28/09/2024 12:20

Estos días estamos aguantando los desplantes de la estúpida e inculta Claudia Sheinbaum -por cierto, un apellido de clara ascendencia azteca-, presidenta mejica electa, que se negó a invitar a S.M. el Rey a su toma de posesión, prevista para el próximo 1 de octubre, por negarse a pedir perdón en nombre de España por haber conquistado Méjico.

Esta individua viene a relevar a otro impresentable de la misma calaña, el tal López Obrador, este, sin embargo, de clara ascendencia hispana, le guste o no al payaso ese y cuya familia, que no la mía, fue la que emigró a tierras mejicanas, sin duda para hacer allí su “agosto”, supongo que igual que la electa.

Por supuesto, la pijoprogresía zurda, con la maldita y miserable podemía a la cabeza, carentes del mínimo sentido del honor y de la dignidad, ya se aprestaron a decir que ellos asistirán a ese acto de toma de posesión. ¿Qué otra cosa se puede esperar de toda esa gentuza, que su única obsesión es destruir España y nuestra historia, una de las más brillantes del mundo?

Lamentablemente, los españoles somos de una forma muy especial de ser. Nos hemos empeñado, por un afán insano de nuestros políticos, en desconocer nuestra historia y nuestro legado universal, fiándonos de toda esa gentualla que, desde siempre, nos odió y trató de desvirtuar nuestro pasado, igual que hacen con nuestro presente.

De hecho, somos tan quijotes que seguimos erigiendo monumentos a tipos deleznables como Simón Bolívar y otros por el estilo, todos ellos hijos de españoles, que se levantaron contra nosotros, siguiendo los dictados de la masonería internacional y de alguna orden religiosa de origen español, no por el hecho de liberar a sus respectivos pueblos de la opresión hispana, sino para convertir aquellas tierras en su huerto particular donde enriquecerse, convirtiéndose en dictadorzuelos del tres al cuatro.

Dice la estúpida esa mejicana que debemos pedir perdón, ¿perdón, por qué? Tal vez habría que recordarle a esta tipa que don Hernán Cortés desembarcó en tierras mejicanas con 700 hombres y 16 caballos y con esos efectivos conquistó el imperio azteca.

Ante semejante contingente, sólo cabe plantearse que o bien, los aztecas eran una pandilla de cobardes, o bien, que fue lo que realmente sucedió, el resto de los mejicanos, hartos de los desmanes y los asesinatos cometidos por aquella casta dominante, optaron por colocarse al lado de Cortés y así acabar con aquellos tiranos asesinos que los estaban oprimiendo de forma canalla y miserable.

También conviene recordarle a esta payasa lo que era, en lo que a territorio se refiere, el Virreinato de Nueva España cuando aquel era territorio español y en que se ha convertido el Méjico actual, después de habernos marchado nosotros de allí, tras perder, a manos de los gringos, la mayor parte de su extensión.

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Por otra parte, conviene recordar también que nuestra presencia en Hispanoamérica y en otros territorios en nada se pareció a la presencia inglesa, francesa u holandesa, y mientras que nuestras posesiones eran una prolongación de la España peninsular, donde de acuerdo con los dictados de Dña. Isabel I de Castilla, todos los habitantes gozaban de los mismos derechos, no sucedía lo mismo en aquellos lugares ocupados, que no descubiertos, por nuestros actuales socios europeos.

La aparición del fenómeno criollo, aunque contribuyó a que finalmente fuesen ellos los que se levantasen contra España, que no los indígenas que pelearon a favor de las armas reales en las guerras de independencia, es el más claro ejemplo de ese afán de integración de razas, algo que no sucedió, en absoluto, en las tierras dominadas por ingleses, franceses y holandeses.

Todavía hoy, cada vez que veo por nuestras ciudades a alguno procedente del altiplano, con sus signos raciales característicos, pienso en lo agradecidos que tendrían que estarle a España, ya que, si en lugar de ser nosotros los que conquistamos sus tierras hubiesen sido los ingleses, no quedaría ni uno solo hoy en día.

