Contra la creencia imperante, la España de posguerra no fue ese páramo cultural que nos han contado. Ya lo dijo Julián Marías en “La vegetación del páramo” (La Vanguardia1, 1976). Otra cosa es que se haya hecho un esfuerzo enorme por ignorar a aquellos artistas que desarrollaron su labor entonces.
Ciñéndonos únicamente al campo de la escultura, el número de artistas de primer nivel desconocidos para la inmensa mayoría de nuestros compatriotas es notable, empezando por Julio González Pola (1865-1929); Aniceto Marinas García (1866-1953); Ramón Núñez Fernández (1868-1937); Higinio Basterra Berástegui (1876-1957); Enrique Marín Higuero (1876-1951); Moisés de Huerta y Ayuso (1881-1962); Antonio Castillo Lastrucci (1882-1967); José Navas Parejo (1883-1953); Luis Benedito Vives (1884-1955); José Bueno y Gimeno (1884-1957); Francisco Asorey González (1889-1961); Rafael Vela del Castillo (1892-1963); Fructuoso Orduna y La Fuente (1893-1973); Juan Adsuara Ramos (1893-1973); Luis Marco Pérez (1896-1983); Juan Cristóbal González (1897-1961); Pedro Frías Alejandro (1899-1963); Octavio Vicent Cortina (1914-1999), etcétera2. Entre ellos, cabe citar a algunos que, sin ser afines al régimen de Franco, ejercieron su labor en España durante la dictadura, como Juan de Ávalos (1911-2006) o José Capuz Mamano (1884-1964), por citar sólo dos casos muy conocidos, a los que no se les perdonará nunca su colosal trabajo en el Valle de los Caídos ni la magnífica estatua ecuestre de Francisco Franco situada en Nuevos Ministerios3.
Expuesto el panorama, hoy nos centraremos en uno de estos artistas intencionadamente olvidados a pesar de su calidad: Manuel Garnelo y Alda (1878-1941). Hermano del antaño famoso pintor José Santiago Garnelo y Alda (1866-1944), autor del extraordinario “Primer homenaje a Colón” expuesto en el Museo Naval de Madrid. Caso curioso el de los dos hermanos artistas4, que nos recuerda, por su similitud, al de los Benlliure (Mariano, escultor y su hermano José, pintor) o los Benedito (Manuel, pintor y Luis, escultor).
Manuel se crió en un ambiente familiar culto en el que los padres –Josefa Alda y José Ramón Garnelo Gonzálvez, médico– se preocupaban por la educación de sus hijos, inculcándoles el hábito de la lectura y estimulando su curiosidad y afición por las artes.
Cuestión no menor la del entorno, porque a la formación de Manuel también contribuyó, sin duda, su hermano mayor José Santiago, quien, pensionado en Roma en 1888, le facilitó un contacto temprano con los maestros Aniceto Marinas y Mariano Benlliure. Así, con apenas doce años, Manuel acompañó a José Santiago a Roma y viajó por Europa, y vio y aprendió mucho. De forma que en Manuel se dio la más feliz confluencia, aunándose una vocación precoz, talento, trabajo y buenos maestros.
Testimonio de lo provechoso de aquella experiencia juvenil fue que, con apenas 14 años –en 1892–, concurrió a la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid, ganando una Mención Honorífica con la magnífica obra titulada “Tota pulcra est Maria”. En 1897 participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes con la pieza “Gladiador herido” y, algunos años después, en 1900, siguiendo los pasos de su hermano, –por aquel entonces reputadísimo pintor–, obtuvo él también la pensión en la Academia de España en Roma. Trabajó allí por el período estipulado de cuatro años, ejecutando obras como el relieve “Santa Elena y Constantino”5 y la pieza de bulto redondo “El Segador”.
En 1906 ganó la Cátedra de Carpintería Artística en la Escuela Superior de Artes Industriales de Granada, de la que llegaría a ser director años más tarde.
Hombre de profundas creencias religiosas, realizó numerosas obras de temática sacra, como la “Virgen de la Vera Cruz” de Loja (Granada); la “Virgen de las Mercedes”, patrona de Alcalá la Real (Jaén); un “San Francisco de Paula” en Puente Genil (Córdoba); “Santa Marcela” y “Nuestra Señora de las Angustias” en Loja; y las imágenes de la “Virgen de los Dolores” y de “San Francisco Solano” para la iglesia-santuario de María Auxiliadora de los Padres Salesianos, en su natal Montilla (Córdoba). Por cierto, no debe confundirse este “San Francisco Solano” con el conjunto escultórico dedicado a San Francisco Solano que se conserva en la finca de “El Puntal” –a las afueras de Montilla–, antigua residencia del artista. Dicha obra, realizada en 1935 en un clima irrespirable de odio antirreligioso, fue resguardada por el escultor en su propiedad, a pesar de lo cual fue atacada y dañada en 1936 6.
