09/03/2025 15:55

Viejo dicho este muy usado en el burle “tutero”, al menos cuando era costumbre lo de jugar a la baraja, cosa que me parece está en trance de desaparición como muchas de las costumbres nacionales.

Era relativamente sencillo en el bar del barrio o en el del pueblo, cuando las primeras sombras de la noche se sentaban con nosotros, ver aquellas mesas en las que se debatían en partidas interminables, unas parejas contra otras jugando al tute o al chinchón.

En ese ambiente, de vez en cuando aparecía el que siendo convidado de piedra, porfiaba sobre una u otra jugada hasta que, por fin, alguien le decía aquello de “el de fuera, mira y da tabaco”, frase que solía servir para acallar, cuando no para que huyese despavorido el méteme en todo de turno.

Pues bien, el otro día, no sé dónde, creo que en Parla, un grupo de supuestas universitarias se manifestaron exigiendo el libre uso del hiyab en las aulas de la universidad, aduciendo que, de igual forma que se permite lucir crucifijos, se debería permitir el uso de esta prenda islámica.

La petición presenta un error de base que se llama reciprocidad. De todos es sabido, lo cual me parece muy bien, que quien acude a un país islámico tiene que acatar sus normas de conducta y no como aquí que cualquiera se las salta a la torera. Esas normas no permiten, entre otras cosas, que las mujeres se paseen con minifalda u otras prendas similares y que quien acceda al interior de una mezquita lo haga con el respeto que se merece. Todo ello, sin contar los lugares donde la práctica de nuestra religión, la católica, está prohibida y quien la práctica corre el riesgo de perder la vida. Por tanto, el día que exista reciprocidad y yo pueda practicar mi religión en esos países, tales reivindicaciones serán de justicia. Hasta entonces, lo dicho, el de fuera, mira y da tabaco.

Sin embargo, podría entender la postura de estas jóvenes musulmanas que reivindican, aunque fuera de lugar, un derecho que creen les corresponde, pero no así a esa estúpida vocinglera comunista-podemita, atea para más datos, representante del llamado sindicato de estudiantes, más bien de vagos politizados, que secundó la manifestación, aduciendo que lo hacía para denunciar la islamofobia. Ya me gustaría a mí que se mostrase tan dispuesta y combativa para pelear contra la cristianofobia que ellos mismos -podemitas y demás ralea- practican e instigan de forma habitual y reiterada.

Estos podemitas pijoprogres, con la “otrora favorita” a la cabeza, líder también de esta reivindicación islamista, son los mismos que nacieron amparándose en aquel movimiento del llamado “15M”, el engaña tontos que provocó que muchos españoles de buena fe los votasen, creyendo que con ellos llegaría la regeneración política, cuando, en realidad, estamos viendo que eran iguales o peores que los que ellos querían desbancar.

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No han sido solo los chalets y los pisos de lujo para reemplazar a los barrios obreros donde ellos habían jurado vivir siempre; ni siquiera los vestidos de última moda y los peinados y maquillajes para sustituir la imagen de zarrapastrosas que tenían de forma habitual; incluso, aquel supuesto feminismo militante que tanto defendían, no era más que una tapadera para, engañándolas, poder aprovecharse de sus compañeras de filas y así crear, cada uno de ellos, su particular harem, al más rancio estilo islámico.

Y ahora, nos vienen con lo del hiyab, presentándolo -hace falta ser cínicas- como todo un logro para la mujer y su liberación, una suerte de icono femenino que toda esta gentuza defiende a capa y espada simplemente por el miedo que les inspira perder las cuantiosas subvenciones que reciben de algunas de las dictaduras árabes.

Todos estos son los mismos que tanto se manifiestan a favor del hiyab como en defensa de los presos etarras o contra la unidad de España. Los mismos que se han convertido en los principales altavoces de la embustera leyenda negra que nos han colgado ingleses, franceses u holandeses, esos que ahora se dicen nuestros socios.

En resumen, la escoria al más rancio estilo comunistoide pijoprogre de salón que, con sus ocurrencias, está llevando a España a la ruina.

Es verdad que, poco a poco, el pueblo que suele ser sabio los va colocando en su sitio que no es otro que el basurero más sucio y oscuro, donde se arroja todo aquello que no sirve para nada y hay que desechar. Afortunadamente, a cada paso desaparecen más de la escena política hasta que se convertirán en prescindibles e irrelevantes por más que los sociatas los sigan manteniendo como socios; pese a todo, todavía hay tipas como esta vocinglera de Parla, sin duda de la escuela de aquel cherepudo de la melena sucia, que hará todo el daño que pueda, al igual que todos esos sectarios incompetentes que ocupan cargos en el gobierno de España por el desmedido interés de poder de los socialistas.

En cuanto a las otras, ya lo saben: el de fuera, mira y da tabaco.

Eugenio Fernández Barallobre

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).

Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
"En el silencio de la noche. Relatos Relatos frente al fuego" (SND Editores 2024)
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