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Con las vacaciones de verano o los puentes y las de Navidad, si están pensando reservar vuelo con Iberia Express será mejor informarse de las numerosas denuncias públicas comunicadas por clientes que consideran el trato recibido como el de una auténtica estafa. La falta de transparencia y la insensibilidad con el trato al cliente son factores determinantes que lastran la credibilidad de una compañía mediocre en comparación con lo que fue antes. Las desavenencias internas de una empresa mal avenida tocan fondo cuando supuran contra la clientela.
https://www.losviajeros.com/foros.php?t=201499
Según muchos usuarios hartos de Iberia Express existe mala fe, pero lo peor es que ni importa ni hay voluntad de subsanar la carencia moral de una corporación que descuida hasta la aberración el trato con los clientes. En la relación cliente-empresa se da por hecha la voluntad y la honradez para recibir un servicio pagado; ambos propósitos de calidad parecen ausentes cuando se contrata un vuelo con este agujero sin fondo de desvergüenza corporativa que es Iberia Express, según la opinión de los engañados.
El aberrante caso del mayor abuso contra el consumidor rayano, si no inmerso, en la estafa
“Si todas las empresas se rigieran por la misma ética profesional de Iberia Express, el mercado sería un espacio para depredadores con los consumidores indefensos”. Así se manifestaba uno de los afectados. Sirva de ejemplo la siguiente carta-denuncia que parece haber sido ignorada por el supuesto Departamento de Reclamaciones, para comprobar el grado de desatención, aberración y prepotencia contra una clienta:
Estimados Señores Me dirijo a ustedes con motivo de la
reclamación sobre la incidencia que convirtió mi viaje a Londres
para visitar a mi hija en una ingrata y desastrosa experiencia, por
vicisitudes ajenas a mí que causaron la pérdida de mi vuelo en un
pack que incluía ida y vuelta a Madrid.
Es triste que una experiencia en principio ilusionante como esta
tuviera ese amargor y profunda frustración provocados a punto de tomar mi vuelo cuyo
billete fue finalmente cancelado. Paso a exponerles la situación y la
causa de mi queja:
Llegué al aeropuerto con la previsión de
concertar mi embarque a través de la página web de Iberia
Express. Según la información recibida encargué la reserva y la
aboné on line por medio de un familiar que me adjuntó el billete a
través del teléfono móvil, tal y como se había hecho en anteriores
vuelos de personas conocidas que no habían sufrido ninguna
incidencia por ello. Con el archivo consistente en una copia de
pantalla de la reserva, me dirigí al mostrador de embarque.
El número de Localizador, mi identidad y cuantos datos pertinentes a
la reserva eran necesarios, figuraban-como así se puede
comprobar en el archivo adjunto-en la pantalla de reserva del
billete para el vuelo a Londres. Cuando la empleada de Iberia
Express pasó el lector por el código de barras de la pantalla de mi
móvil, me comunicó que dicho proceso no se había gestionado con
éxito y argumentó una problemática de lectura que podría haberse
subsanado comprobando en una base de datos la existencia de mi
reserva. Sin embargo, lejos de solucionar con deseable eficacia la
incidencia ajena a mi voluntad o a mi responsabilidad como cliente-
dado que muchas personas de mi familia han volado en muchas compañías con la
presentación de la reserva en pantalla, sin otro requisito o
exigencia que se haya comunicado por parte de la Compañía-mi
puntualidad y responsabilidad personal para cumplir como pasajera
fueron convirtiéndose en una decepción incoherente: en tanto se
ahondaba en el problema con una inquietud creciente, pero
respetuosa siempre por mi parte, dado que fueron pasando los
minutos con retrasos añadidos, el vuelo despegó sin mí.
Si ya era amarga la experiencia de no poder cumplir con los pronósticos detallados
de mi viaje a Londres, aún me quedó la sorpresa de que perdía el
vuelo además del pack de ida y vuelta contratado por un importe
de 88 euros. No solo se arruinó el día de mi viaje por la inesperada
irrupción de una problemática que podría haberse solventado
cotejando los datos por ordenador, sino que por añadidura Iberia
Express se quedó con mi dinero, obligándome a pagar otro vuelo de
ida y vuelta con otra compañía por un importe superior de 160
euros. Diera la impresión de que la Compañía se aprovecha de
imprevistos en vez de solventarlos para quedarse con el dinero del
cliente que no recibe ninguna prestación.
Algo que puede considerarse apropiación indebida si la Compañía no tiene
argumentario o exigencias reglamentadas que informen al cliente.
