¿Fue la catástrofe de la gota fría valenciana un “crimen” o si se quiere un delito perpetrado contra vecinos de los pueblos afectados?
¿De quién fue la culpa?
En sentido teológico la culpa es la transgresión voluntaria de la ley de Dios, ya sea con el pensamiento, con la obra o con la omisión.
En sentido civil es la falta o delito que provoca un perjuicio o daño a alguien; si es voluntario se considera culpa dolosa y si es involuntario representa una culpa negligente.
Si prescindimos,-sin ánimo de enredarnos como la hiedra de la propaganda socio-comunista que se entrelaza y enmaraña en las cándidas y débiles voluntades de sus adeptos, de sus votantes, atarugando y moldeando sus mentes hasta conseguir que “el pueblo mata al pueblo” (lector haga un esfuerzo para desentrañar esta afirmación)-de la culpa metafísica, según Hannah Arendt, existe cuando provoca un “eclipse” de lo humano (lector deténgase en visualizar lo sucedido con la riada y convenga o no, en que lo acontecido oscurece el concepto de humanidad), que es distinta de la culpabilidad “personal” del individuo que ha cometido el crimen, se trata de la culpabilidad “política” del Estado, del gobierno que por inacción o por miserable cálculo electoral y partidista se ha negado a utilizar todos las herramientas y medios de que dispone una Nación, que a pesar de estar sufriendo una acelerada descomposición, sí, está en condiciones de atajar en gran medida los sufrimientos derivados de la catástrofe; por otra parte, no olvidamos la culpabilidad “moral” que atañe a la conciencia de cada uno, de la que ningún hombre puede zafarse, si exceptuamos al okupa de la Moncloa, al ilegítimo y enfermizo presidente del gobierno.
De un modo u otro, estas culpas convergen en la personalidad mediocre y débil del sujeto que ostenta el poder, incapaz de permitirse el lujo de ser leal a nadie o a sí mismo. Poder arrebatado a la Nación, basado y sustentado en el odio a España y en los pactos con los viscerales y criminales enemigos declarados de la Patria.
Socialistas de España, “execrable” Zapatero, traidor y sicópata Sánchez, habéis conseguido que el patriotismo nacional haya agotado su fuerza de cohesión. No sois hombres de gobierno, sois depredadores de la convivencia social, adalides de la discordia y príncipes de la corrupción.
El aluvión de las aguas descontroladas y mortíferas ha discurrido sin obstáculos, las obras de ingeniería que hubieran encauzado y minimizado su furia destructiva, arrasando vidas, haciendas, esperanzas no se han realizado; llegado este momento, las víctimas que han sobrevivido ya no están en condiciones de mirar el futuro, sólo ven el pasado. Todo ello, un generoso regalo de las instituciones y de la negligencia criminal de sus representantes políticos que llevan décadas desoyendo su máxima obligación, que no es otra, que la de proteger al ciudadano que les ha votado y ha pagado sus impuestos.
La justa y santa ira de las víctimas que les atenaza y aflige, es poca, para el intento de exigir las responsabilidades políticas, civiles, legales, personales o morales a las que tienen pleno derecho.
Valencianos, compatriotas víctimas de este sindiós político y moral, prestad atención, sabed que el detritus, el despojo, la mierda que aún permanece en vuestros garajes y viviendas no es sino la que lleva fluyendo desde la Moncloa, la que rezuma del Consejo de ministros desde hace demasiado tiempo, y que vosotros habéis tenido la desgracia de ser los primeros en sufrir sus hediondos tufos y sus efectos destructivos.
La fatalidad, el caos y la “Parca” procedente de la fábrica del fango gubernamental, lleva tiempo preparada y dispuesta para procurarnos la adversidad y el infortunio.
¿Qué ha de pasar, qué ha de suceder para que estos batallones inertes, flojos e indiferentes, estos muertos vivientes que no comulgan y rechazan las constantes perrerías del gobierno, pero que no hacen nada por contrarrestarlas, se movilicen y vayan al encuentro de adalides y dirigentes de prestigio y formación que los organicen y dispongan en una defensa activa contra las legiones de bárbaros irreductibles, gentes inspiradas por el odio y acuciadas por la toma del poder a toda costa, individuos amorales y peligrosos para la sociedad, el progreso y el bienestar de la Nación?
Los silentes a los que Galdós se refería con esta genial frase: “los de mi Misa, mi olla, mi Dª Luisa”, no tienen cabida en la actual España ni la Nación se lo puede permitir.
Algunos de ellos tienen el mandato expreso de la Constitución para ser la salvaguardia y garantía de la soberanía de España, de su integridad territorial y del ordenamiento constitucional.
Una vez,- cuando entiendan que han de contestar a la siguiente pregunta: ¿Sois conscientes de a quién estáis sirviendo, de ser así, estáis convencidos de cumplir con vuestro deber constitucional para con España?-se haya dado respuesta a este interrogante, millones de españoles sabrán a qué atenerse y cómo actuar.
“El sueño de un hombre, incluso si es un bárbaro, es el de ser autor de la performance que lo hará famoso”; Esto es lo único que le preocupa a Sánchez, -el de “ yo estoy bien” y el de “si quieren ayuda, que la pidan” , frases que lo retratan como el enfermo de la Moncloa y sátrapa socialista,-despejar su gran dilema ¿ cómo pasaré a la historia? Pasará a la chatarra de la Historia o a las páginas negras de la Historia de España.
Vengo a recordar algo que podría ayudar a Sánchez a despejar su cosmogónica preocupación; lord Byron hizo grabar en el lateral del pedestal de la tumba de su fiel y amado perro, Boatswain”, en justo tributo a su nobleza y lealtad, la inscripción siguiente: Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes del hombre sin sus vicios” .
El majestuoso y entrañable epitafio me lleva a preguntar: ¿a quién pondría Vd., ferviente lector, un epitafio como el anterior, un despacho al frente de la Moncloa, a Boatswain o al perro de Sánchez?, pues al parecer, el perro, de tenerlo, es la imagen y semejanza de su amo.
También podría contemplarse la posibilidad de una cancelación de todo lo concerniente a él y a su memoria, olvido absoluto, destrucción de la imagen….., al modo y manera de como se hacía en la antigua Roma con los emperadores, crueles, sanguinarios y desalmados.
Antonio Cebollero del Mazo
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La tragedia de la Gota Fría fue un completo asesinato premeditado. No hay que olvidar que abrieron embalses sin avisar para inundar Valencia y asesinar a personas inocentes. Además de no avisar ni el Estado de SanchETA ni Mazón entregando ayudas a dedo. Dos criminales con sus sicarios. Estos dos tendrían que ir a la cárcel a perpetuidad.