Manuel Garnelo fue también el autor del Altar Mayor de la Iglesia de la Concepción de Madrid; del de las Hermanas del Sagrado Corazón de Granada; responsable de la reforma del baptisterio de la Iglesia de Santiago de Montilla; de la ornamentación del camarín de Nuestra Señora de las Angustias de Granada7 y de una lámpara votiva de bronce para la Catedral de Orense.
Una característica de Manuel Garnelo fue su humanidad, el amor por la vida, la familia y las cosas sencillas, lo que se aprecia en los motivos de sus obras: una madre campesina con su niño en brazos; el retrato de su hijita Lola8; el sacerdote y maestro Andrés Manjón rodeado de niños; el relieve titulado “Campesina con vaca”… así como en los panteones familiares de los Peso-Blanco en Granada (1910) y de los Cuesta9 en Guadalajara (1912).
Excelente fisonomista, su aptitud para el retrato se advierte temprano en el busto titulado “Estudiante” (1893), y más adelante en el monumento al militar y escritor José Ibáñez Marín10, en Enguera (Valencia, 1910); a José Calvo Sotelo11 en Loja (1940) y al igualmente asesinado José Antonio Primo de Rivera12 (1941).
Asimismo fue autor de los monumentos a los Caídos en la Guerra Civil en Priego (Córdoba)13 y Alcalá la Real (Jaén)14. Por cierto, este último fue destruido en los años ochenta por el mismo odio sectario que nos condujo a la guerra. Un odio alentado hoy desde las instituciones bajo las Leyes para la falsificación de la Historia, que, a la vista queda, no sólo son enemigas de la verdad histórica, sino del Arte.
Santiago Prieto Pérez 12-05-2024
1 La Vanguardia Española desde 1939 a 1978.
2 Véase la extensa relación de escultores citada por Antonio Bonet Salamanca en el libro “Escultura procesional en Madrid (1940-1990)”, publicado en 2009.
3 Arrancada en la madrugada del 16 de marzo de 2005 como homenaje del presidente socialista J.L. Rodríguez Zapatero a uno de los principales responsables de la matanza de Paracuellos del Jarama, el comunista Santiago Carrillo.
4 En total eran siete hermanos: Elena y Eloisa, hijas de José Ramón Garnelo y su primera mujer, Josefa Aparicio de la Cruz –fallecida muy joven–, y los hijos del segundo matrimonio: José Santiago, Manuel, Enrique, Lola y Teresa. Por cierto, Eloisa Garnelo Aparicio también fue pintora.
5 Santa Elena, madre del emperador Constantino, se convirtió al Cristianismo tras su hijo, siendo recordada por su tesón en la búsqueda de las reliquias de la Vera Cruz en Tierra Santa.
Según lo establecido por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el escultor pensionado debía enviar a Madrid como prueba del aprovechamiento de su beca, al menos un relieve de temática clásica. En Francia, igualmente, los envíos del “Grand Prix de Rome” se exponían en París, anunciándose en L’Illustration Universelle.
6 Dañada en su parte inferior, la pieza fue restaurada por el mismo Manuel Garnelo.
7 Obra realizada en colaboración con su hermano José Santiago por la que obtuvieron una Tercera Medalla en la Exposición Nacional de 1922.
8 Donada en 2008 por Joaquín Cuello Garnelo –hijo de Dolores y nieto de Manuel– al Museo Garnelo de Montilla. Manuel Garnelo tuvo dos hijas: la citada Lola y Josefina (fallecida en 2011).
Joaquín Cuello donó tres obras: la Purísima Concepción con la que concursó a la Nacional de Bellas Artes en 1892, una talla de María Magdalena y el citado retrato infantil de su hija.
9 El panteón fue diseñado por el arquitecto Benito Ramón Cura.
El mismo año presentó junto al arquitecto Gabriel Abreu (1860-1940) un interesante proyecto al concurso para el monumento al centenario de las Cortes de Cádiz de 1812. Finalmente éste fue adjudicado al arquitecto Modesto López Otero (1885-1962) y al escultor Aniceto Marinas.
Otro proyecto de interés tampoco llegado a ejecutar fue el presentado en 1924 para el monumento a la escritora Emilia Pardo Bazán. Finalmente realizado por es escultor Rafael Vela del Castillo (1892-1963) y el arquitecto Pedro Muguruza (1893-1952).
10 Participó en las guerras de Marruecos y Cuba y dirigió la “Revista Técnica de Infantería y Caballería”.
11 Estatua de bronce hoy desaparecida. No hemos encontrado noticias de cuándo fue retirada ni de su paradero actual. Tan sólo una fotografía de la escultura en la plaza homónima.
12 Colección particular.
13 El monumento en cuestión es el conocido “Sagrado Corazón de Jesús” de Priego, restaurado en 2004.
14 El odio anticlerical en Alcalá la Real causó la destrucción de siete de sus once edificios religiosos, incluida la Iglesia de la Consolación, que albergaba la “Virgen de las Mercedes”, patrona de Alcalá. Manuel Garnelo se encargó de rehacerla recién terminada la Guerra. Igualmente, el “Cristo Nazareno” que albergaba la Iglesia del Rosario fue repuesto, de nueva factura, por un taller sevillano.
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NO era una dictadura.