son 14 hijos (uno sacerdote y otros 13, por ser rigurosísimo con lo que dije).

Para finalizar, ahora dice que le consta que D. Jesús María Silva es un buen sacerdote. Está usted en lo cierto, es el párroco que este barrio necesitaba. Si bien no deja indiferente a nadie porque es muy proactivo, y como le dije el otro día es de esos curas que afirma muy a las claras lo que la Iglesia ha sido, es y debe seguir siendo, y no lo que a algunos les gustaría que fuese, y claro que eso también genera enemistades, aunque si son por ese motivo bienvenidas sean. Pero le recuerdo que en su artículo hacía un llamamiento a la gente a entrar en nuestra parroquia PARA PONER EN SU SITIO AL PARROCO; hombre, podía haber animado a la gente a hacer otras cosas mucho más útiles en nuestra iglesia como rezar, colaborar con la recogida y entrega de alimentos en las colas del hambre, participar en las actividades de los grupos de jóvenes, matrimonios, Adoración Nocturna, etc, etc, etc. Pues le digo una cosa, no hace falta poner al párroco en su sitio porque en su sitio está y va a seguir estando mientras las altas instancias no le encomienden otro tipo de responsabilidades.

LEER MÁS:  Las religiones ante el origen del mal, en el siglo XXI. Por Enrique Miguel Sánchez Motos

No se crispe D. Pablo. Nosotros no somos el enemigo. Entre hermanos en la Fe los ataques, los reproches, las injurias, etc, al único que favorecen es al verdadero enemigo que usted y yo sabemos muy bien cual es. Y por favor, no seamos como los que cambian nombres de calles, desentierran muertos, quieren ilegalizar pensamientos, pero enaltecen a las ideologías más dañinas de la historia. Reivindiquemos la historia, hablemos de historia, divulguemos la historia, pero no nos la arrojemos mutuamente como si fuera un ladrillo. Dejemos atrás el odio.

Gracias D. Pablo por tomarse la molestia de “debatir” con este humilde ciudadano que se confiesa como alguien sin la cultura, el bagaje y la preparación que usted tiene y lleva demostrando desde hace tanto tiempo. Y por supuesto gracias a El Correo de España y en especial a D. Alvaro Romero.

Autor

Pablo Gasco de la Rocha