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En 2006, tres jóvenes decidieron compartir su casa con personas sin hogar en Francia. A partir del éxito de esta primera experiencia nacieron otros pisos solidarios entre jóvenes y personas sin hogar en Europa y en México. Hoy en día son más de 250 personas las que están compartiendo esta forma de vida en todo el mundo.
En Lázaro, eligen vivir juntos para construir la amistad y la confianza entre personas que de otro modo nunca se hubieran conocido.
Entrevistamos a Bernabé Villalba, responsable de comunicación de Proyecto Lázaro en España.
¿Cómo nace el Proyecto Lázaro y con qué objetivo?
Lázaro nace en 2011 con una misión clara: ofrecer un hogar a quienes no lo tienen y reconstruir vidas a través de la convivencia. A diferencia de los albergues o centros de acogida, Lázaro crea hogares compartidos, donde personas que han vivido en la calle y jóvenes profesionales conviven como compañeros de piso. Esto no es solo un techo; es una familia que devuelve la dignidad y el sentido de comunidad a quienes han sufrido la exclusión.
El nombre «Lázaro» evoca la historia del Evangelio: Jesús resucita a Lázaro y lo llama a salir de la tumba. Del mismo modo, en estos hogares muchos recuperan la esperanza, la autoestima y una nueva vida.
¿A quiénes acogéis en estos hogares?
En los hogares de Lázaro conviven dos tipos de personas:
-Personas que han vivido en la calle, hombres y mujeres que han sufrido la soledad, la miseria y el rechazo social.
-Jóvenes profesionales, que eligen compartir su día a día con ellos en un ambiente de igualdad y amistad.
No se trata de «asistencialismo», sino de amistad verdadera. En Lázaro, todos son compañeros de piso, cocinan juntos, comparten las tareas del hogar y crean vínculos reales.
¿En qué medida se crean hogares católicos?
Lázaro es un proyecto inspirado en la fe cristiana, pero abierto a todos, sean creyentes o no. La clave está en el espíritu de fraternidad y en la visión cristiana de la dignidad de cada persona.
En los hogares, la fe se vive con naturalidad. No hay obligación de creer, pero muchos encuentran un espacio donde pueden reconciliarse con Dios y consigo mismos. Algunas casas tienen momentos de oración, misas, y quienes lo desean pueden profundizar en su vida espiritual. Los jóvenes profesionales hacen un compromiso de oración en su misión, todas las mañanas rezan laudes juntos, sin embargo para el resto de residentes es algo optativo.
¿Cómo estas personas se integran y mejoran como seres humanos y como cristianos?
La convivencia en Lázaro transforma vidas. El 72% de los residentes que llegan sin un rumbo claro terminan con un proyecto personal o profesional, recuperando su autonomía (dato de 2023). El 100% se sienten aceptados y valorados, y afirman que su experiencia es enriquecedora (dato de 2023).
Para muchos, es el primer lugar donde alguien los llama por su nombre, donde se sienten escuchados sin ser juzgados. Esta nueva familia les permite:
-Reconstruir su identidad: Después de años de ser «invisibles», vuelven a verse como personas valiosas.
-Recuperar la confianza: En sí mismos, en los demás y, muchas veces, en Dios.
-Sanar heridas: A través del amor, la paciencia y la fe compartida.
-Aprender a vivir en comunidad: La convivencia exige responsabilidad, respeto y generosidad.
Algunos han recibido los sacramentos por primera vez, otros han vuelto a la Iglesia después de años alejados. La fe no es impuesta, pero la experiencia del amor y la acogida es el mayor testimonio.
¿Cuáles son los cambios de personas que más le han impactado?
Cada hogar de Lázaro está lleno de historias de resurrección. Personas que han pasado de dormir en la calle a tener un hogar, un trabajo y amigos. Aquí algunos ejemplos:
-Ricardo, que pasó más de 20 años en la calle, carrileando por toda España de un sitio a otro. En Lázaro redescubrió lo que es ser familia, ahora se ha independizado y sigue su amistad con todos los que fueron sus compañeros de piso.
-Marina, se vio en la calle, sin nada, siendo inmigrante. En Lázaro encontró grandes amistades y un lugar donde volver a recomenzar su vida.
-Manoli, que tras perder a su marido, su hermana y su casa en un incendio, encontró en Lázaro un hogar seguro donde reconstruir su vida.
Estos no son solo números, son vidas transformadas.
¿Qué perfil de voluntarios hay?
Lázaro es posible gracias a una red de voluntarios que aportan su tiempo, su talento y su corazón. Entre ellos están:
-Familias responsables: Matrimonios que viven en el hogar, acompañando a los residentes como un apoyo cercano. Viven en un piso independiente.
-Jóvenes profesionales: Viven en los pisos del hogar y comparten piso con las personas sin hogar.
-Colaboradores puntuales: Personas que ofrecen su ayuda con formación, actividades y apoyo emocional o profesional.
¿Cómo se puede colaborar en este apostolado?
Cualquiera puede colaborar:
-
Viviendo en un hogar de Lázaro como compañero de piso.
-
Siendo voluntario en actividades o apoyo a los residentes.
-
Apoyando económicamente para sostener los hogares y abrir nuevos.
Lázaro no solo cambia la vida de quienes han estado en la calle, sino también la de los jóvenes que eligen compartir su vida con ellos. Porque al final, todos necesitamos ser acogidos y amar.
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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