21/11/2024 15:27

No es de extrañar que tras décadas de bombardeo incesante de propaganda zurda a través de la educación, medios de comunicación y entretenimiento, muchos compatriotas hayan asumido un relato absurdo según el cual, tras la Guerra Civil, España quedó sumida en la oscuridad durante cuarenta años. Y no exagero un ápice si afirmo que millones de españoles se aferran hoy a la caricatura de una España franquista donde una especie de orcos con chistera, casco y sotana, bárbaros enemigos de la Razón y la Cultura, reinaban sobre un páramo en el que no podía crecer la hierba. De nada sirvió que el republicano Julián Marías desmintiese aquella falacia hace mucho –“La vegetación del páramo” (La Vanguardia1, 1976)–, porque, el caso es que El Partido ha conseguido perpetuarla y, de paso, hacer olvidar al filósofo.

Naturalmente, en la España de Franco no se suspendió el ejercicio de las artes, ni desapareció la Cultura, ni se dejó de escribir, ni se prohibió leer. Efectivamente, mucho se ha hablado y escrito de la censura durante la dictadura, pero ¿acaso no es peor la autocensura de hoy bajo una falsa democracia? ¿O a dónde conduce la “corrección política” sino al “pensamiento único”?

Contra lo que dicta el discurso oficial, lo cierto es que muchísimos artistas españoles en los años treinta se sumaron al bando nacional al ver en peligro su vida y la continuidad histórica de España. A fin de cuentas, después del destrozo del patrimonio histórico-artístico llevado a cabo por los milicianos republicanos desde 1931 –quema de iglesias, derribo de monumentos, robo de objetos artísticos y destrucción de miles de libros y obras de Arte–, tampoco cabe sorprenderse. Porque, aunque decir estas verdades esté prohibido, y ya son varias las generaciones de españoles que las ignoran, hay que recordar que desde el Partido –antes y durante el Frente Popular– se alentó un odio enfermizo contra “lo antiguo” y sus militantes se dedicaban a quemar bibliotecas y escuelas pías, profanaban tumbas, saqueaban museos, palacios, casas y Montes de Piedad, o disparaban a las imágenes religiosas2

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Por contra, los nacionales defendían las tradiciones, empezando por respetar la Cultura y el legado de nuestros ancestros; de modo que, tras la Guerra, numerosos escultores se dedicaron a rehacer las imágenes destruidas. Fueron necesarios mucho tiempo y trabajo para paliar aquel daño irreparable infligido a nuestro Patrimonio…y, sin embargo, es curioso cómo se lleva cincuenta años mintiendo al personal durante la Semana Santa, hablando en las televisiones del ¡“Cristo de Mena”!3… Cuando la imagen que hoy se venera es de Francisco Palma Burgos y ¡fue realizada en 1941!, ya que la original, obra maestra del siglo XVII, fue quemada junto a la iglesia que la albergaba en ¡mayo de 1931!4

Pero como la verdad molesta, los medios de manipulación están para lo que están, la presunta oposición se suma a la condena de Franco5, en los institutos y universidades se ocultan estas cosas, los adultos no tienen ni idea de la Historia y son muy pocos los que leen, lógicamente, la propaganda impera. De hecho, podríamos pasarnos toda la vida intentando desmontar las falacias propaladas impunemente por los enemigos de la Libertad, la Nación y la Democracia en los últimos cincuenta años… y no acabaríamos nunca. Eso sí, nunca dejaremos de contrarrestar todo ese falso relato contando todo aquello que la apisonadora propagandística socialista quiere ocultar, y aprovechamos la ocasión para felicitar a la “Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica”6 por su constancia en la defensa de nuestro Patrimonio Histórico-Artístico.

Filípides 12-05-2024

1 La Vanguardia Española desde 1939 a 1978.

2 Por poner ejemplos accesibles de los que hoy queda suficiente documentación, véase el Cristo crucificado realizado por Mariano Benlliure para el Panteón de los Duques de Denia (cuyos sepulcros fueron así mismo saqueados en 1936), sito en el Cementerio de San Isidro de Madrid. O búsquense en internet las fotografías del fusilamiento del Cristo del Cerro de los Ángeles (Getafe), previo a la voladura del monumento. Una obra colosal ejecutada y rehecha tras su destrucción por el maestro segoviano don Aniceto Marinas García.

