Muchas personas hablan del globalismo y votan al globalismo, sin saber de verdad lo que es y lo que pretende.
El globalismo no es más que una ideología política o movimiento social caduco, con un nuevo restiling o actualización con cambio de nombre incluida, para intentar imponer el socialismo 2.0, vamos el socialismo de toda la vida.
Como el propio globalismo reconoce. El globalismo pretende la desaparición de los estados para la imposición de un Gobierno mundial en la sombra a través de organizaciones supranacionales como la ONU, OMS, …, cuyos líderes no son elegidos en las urnas, ni representan a los ciudadanos. También pretenden suprimir los derechos individuales, para imponer los derechos colectivos “dicen por el bien común”. Asimismo, quieren la desaparición de la propiedad privada para los ciudadanos, en pro de la propiedad privada para las grandes corporaciones multinacionales, no en vano, en su presentación proyectaron un famoso video que colgaron en su web cuyo lema era “No tendrás nada y serás feliz”.
No me digan ustedes que no es la internacionalización colectivista llamada socialismo de toda la vida. Piénsenlo y extraigan sus propias conclusiones.
El globalismo para tratar de imponer su objetivo final, el control total de la población, se sirve de su principal herramienta, la maligna Agenda 2030, muy loable en sus fines, como todo lo socialista para derrumbar las verdaderas democracias occidentales de toda la vida, cuyo nivel de libertad y prosperidad económica ningún otro sistema político ha alcanzado jamás.
Para imponernos esa maligna Agenda 2030 utilizan los fondos públicos fruto de nuestros impuestos, bien directamente o través de las subvenciones a las ONG´s.
La irrupción de Trump les ha roto su plan urdido durante años, por eso le atacan salvajemente.
Trump que se ha dado cuenta de cómo funciona el globalismo, nada más llegar a la Casa Blanca les ha cortado el grifo. Está desmontado la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que administra la ayuda exterior estadounidense aprobada por el Congreso norteamericano, con nada más y nada menos que 10.000 empleados. Un gasto público en ayudas al exterior de miles, y miles de millones de dólares anualmente. Es decir, dinero que quitan a los estadounidenses vía impuestos para dárselo a países extranjeros para tratar de adoctrinar e imponer la maligna agenda 2030 del globalismo a nivel mundial.
Pero no sólo los fondos al exterior provienen de USAID, otras ayudas provienen de los Departamentos de Estado, Tesoro, Salud y Servicios Humanos, la Corporación Reto del Milenio y otras 16 agencias.
Menudo negocio con chiringuitos tenían montados los globalistas, George Soros, Bill Gates, la familia Rockefeller, la familia Rothschild, los Vandervilt, los Walton, etc. Todos ellos presumiendo de filantrópicos con el dinero público de los estadounidenses.
Al igual que ocurre en Estados Unidos, en Europa pasa lo mismo. Cada país detrae a sus nacionales su dinero, mediante la incautación vía impuestos, para luego regalárselo a las ONG´s globalistas y que hagan los mismo: tratar de adoctrinar e imponer la maligna agenda 2030 del globalismo a nivel mundial.
¡Despierta!, está en tus manos evitarlo con tu voto, votando a partidos que no defiendan esa maligna Agenda 2030.
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