Pero no solo nos limitamos a ir a aquellas tierras. Allí dejamos una estructura administrativa, un idioma, una religión, una cultura, en definitiva, una forma de ser que han ido heredando los que hoy pueblan aquellas tierras tan queridas.

Así que perdón, por nada. No tenemos que pedirle perdón a nadie y son ellos los que nos deberían de estar eternamente agradecidos, le guste o no a la estúpida esta que ni tan siquiera es de origen mejicano.

Estamos hartos de esa leyenda negra, escrita por nuestros enemigos europeos -franceses, ingleses, holandeses, etc.- y alentada por toda esa maldita pijoprogresía izquierdosa que se ha encargado, de hecho lo sigue haciendo, de fomentarla y transmitirla a nuestros jóvenes para que en ellos cale el odio a España, olvidándose que ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo.

Eugenio Fernández Barallobre

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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José Luis Fernández

Una gran parte de los profesores españoles son de ideología izquierdista y están inculcando en los alumnos un odio contra la identidad histórica de España como nación de cultura occidental y de religión cristiana. Además de criticar los 40 años durante los que gobernó Francisco Franco esos profesores critican la Reconquista y culpan a los reinos cristianos (Castilla, Aragón, etc.) de haber cometido un «genocidio» por expulsar a los musulmanes cuando, en realidad, los reinos cristianos tenían el derecho, y la obligación, de recuperar todos los territorios de la Península Ibérica que fueron invadidos por los musulmanes a partir del año 711.

Daniel A. Jaimen

Una infamia. Claro que los subnormales profundos sociato-peperos no aprovecharon la ocasión para responde al MALO (Manuel Andrés López Obrador, masonazo) con una oferta publica y publicitada de un congreso internacional de historiadores y juristas que diriman y aclaren la cuestión de los hechos y de su valoración. Del Pelife, ya para qué decir nada.

Es mentira que el motivo sea que no se haya pedido perdón por algo -no se sabe exactamente qué- como se pretende. Ése es sólo el pretexto. El motivo es que la judía rockefelleriana de la tal Claudia (Fundación Rockefeller) actúa bajo las directrices gringas de separar a México de España y deshispanizarlo más y más. No es una simple pataleta de retrasado mental de izquierdas. Los judíos siguen siendo enemigos de España y la Hispanidad y su taimada alianza con los anglosangrones está ahí, para demostrarlo. Ésa misma dinámica es la que subyace a figuras históricas tales como el traidor de Benito Juárez, supuesto «héroe nacional», que quería despedazar México y entregárselo a cachos a los gringos. En definitiva, que tanto judíos como gringos se valen de la siniestra política hispanoamericana para agredir y menoscabar España y la Hispanidad. Bueno, no siempre porque otras veces recurren a sectas protestantes como las que pagaban a indígenas mayas por atender sus «servicios» religiosos. El problemón de México es la quinta columna gringa de antaño. Desde un Gómez Farias -otro «prócer» mexicano- entusiasmado con la ocupación de la Ciudad de México por las tropas gringas al destrozo y debilitamiento de México resultantes de las luchas intestinas azuzadas adrede y preparación para la invasión de 1846 por logias yorquinas contra escocesas. Es el pueblo de México contra ciertas oligarquías vendidas y muy masónicas como el MALO.

El mismo general Scott (agresión gringa del 1846 al 1848) reconoció que militarmente, no podían hacerse con México y temía a una guerra de guerrillas urbanas -como las encabezadas por el Padre Jarauta, que merecería un reportaje extenso- o rurales por el tamaño enorme de México y su gran población. Incluso así, los mierdas de los gringos se hicieron con Veracruz en su camino hacia la Ciudad de México sólo porque atacaron preferentemente objetivos civiles y así forzar una rendición del ejército mexicano en Veracruz que no hubieran podido nunca conseguir militar contra militar. Esto último me lo censuraron en Facebook, la red social del judeo-gringo Mark Zuckerberg.

