El DIU (Dispositivo Intrauterino) no es ético. Es una aberrante práctica en estos tiempos de abyecta mentalidad hedonista antinatalista que es sistemáticamente contraria al principio del respeto a la dignidad de la vida humana. El DIU es un método abortivo (no anticonceptivo, obvio) que provoca una reacción inflamatoria en el endometrio e impide la normal implantación del blastocisto. La inmensa, inmensísima mayoría de la mafia sanitaria/satanitaria intenta engañar a la gente eludiendo su palmaria consustancialidad abortiva. Y recuerda cuantas veces sea necesario: aceptar el hecho de que, tras la fecundación, un nuevo ser humano ha comenzado a existir no es una cuestión de gusto u opinión. La naturaleza humana del hombre, desde su concepción hasta su óbito, no deviene esgrima metafísica. Es una simple evidencia experimental.
El DIU aniquila un embrión ya concebido/fecundado
Y recuerda, lector, que es valor nuclear la propia existencia de quienes inician, aún sin saberlo, su trayectoria biográfica, en los primeros días y semanas después de su concepción. En los períodos de la máxima fragilidad existencial es en los cuales, precisamente, los argumentos de la medicina y del saber científico se deberían orientar hacia su promoción y protección. Memento juramento hipocrático.
El derecho a la vida y su inviolabilidad absoluta es el primero y principal de cada ser humano. Él lo posee por el hecho mismo de ser humano, individuo de la especie humana, y como tal debe ser respetado. No se trata de imponer a ninguno el respeto de la vida humana sobre la base de una moral confesional. El rechazo de las manipulaciones y de las violaciones contra la sacralidad de la vida humana, así como su defensa, se fundan y fundamentan, por ejemplo, sobre la naturaleza misma de las cosas y sobre la experiencia humana. La finalidad natural, primaria y principal de la medicina y del progreso técnico-científico debería ser la defensa y la protección de la vida, no su manipulación o eliminación.
DIU, letal artificio con el cual se han suprimido, por décadas, silenciosamente, las vidas de millones de seres humanos. La implantación de la blástula, que debe darse en la cavidad endometrial aproximadamente en el sexto o séptimo día postfertilización, es alterada absoluta e irreversiblemente por la presencia del DIU. Este siniestro objeto, un cuerpo extraño en contacto con el endometrio, genera allí una inequívoca reacción local de inflamación, completamente hostil al proceso de la natural anidación del embrión naciente. Las consecuencias e implicaciones lógicas, antropológicas y morales de esta criminal realidad, hasta ahora, sin embargo, han sido casi sistemáticamente ignoradas ( y, por supuesto, elogiadas), especialmente – pero no solo – en las publicaciones de carácter “académico” en las inquietantes áreas de la ginecología y obstetricia…
…Y les dejo los que estimo mejores documentales y películas contra este silente genocidio. En fin.
El genocidio silencioso (Terra Ignota)
EL NEGOCIO DEL ABORTO (BLOODY MONEY)
DOCUMENTAL EL GRITO SILENCIOSO
LA SANGRE QUE SE DERRAMA EN MÉXICO
El Código de Muerte (Ecuador)
Serie documental El manual del aborto (El Salvador)
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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