Y creo que es el caso, pienso que Iberia Express no pude dar por
válida esta injusticia recalcitrante salvo que sea debido a un error
subsanable. Después de tan ingrata experiencia en lo que
considero un abuso con aporte de indefensión contra el cliente por
normas que no vienen estipuladas y a las que el potencial viajero
no puede tener acceso, me informé de los antecedentes sobre la
no permisividad de una moderna imagen de pantalla de móvil para
ratificar una reserva. Mi sorpresa e indignación se acrecentaron
cuando comprobé que los referentes de reserva eran los mismos
que yo llevaba cumplidamente en estos tiempos modernos del siglo
XXI donde el móvil es una herramienta de gestión muy válida. En
consecuencia, además de la despreciable experiencia de trato
soportado en una circunstancia indeseable que retrasó muchas
horas mi viaje programado, he de soportar que Iberia Express se
quede con mi dinero y realizar un gasto de 160 euros más. Por
todo ello necesito saber si hay alguien en esta Compañía capaz de
brindar una respuesta lógica y equitativa, justa y honrada para con
una clienta que no llegó a ser tal, por vicisitudes derivadas de un
ánimo ausente por parte de los empleados para verificar una
reserva que podría haberse corroborado con los datos de
Localizador y mi nombre junto a otra información grabada.
Necesito saber si Iberia Express ha sido todo lo competente que un
Departamento de Reclamaciones puede considerar y si valoran el
conjunto de lo narrado un acto acorde con la filosofía de calidad y
profesionalidad que promociona la Compañía.
A mi modo de ver es muy injusta moral y pecuniariamente la situación vivida que
convirtió un agrio encadenamiento de frustraciones por haber
hecho la gestión tal cual se realiza en una reserva a
distancia. ¿Consideran justo llevarse mi dinero, obligarme a pagar
más por la anulación del pack cuando cumplí como cliente
abonando los billetes y realizando una reserva comprobable on
line?
Atentamente»
Ciertamente, puede advertirse que detrás de este descontento mayúsculo y reiterado se encuentra una actitud chulesca de una organización que parece haber montado un tinglado empresarial parecido a una tomadura de pelo, que no duda en quedarse con el dinero abonado de los clientes, una y otra vez según consta en las redes, sin devoluciones ni contraprestación de servicio.
Ni las multas ni las sanciones parecen herir la sensibilidad ética de los responsables, con abusos persistentes que en muchas ocasiones obligan a los desprotegidos clientes a pagar, dejarse el dinero, tirarlo a la basura, literalmente, como esta mujer que aguantó un trato inadmisible no solo ya a nivel profesional sino humano. ¿Su pecado?: contratar un servicio con Iberia Express para quedarse sin vuelo y sin reintegrarse lo abonado. Los supuestos normativos están hechos a propósito para que la gente caiga en una trampa de impotencia, frente a un entramado empresarial con ánimo de lucro incluso apropiándose del dinero sin aportar ningún servicio. ¿Estafa, como la denominan algunos usuarios?, para ellos que lo han sufrido es literal.
Iberia Express se ha creado una fama de latrocinio que está calando en los potenciales usuarios, puesto que a fuer de estigmatizar al cliente con abusivos tratos, totalitarios y engañosos a partes iguales, se ha perdido la moral y la probidad sin que parezca importar la nefasta imagen de empresa que están representando.
A tenor de la reclamación y las denuncias, contratar un vuelo a través de la página web-trampa de Iberia Express puede conllevar el riesgo de que le quiten el dinero con todo tipo de pretextos. Un seguro modo, por lo que se puede comprobar, de tirar su dinero a la basura que las fauces de Iberia Express devoran, según los denunciantes, sin ética empresarial, ni formalidad profesional. Bien puede deducirse que el buen servicio no importa y predomina el afán de lucro indiscriminado después de sumir al potencial engañado en el limbo de la indefensión absoluta, escudada la chapuza y malintencionada filosofía de empresa en normas y reglamentos confusos, cuando no inexistentes.
Parece ser que el engaño y el abuso se han convertido en la filosofía de mala empresa que acostumbra a ejercer con despotismo una compañía de la que puede ser presa cualquier inadvertido y confiado cliente potencial. Cuidado a la hora de confiar un viaje que puede frustrarle sus planes si da con la compañía equivocada.
Iberia no es lo que fue y es exponencialmente peor; basta seguir el rastro de denuncias públicas que va dejando, allá donde el afán de desproteger al consumidor y desatenderlo es patente. Algún responsable debería acometer estas bastas deficiencias y rectificarlas, aunque para ello haya que ejercer autocrítica con cierta buena fe que hoy se cuestiona. Sólo falta que se estrelle un avión por negligencia y desatención, como las que practican contra los indefensos clientes.
Atentado contra el consumidor. Sección de quejas y denuncias
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Las lineas aereas, todas, abusan todo lo que pueden amparadas por las leyes que se hacen en el Congreso de los Diputados.
Tiempo vendra en que no se podra viajar en avion