Quienes tienen de verdad que pedir perdón por sus horrendos crímenes y por los que pagarán en la vida de ultratumba es toda la pérfida criollada que hizo las secesiones de España (no independencias, neodependencias) para, posteriormente, hundir material y moralmente a los pueblos de la América Española. Por ejemplo, por haber hecho de una gloriosa Nueva España, con un PIB industrial equivalente al agrícola -a la cabeza mundial del desarrollo en su época- a firmar los acuerdos de Bucarelli para la desindustrialización de México para ventaja de sus señoritos gringos.

Hakenkreuz

Los políticos mejicanos como López Obrador y demás antiespañoles y anticristianos, es decir: masones, marxistas, liberal conservadores, demócratas y deben pedir perdón, si la soberbia no se lo impide, que es dudoso, en primer lugar a todos los mejicanos de varias generaciones desde comienzos del siglo XIX y a millones de familias de todo el mundo:

1º Por el narcotráfico asesino de millones de personas en todo el mundo, que en Méjico se ha convertido en modo de vida de toda una pervertida raza de bestias infrahumanas, autoridades corruptas a la cabeza, con los multimillonarios narcotraficantes de verdaderos gobernadores de estados enteros.

2º Por el asesinato de miles y miles de personas honradas y justas, especialmente en Méjico, como consecuencia de la lucha contra el narcotráfico en un infierno de corrupción en el que los jueces, policías, políticos, ciudadanos, medios de comunicación más degenerados, no dudan en venderse como prostitutas al dinero de la droga, algo que la Santísima Virgen María de Guadalupe, que vino con los misioneros y soldados españoles bendiciendo su evangelización y convirtiendo a millones de indígenas y mestizos, no quiso ni quiere para ninguno de sus hijos e hijas amados de Méjico.

3º Por la espantosa corrupción que han difundido en Méjico, tanto material, como especialmente moral, desde que España, el bastión de la Iglesia de Cristo en el mundo, abandonase aquellas tierras durante la segunda década del siglo XIX, dejándola en manos de desalmados genocidas «independentistas» corruptos por los filibusteros masones de USA hasta el extremo y asesinos en masa de su propio pueblo han propagado sin cesar gobernase quien gobernase.

4º Por haber perdido más de la mitad de su territorio que previamente había sido logrado, conquistado, evangelizado, enriquecido e incorporado a Méjico por los misioneros y soldados españoles: Tejas, Nuevo Méjico, Colorado, Oklahoma, Arizona, Nevada, California, Oregón y buena parte del oeste y suroeste de los actuales USA, que los corruptos «independentistas» mejicanos no supieron defender como mujeres lo que los hombres españoles con la Cruz y la fe les legaron.

Por haber permitido la continua humillación de USA de su territorio, arrebatándoles toda tierra magnífica en riquezas (oro, minerales, tierras para el ganado y para cereales y petróleo incluidos) que los españoles les habían legado al norte de Río Grande, y permitiendo como cobardes y degenerados que USA los invadiese en varias ocasiones, como en 1846-1849, llegando incluso a tomar la capital, Veracruz en 1914, invadida por los marines y la otra invasión de 1917 con Pancho Villa huyendo como un cobarde ante la historia. Méjico no ha sido respetado en absoluto desde los años veinte del siglo XIX, convirtiéndose en el rancho de degenerados políticos vendidos como prostitutas a los poderosos de USA, que no dudan en sacrificar a su propio pueblo en bien de los enemigos de la Cristiandad del norte.

6º Por haber enaltecido el racismo (con los españoles, cristiano mestizaje), la esclavitud (inexistente con los españoles), la masonería de anticristos, el robo masivo de tierras a la Iglesia para dárselas a los terratenientes criminales criollos e indígenas antiespañoles (cedidas en usufructo a los pobres en tiempos de los misioneros), el indigenismo con todas sus satánicas prácticas (canibalismo, exterminios en masa de tribus derrotadas, sacrificios humanos, esclavitud de mujeres como si fueran ganado, miseria y pobreza abrumadora, tanto física como moral, etc.), todo ello durante décadas.

Por haberle declarado la guerra a Jesucristo Nuestro Señor, a la Santísima Virgen María y a la Santa Iglesia Católica provocando centenares de miles de víctimas de católicos mejicanos mártires que luchaban al grito de ¡Viva Cristo Rey!.

