Recursos Públicos: Más respeto y más solidaridad. Por Vicente Medina Prados (Enraizados)

Todos recordamos con una sonrisa en la cara aquella famosa frase de la ministra socialista Carmen Calvo: “El dinero público no es de nadie” como ejemplo de una forma de ver lo público, como algo surgido de algún misterioso lugar fuera de nuestra realidad. Pero no es así; el dinero consumido por los responsables públicos no cae del cielo, es el dinero de todos nosotros, de ahí una popular frase que se extiende por redes sociales y bares:

No es magia, son tus impuestos

La actividad de cualquier gestor sea público o privado, su gestión, debe ser diligente, responsable y en busca del bien de los verdaderos dueños de dichos recursos: accionistas, trabajadores, ciudadanos, … de todos aquellos que de una u otra manera aportan recursos para el sostenimiento y buen funcionamiento de las empresas e instituciones.

Los bienes que todos consumimos ‘no se regalan’ se consiguen con mucho esfuerzo por todos nosotros. ¿A alguien le parece extraño que cuando se reserva la habitación de un hotel se nos pida una señal o aportar nuestra tarjeta de crédito como garantía ante cualquier incumplimiento de dicha reserva? Debido a los daños que se generan por no acudir a la reserva para una cena en numerosos restaurantes. ¿No está siendo cada vez más habitual que se haga lo mismo que viene ocurriendo con las reservas hoteleras? Daños económicos de reservar y no presentarse, sin contar la falta de respeto hacia esos profesionales de la restauración.

Pero, si lo vemos normal en nuestro ámbito privado, reconociendo el daño que se genera a esas personas y empresas. ¿Por qué no lo vemos normal en el ámbito público? ¿Será por qué en ese caso lo vemos más próximo al ser nuestro propio dinero? ¿Será, como decía la ministra, el dinero público no es de nadie?

Nos fijamos en el ‘buen gobierno’ de los gestores públicos. ¿Y nuestra gestión de esos mismos recursos públicos? ¿Cuántos recursos públicos se ahorrarían con una buena gestión de los mismos por todos nosotros?

Hace poco hemos visto como una «persona relevante» del mundo económico y político, después de semanas de cruces de información, acudía a un juzgado y se negaba a declarar aduciendo que no sabía a lo que iba. ¿Cuándos €€€€ públicos nos ha costado, y nos van a seguir costando, a todos los españoles?

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Es habitual que todos los veranos, se deban disponer de costosos recursos públicos en la campaña anual antiincendios. ¿De verdad es necesario qué se nos enseñe que no debemos quemar los bosques? Igualmente, todos los inviernos, y veranos, se deben destinar cuantiosos recursos públicos al rescate de personas que salen de excursión por la sierra o por el mar sin tomar las medidas adecuadas. Por puro sentido común. ¿Es necesario recordarnos que cuando realizamos una actividad al aire libre debemos tomar unas ‘medidas de seguridad responsables’?

¿Y si les pedimos que ‘paguen el gasto’ que estas decisiones irresponsables nos suponen a todos los españoles?… le llamarán ¡fascista!

Comentando estas ideas con algunos amigos, me dijeron. ¡Eso no es nada! Seguro que muchos más recursos públicos se tiran a la basura a diario en cualquier servicio público debido a la mala gestión por parte de los propios ciudadanos.

¿Cómo? Por no acudir a las citas programadas; por acudir sin la documentación o las pruebas indicadas; por llegar con retraso o por llegar en diferente fecha a la indicada. Por … Se les ocurrieron decenas de ejemplos y ejemplos.

Yo mismo he recibido mensajes en mi móvil recordándome la revisión del coche o la cita del médico. ¿Es necesario que me lo recuerden? ¿Cuánto les ha costado esa aplicación para que me lleguen esos mensajes para cubrir mi propia dejadez? ¿Para asegurarse que no les voy a dejar tirados al no presentarme o hacerlo fuera del horario programado?

Si algún gestor público o privado lee este artículo probablemente nos podrá aportar datos reales y ‘no sensaciones personales’. Pero volvamos a las frases ya conocidas:

Como «el dinero público no es de nadie» no parece que nos importe malgastarlo, pero «no es magia, son nuestros impuestos» que malgastamos cuando se podrían gestionar mejor por todos nosotros, destinándolos a más y mejores servicios.

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Pero vayamos a por el segundo …¡FASCISTA!

¿Y si hacemos que ese dinero fuese nuestro? ¿Haríamos una mejor gestión de los recursos públicos que consumimos? ¿Y si pagásemos por el servicio en caso de no acudir, o acudir incorrectamente, sin ninguna razón justificada?

Podemos terminar con otras frases que vienen al hilo de lo aquí argumentado. ¡No hay nada gratis! ¡Lo gratis sale caro! ¡Lo gratis lo pagamos entre todos! (lo consumamos nosotros o no)

Le dejo a Usted, lector y contribuyente, con unas reflexiones que es conveniente que todos nos hagamos:

-Mejor nos iría si gestionásemos y cuidásemos lo público como lo que realmente es, nuestro.

-Compaginando el bien particular con el bien común, que en nada se contraponen.

-Armonizando la esfera privada con la esfera pública, entre nosotros y quienes nos rodean.

-En un país occidental y democrático como el nuestro, el Estado somos Todos.

-También en estas pequeñas cosas que aportan un respeto y solidaridad, real y práctica, a toda la sociedad.

–Aunque tengamos que aprenderlo por las malas, con euros de nuestros bolsillos.

Vicente Medina Prados

Colaborador de Enraizados

Autor

Fundación Enraizados

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