23/11/2024 23:13

 La penosa realidad cultural ideológica y política de hoy queda de manifiesto ante el tema del marxismo, ya que tanto la inmensa mayoría de la derecha, como de la izquierda, que se pretende demócrata, desconocen lo que es. Hagan la prueba, pregúntenles a sus conocidos. Unos les dirán que es un tema antiguo, cosa del pasado; otros responderán con ambigüedades, incapaces de explicar qué es el marxismo. La consecuencia de ello es que gran parte de la derecha sigue reverenciando, y más en círculos universitarios o mediáticos, la presunta superioridad intelectual de la izquierda.

La derecha, salvo honrosas, y escasas excepciones, se contenta con que su slogan consista en “ofrecerse como gestores más eficientes de la economía”, mientras que deja a la izquierda con un halo de superioridad ideológica que atrae a muchos jóvenes idealistas, inclusive de familias que supuestamente votan a la derecha. Esta actitud no viene de ahora, ya ocurría también en tiempos de Franco. Ese desconocimiento impide que la mentira sea descubierta y eso bloquea el camino hacia un mundo auténticamente solidario y más justo. Abordemos el tema. Para no hacer muy largo el artículo lo voy a dividir en dos entregas sucesivas

Es frecuente, aún hoy, que muchos intelectuales afirmen que el marxismo de Marx y Engels no es el que aplicó Lenin y por tanto que hay una diferencia radical entre el marxismo y el marxismo leninismo. Sin embargo, Lenin, en su libro «El Estado y la Revolución», se manifestó como un intérprete magistral de Marx y aportó referencias precisas a los textos de éste para poner en evidencia que sus ideas y las de Marx eran esencialmente las mismas.

Es muy importante subrayar que Lenin publicó su libro entre agosto y septiembre de 1917, es decir, apenas dos meses antes de que Lenin derrocara, mediante la violencia armada, al Gobierno provisional republicano ruso que había derrocado al Zar, lo cual había ocurrido en febrero de ese año, sin participación alguna de Lenin, que estaba exiliado en Suiza.

Con esa publicación Lenin dejó clara, y muy bien argumentada, su interpretación de cuál era el pensamiento de Marx y Engels, que poco después aplicaría al pie de la letra, para llegar al poder y para transformar a Rusia en la trágica y terrible Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La URSS fue una dictadura feroz y sanguinaria que se mantuvo hasta 1991, cuando tras el fracaso del golpe de estado contra Gorbachov, dado conjuntamente por la KGB, el Partido y el Ejército, se optó por disolver al partido comunista soviético y por abandonar la ideología marxista que lo inspiraba.

Veamos lo que dice Lenin en su libro, acompañándolo de sus frases literales.

Lenin denuncia que, tras la muerte de Marx, se había intentado suavizar y cambiar su mensaje. Se refiere a quienes, Bernstein y Kautsky entre ellos, y especialmente al primero, abogaban por el abandono de la lucha de clases, por la coexistencia entre la propiedad privada y la propiedad pública y por un proceso de evolución social gradual no revolucionario. Estas eran las palabras de Lenin: “Después de su muerte (las clases opresoras) intentan convertir (a los pensadores revolucionarios) en iconos inofensivos, castrando el contenido de su doctrina revolucionaria. Ante esta situación, ante la inaudita difusión de las tergiversaciones del marxismo, nuestra misión consiste, ante todo, en restaurar la verdadera doctrina de Marx sobre el Estado”

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Lenin corrige también a quienes sostienen que la dictadura del proletariado no es un componente fundamental de la ideología marxista. Estas son sus palabras: “Lo fundamental en la doctrina de Marx es la lucha de clases. Así se dice y se escribe con mucha frecuencia. Pero esto no es exacto “Circunscribir el marxismo a la doctrina de la lucha de clases es limitar el marxismo, bastardearlo, reducirlo a algo que la burguesía puede aceptar. Marxista solo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado.

Lenin critica a los ideólogos burgueses y pequeñoburgueses diciendo que éstos “corrigen a Marx de manera que el Estado resulta ser el órgano de la conciliación de clases”. Lenin, también es muy rotundo al respecto y señala que esa interpretación no se ajusta a la doctrina marxista y que “es evidente que la liberación de la clase oprimida es imposible, no solo sin una revolución violenta, sino también sin la destrucción del aparato del poder estatal que ha sido creado por la clase dominante”.

En suma, Lenin es plenamente coherente con el Manifiesto Comunista de Marx y Engels, donde se dice que “los comunistas no ocultan que su fórmula es derribar por la violencia el orden social existente”. Por cierto, conviene recordar que la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz, en 2021, con motivo del centenario de la creación del Partido Comunista en España, ha prologado de forma elogiosa una nueva edición del Manifiesto Comunista donde, como hemos visto se apela a violencia, para pasar del capitalismo al socialismo marxista. Por tanto, no tengamos miedo en llamar al socialismo por su nombre, socialismo marxista, pues así se han denominado ellos en los países comunistas empezando por su nación madre, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, cuyo modelo implantaron.

Lenin no solo cita las ideas de Marx y Engels, sino que las avala aportando citas de los escritos de éstos, en los que proponen claramente el uso de la violencia y de la dictadura del proletariado para implantar el régimen comunista.

Así, señala que Marx utilizaba el término «dictadura del proletariado» aunque solo en privado. Cita Lenin la carta de Marx, de 5 de marzo de 1852, a un importante colaborador suyo, Joseph Weydemeyer, en la que le decía: “Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar… que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado”.

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Eso sí, el tema de la dictadura del proletariado era tan provocativa que Marx y Engels evitaron aludir a ello constantemente, aunque, creo que se les escapó en algunos casos. Veámoslos.

Lenin señala que Marx empleó, por primera vez el término «dictadura del proletariado» en su obra «Crítica del Programa de Gota», escrita en 1875, pero publicada, por Engels, solo en 1891, donde Marx decía: “Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este período corresponde también un período político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado.

Llama la atención que, aunque Lenin en «El Estado y la Revolución», dedica todo el capítulo III a la Comuna de París y en el capítulo IV, un apartado específico al Prólogo de Engels a la edición, en 1891, de «La Guerra Civil en Francia», no recoja las rotundas palabras de Engels que aparecen al final de ese prólogo: “Últimamente las palabras “dictadura del proletariado» han vuelto a sumir en santo terror al filisteo socialdemócrata. Pues bien, caballeros, ¿queréis saber qué faz presenta esta dictadura? Mirad a la Comuna de París: ¡He ahí la dictadura del proletariado!

Cabe pensar que Lenin no haya considerado oportuno, en su libro “El Estado y la Revolución”, de 1917, recoger las palabras de Engels tal vez porque fueran demasiado explícitas respecto al grado de violencia que podía conllevar la dictadura del proletariado. Aunque cabe también que en la apresurada redacción de su libro “El Estado y la Revolución” se le haya pasado incluir esa frase final del prólogo de Engels

La realidad es que la insurrecta Comuna de París, no se quiso rendir al gobierno republicano francés, dando lugar a más de veinte mil víctimas, así como al incendio deliberado y la destrucción de doscientos edificios, monumentos y palacios, por parte de los rebeldes. (Continuará en el próximo artículo)

Enrique Miguel Sánchez Motos

Administrador Civil del Estado

Autor del libro “Historia del Comunismo, de Marx a Gorbachov, el camino rojo del Marxismo”

Autor

Enrique Miguel Sánchez Motos
Administrador Civil del Estado.
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