21/11/2024 19:34
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Como cada año coincidiendo con el primer sábado de septiembre, hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional de los Buitres. La fecha es un recordatorio de la importancia de conservar a estas aves rapaces necrófagas, que nos aportan beneficios de valor incalculable por las funciones que desempeñan en el medio natural. Entre los servicios ecosistémicos que nos prestan se cuentan algunos tan importantes hoy en día como el de prevenir la propagación de enfermedades al limpiar el medio natural de las carroñas de las que se alimentan. 

Conscientes de ello, en 2020 la asociación conservacionista GREFA ha dedicado a la conservación y recuperación de los buitres gran parte de su trabajo consagrado a la fauna autóctona y sus hábitats. «Inmersos en una pandemia como la que estamos sufriendo somos cada vez más conscientes de los vínculos entre salud humana, salud animal y salud ambiental, una ecuación en la que los buitres juegan un papel decisivo», recuerda Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.

Especialmente relevantes han sido los avances obtenidos este año por el Proyecto Monachus, que agrupa las acciones de GREFA en favor del buitre negro. De gran éxito puede calificarse el nacimiento de los dos primeros pollos de buitre negro en el sector burgalés de la Sierra de la Demanda. Se trata de un hecho de gran relevancia ya que esta especie, incluida en la categoría de «Vulnerable» en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, no se reproducía en el extenso ámbito geográfico del Sistema Ibérico desde hace más de medio siglo.

Por desgracia, estos dos pollos no llegaron a volar ya que desaparecieron de sus respectivos nidos por motivos desconocidos. GREFA ha denunciado estas desapariciones al tener indicios de que fueron causadas por algún tipo de acción humana delictiva. «En cualquier caso, el nacimiento de estos buitres negros y el hecho de que nada menos que seis parejas de esta especie hayan incubado su puesta en 2020 confirman las grandes expectativas en la Sierra de la Demanda del Proyecto Monachus cuando solo han transcurrido dos años y medio desde las primeras liberaciones de ejemplares», afirma la bióloga de GREFA Lorena Juste, responsable de estas actuaciones.

Gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de la Rioja, entre otras entidades, GREFA está reintroduciendo desde 2017 buitres negros en este sector del norte del Sistema Ibérico. A principios de octubre de 2020 una nueva remesa de estas aves, compuesta por trece ejemplares, será liberada en la Sierra de la Demanda. Por este motivo el próximo 11 de septiembre a estos buitres negros, que actualmente viven en un jaulón de aclimatación en el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos), se les colocará un emisor GPS para poder seguir sus movimientos cuando sean liberados pocas semanas más tarde.

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Un trabajo de proyección europea
GREFA busca conectar las grandes colonias de buitre negro del centro y el sur de la Península Ibérica con las que se están creando en Francia y otros países europeos. Para lograrlo no solo actúa en la Sierra de la Demanda. Buena muestra de ello son las liberaciones de buitre negro emprendidas en colaboración con otras entidades hace más de diez años en el Prepirineo catalán (Boumort), donde ha nacido medio centenar de buitres negros desde que comenzó el proyecto.

«En 2020 tenemos más de sesenta ejemplares asentados en esta colonia y ha habido diez parejas criando, lo que ha hecho posible que cinco nuevos pollos hayan salido adelante, de manera que en breve se espera que emprendan sus primeros vuelos», explica Émilie Delepoulle, que coordina el trabajo de GREFA en Boumort.

Muchos de los buitres negros liberados en las zonas donde GREFA actúa proceden de un buen número de centros de recuperación de fauna de diferentes comunidades autónomas, que han cedido al Proyecto Monachus ejemplares rehabilitados en sus instalaciones tras sufrir alguna lesión o enfermedad.

Pero también hay buitres negros reintroducidos que proceden del centro de cría en cautividad de especies amenazadas que GREFA tiene en Majadahonda (Madrid), instalación que en 2020 ha conseguido el récord sin precedentes del nacimiento de seis pollos de esta especie en una misma temporada reproductora.

Fuente: www.grefa.org

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