Por haber arruinado continuamente una tierra rica y generosa que hace doscientos años, como provincia española (que no «imperio», que esa palabra es anglosajona, no cristiana española), era una tierra más próspera y rica que cualquier nación europea y que las 13 colonias recién independizadas de USA, como también el resto de la América española. Fue irse de allí los españoles y llegar la miseria material más abyecta, la rapiña de los más pobres, el expolio de tierras a la Iglesia en favor de terratenientes, la esclavitud de los indígenas como los negros en USA y todo tipo de satánicas barbaridades.

Por haber sembrado cizaña y propagado el odio sinsentido a Dios, a España y a los españoles en varias generaciones de mejicanos hermanos nuestros, pues España les libró de la más abyecta esclavitud maya y les enseñó la agricultura, la ganadería, la industria, los evangelizó trayéndoles la Buena Nueva de Cristo Salvador y Redentor frente a sus sacrificios en masa humanos de los que no paran de descubrirse fosas con huesos por los arqueólogos de la época pre hispana, les legó ciudades, carreteras, obras públicas, hospitales, hospicios, centros de enseñanza primaria, secundaria y universidades y los trató como a otros españoles sin distinción, no como a seres inferiores, como les trató el elemento anglosajón de USA y UK cuando les invadieron.

10º Por propagar leyendas negras anticristianas y antiespañolas generalizando algún que otro episodio esporádico de maldad de algunos españoles (que se ha dado en todas las civilizaciones del orbe y en todo tiempo, pero que no definen una civilización en absoluto, sino solo los hechos aislados que describen), obviando la genaralizada herencia de cristiandad y bondad heredada cuando fueron provincia española como hoy lo son otras cincuenta aquí en Europa. Méjico conoció la libertad con los misioneros españoles, pues no hay libertad sin conocimiento de la Verdad, que es Cristo. Méjico conoció la prosperidad inherente a una vida cristiana, pues sin Cristo no se puede hacer nada (sarmientos somos, no Vid). Méjico conoció la propiedad, la dignidad de la mujer, el santo matrimonio mestizo, la educación y cultura, el trabajo honrado, el orden cristiano y una cantidad incontable de bienes de la mano de misioneros y santos españoles, aunque con toda maldad y perversidad lo nieguen hoy como en el pasado, envenenados por su propaganda embustera que viene de los hijos de satanás, el padre de la mentira.

11º Por el anticristo Lázaro Cárdenas, que asesinó a decenas de miles de mejicanos y a centenares de niños y niñas españoles que fueron deportados allí, a Morelia, donde fueron objetos de todo tipo de maltratos y se les dejó morir de hambre en no pocos casos, procedentes del secuestro y deportación criminal que los rojos hicieron de los pequeños como comparsas inocentes de una genocida propaganda internacional (nunca en ninguna otra nación llevada a cabo con posterioridad) contra el bando católico nacional contra el que lucharon a partir de 1936 en su guerra revolucionaria por convertir a España en una república sierva de Stalin. Cárdenas no devolvió a los niños y niñas supervivientes a España, a sus padres, muchos de ellos católicos que ningún permiso dieron para que los rojos los deportaran allí con la complicidad del tirano mejicano asesino y sanguinario anticristiano y socialista, convertido entonces también en infanticida enemigo de Cristo y de Méjico.

12º Por no haber dado de comer y de beber, ni vestir a sus propios hijos, los mejicanos, con trabajo y hogares decentes, y forzarles así a emigrar contra su voluntad a USA para poder sobrevivir, teniendo que aguantar el odio antihispano degenerado y pervertido anglosajón (las alimañas Wasp) contra unos mejicanos que son ejemplares en cuanto a honradez, trabajo esforzado, humildad, mansedumbre, conformidad, ejemplo cristiano, ejemplo de familias de bien que acuden a misa, etc., en general, los mejores ciudadanos, junto a los hispanoamericanos, de toda América sin lugar a dudas, demostrando la aplastante superioridad moral católica generosa sobre la protestante ladrona y depredadora, herencia la primera de los españoles.

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