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3 Pedro de Mena y Medrano (1628-1688).

4 La iglesia de Santo Domingo de Málaga albergaba otra obra de Mena, la “Virgen del Belén”, que fue igualmente pasto de las llamas.

El ominoso silencio en torno al Arte destruido en 1931 impide que se conozcan otros casos de barbarie inmediatos a la proclamación de la II República, como el derribo de la estatua de Isabel II (obra de José Piquer), la voladura de la escultura de Felipe III a caballo (de Giambologna y Pietro Tacca), o que se arrojara al mar el monumento realizado por Mariano Benlliure al marqués de Larios en Málaga.

Existen infinitas “confusiones” similares a la citada con el Cristo de Mena, como el “Cristo Nazareno” de Loja, al que siguen llamando “El abuelo” por una talla del siglo XVIII, cuando aquélla ardió en 1936 y el actual Cristo fue repuesto por Antonio Castillo Lastrucci en 1939.

5 El 20 de noviembre de 2002. Véase la noticia en el periódico del Partido: https://elpais.com/diario/2002/11/21/espana/1037833222_850215.html

6 Enlace a la página web de la asociación: https://verdadhistorica.org/

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Mariola Iparraguirre

NO HAY UN PAIS EN TODA LA TIERRA CON MAS ODIO QUE EN ESPAÑA. EL ODIO ENCIENDE A MAS ODIO. UN FRENTE POPULAR CON ESE ADN, ES LO QUE DESTRUYE TODO Y A TODOS.

Miguel Sánchez Asenjo

Buenos días compañero:
 
Toda la razón te asiste, toda la razón tienes, mi querido amigo, compañero articulista:
 
Solo algunos
sabemos, que a raíz de proclamarse la II República, el 14 de abril de 1.931,
empezaron los energúmenos, pistoleros, incendiarios, la plebe del Frente
Popular, bajo la batuta de una República criminal, aunque hoy la llaman
democrática, los unos y los tontos de los otros.
 
Para muchos, la mayoría la Guerra empezó el 18 de Julio de 1.936, cuando en realidad, empezó el 14 de abril de 1931, pero sin enemigo enfrente, solos los malhechores, anarquistas, incendiarios, profanadores y demás jauría de hienas salidas del infierno, empezaron a destruir el Patrimonio, con la máxima celeridad, con las latas de gasolina, con las cerillas dispuestas, destruyeron cientos de iglesias, conventos, monasterios, obras de arte, libros, incunables, imágenes sagradas, ….. Todo era válido, todo estaba permitido. Porque frente a ellos nadie había.
 
En esta guerra de destrucción, de muerte al católico por solo ir a misa, por solo decir “Adiós”, en lugar de “Salud”, recibía el tiro en la nuca.
 
Durante 5 largos años, a nadie tuvieron en contra, las calles, plazas y edificios eran de la turba y se empleaban a fondo para destruir todo a su alcance.
 
Hasta que el 18 de Julio de 1936, salió el Bando Nacional, para proteger los monumentos y la vida de los ciudadanos, no hubo nada mas que un Bando ROJO      ladrón, incendiario y criminal
 
Pero no toda la culpa la tiene el tirano ROJO y malnacido de Sánchez.
 
¿Qué me dice de los peperos, con el mentiroso, masón, y traidor de Rajoy, que con mayoría absoluta, incumplió sus promesas de derogar las Leyes criminales de ZP?
 
¿Qué me dice de estos fantoches coronados, que firman sin rechistar, cuantas Leyes y Decretos les pongan en su mesa, aunque vayan en contra de España y de los españoles?
 
Todos son culpables y nosotros también. Si, nosotros, que aunque católicos y patriotas, se nos va la fuerza por la boca, nos acobardamos y no atacamos unidos a estas diabólicas serpientes envenenadas de odio y venganza.
 
Que tenga un buen día. Un abrazo,
Miguel Sánchez
 

Miguel Sánchez Asenjo

Así es

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