01/11/2024 06:23

La UCO ahora, suma y sigue, tras la pista de los 39 viajes no oficiales del Falcon a Santo Domingo y Sánchez y su caterva ministerial siguen adelante a decretazos como si no fuera con ellos. ¿A qué obedece el impasible rodillo totalitario del sanchismo, ahora para completar el  asalto a RTVE, a pesar de que todo apunta al carácter delictivo del gobierno en pleno? ¿Son los necios estertores de una presidencia acorralada por su corrupción o la muestra de un margen de maniobra de quien busca salir airoso de las investigaciones de la Justicia? Si Sánchez todavía piensa que puede librarse de ser juzgado, algo se está maquinando un paso por delante de las apariencias. A tenor de las aplastantes pruebas que un delincuente siga en el poder es un sintomático defecto de una democracia que olvidó defenderse a sí misma en casos excepcionales. A fuer de ser pusilánimes y sumergirnos durante años en el lodazal pútrido de las voluntades personales del rey del fango, Pedro Sánchez, hemos extraviado la virtud de la buena lógica o del sentido común arrastrados por la inercia de corrupción que sacude las entrañas de nuestro Estado de Derecho. Nos hemos acostumbrado a las convulsiones de la mentira y a las consecuencias encadenadas de la aprobación tácita de las aberraciones conjuntas, a la demente actitud delictiva del estafador de La Moncloa. Y tanto es así que despiertos por la defensa colectiva frente al sectarismo impuesto por los forajidos-todos al día de hoy-que militan en el PSOE, aún nos sustentamos en el democrático pulso contra el mal-como la reciente manifestación del 20 de Octubre en la madrileña Plaza de Castilla-, cuando las evidencias nos impelen a transformar la complacencia en una reacción con sentido de urgencia: la urgencia de deshacernos de la iniquidad sanchista toda vez que quien más quien menos en ese consejo de ministros conformado por criminales, todos son culpables de la deriva antidemocrática con los enemigos de España, todavía con inexplicable margen de maniobra para encubrir los delitos y posicionar el país en las lindes de un abismo si es que todavía se permite que los orquestadores de tanta iniquidad sigan al frente sin cortapisas. Porque a la altura de estas revelaciones sintomáticas del carácter criminal de Sánchez, ¿no estarán dispuestos a todo para favorecerse radicalmente de lo que llevan planeando rastreramente durante seis años? Pues podría ser que al paso de los acontecimientos trepidantes, se nos adelanten con las artimañas acostumbradas elevadas a la enésima potencia, aprovechando cualquier coyuntura para obstaculizar las naturales funcionalidades de la Justicia imparcial.

Si alguna garantía tiene España para imputar a Pedro Sánchez en el Tribunal Supremo es la que se origina con la valentía en el cumplimiento del deber del juez Juan Carlos Peinado y en el ejemplo que comporta ser el pionero que ha marcado la senda de imparcialidad para que las investigaciones sobre la masiva corrupción con origen en La Moncloa, lleguen al término necesario para revelar la inmensa estafa que ha supuesto la artificiosa presidencia de España. A la unión de las fuerzas añadidas con la Audiencia Nacional y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid más otros tribunales en vías de anexión sanchista-todavía no consumada la estrategia como lo fue con el Tribunal Constitucional gracias a la inestimable ayuda del cómplice necesario Feijóo y sus incoherentes y contradictorios bandazos-, se suma el escaparate internacional que impide un aislamiento de nuestras circunstancias bajo la influencia estafadora de una prostitución institucional al servicio del sátrapa, ahora en el punto de mira de la crítica mundial.

Numerosos servicios secretos internacionales deben de estar trabajando pulcramente para que el capo no tenga escapatoria. Lo inexplicable es que se consideren formalmente como indicios, las pruebas fehacientes del mayúsculo e interminable laberinto de actitudes delictivas, con Pedro Sánchez comandando un entramado institucional emponzoñado por la corrupción inabarcable. Un mundo estupefacto contempla con expectación, cuál será la próxima maniobra de este prestidigitador y embaucador metido a política con los usos y costumbres de la delincuencia común que ha usado a todo un país para montarse una mafia a la altura de sus psicopáticas ambiciones.

Las pruebas de su culpabilidad se desparraman, a pesar de haber comprado la inicua voluntad de los prostituidos defensores de la organización criminal que es el PSOE con el mandamás al descubierto, y a punto de sentarse en el banquillo de los acusados y de la peor Historia. Su futuro no es sólo judicial sino más que previsiblemente penitenciario si es de verdad España una democracia civilizada. Pero primero hay que  desatornillarlo de la poltrona monclovita donde se agarra como un parásito, además apelmazado por el fango que España ha dejado secar demasiado tiempo.

Autor

Editor ÑTV ESPAÑA
Editor ÑTV ESPAÑA
LEER MÁS:  La jura de Bandera. Por Miguel Sánchez-Caballero Legionario
Últimas entradas
Suscríbete
Avisáme de
guest
1 comentario
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
Leocadio Laínez

NO HA HABIDO NADIE EN LA HISTORIA DE ESPAÑA MAS TRAIDOR, RASTRERO, QUE ESTE SANCHEZ.

1
0
Deja tu comentariox