21/11/2024 16:22
Getting your Trinity Audio player ready...

No se me olvidará jamás la patética imagen de todos los parlamentarios españoles aplaudiendo como focas a Zelenski, por invitación de VOX.

Y todos, salvo Podemos, aprobando el envío de ayuda militar española al mismo criminal. Porque no admito que se diga “a Ucrania”, cuando en realidad a quien se apoya es al lacayo de Soros en Ucrania, no a los ciudadanos ucranianos.

Porque el Dombass masacrado desde 2014 por el ejército ucraniano también es Ucrania (15.000 muertos desde 2014 a febrero de 2022).

Lo mismo que los centenares de miles de ucranianos muertos desde el inicio de la invasión rusa.

La falacia de nuestros políticos consiste en convencernos de que esa ayuda debe servir para beneficiar de algún modo a los ucranianos.

Y yo me pregunto ¿qué es más peligroso para un ucraniano, el ejército ruso o el régimen de Zelenski?

La respuesta admite poco margen de duda.

El régimen de Zelenski ha prohibido la objeción de conciencia y ha impuesto recluta universal obligatoria de hombres hasta los 60 años. Ahora ya se pueden encontrar en la trinchera el nieto, el padre y el abuelo.

Mercenarios yanquis afirman que la esperanza de vida del recluta ucraniano que llega al frente ronda las 4 horas. Otros cálculos más generosos la amplían hasta los 20 días.

En cualquiera de ambos casos, la táctica del ejército ruso no deja muchas esperanzas al guripa ucraniano. Los rusos evitan el choque directo, salvo que cuenten con ventaja holgada. Renuncian al territorio, cediéndolo al ejército ucraniano, para luego devastarlo con artillería, aviación y misiles.

Pulverizadas las fuerzas ucranianas, el territorio se recupera sin esfuerzo.

Hemos visto imágenes inenarrables y dramáticas de columnas enteras de carros ucranianos destruidos. Tan abrumador error táctico se nos explica porque los rusos han cubierto de minas grandes extensiones, y los carros ucranianos no pueden avanzar por ellas, más que en fila india detrás de los vehículos de desminado. Un sencillo tiro al blanco de la aviación, la artillería y los anticarros rusos.

LEER MÁS:  Paris mon tahúr. (El síndrome de Paris) Por Patxi Balagna Ciganda

Parece que a nadie se le ocurre preguntarse por qué se lanzan estos ataques, si las probabilidades de éxito son nulas, y los participantes están de antemano condenados a muerte.

La respuesta es fácil: por culpa de los gobiernos yanqui, europeos, y en suma, de la OTAN.

Todos ellos en comandita han ofrecido a Zelenski sumas fabulosas de dinero, a cambio de mantener la guerra el mayor tiempo posible. Al precio que sea. La OTAN (nosotros) pone el dinero, y en atinada y cruel frase, la OTAN está dispuesta a luchar contra Rusia hasta el último ucraniano.

Porque esta guerra ya está ganada por Rusia desde el minuto 1. Y si se retrasa la victoria es porque Rusia -Putin, quiero decir- no quiere utilizar la táctica de los bombardeos de alfombra que utilizó USA en Alemania en la II G.M.

No porque no pueda, que le sobran medios, sino porque para los rusos los ucranianos son hermanos, y no quieren producir más daño del estrictamente indispensable para –según palabras del propio Putin- desnazificar Ucrania.

La retirada de los rusos de Kiev, cuando ya estaban a las puertas, fue una jugada sucia de los yanquis, que ofrecieron una mediación de paz a cambio de esa retirada. Como los rusos querían la paz, se dejaron engañar.

Ahora el engaño parecen haberlo perpetrado los rusos, con esa ficticia insurrección de Wagner. Con ella animaron a Zelenski a redoblar el esfuerzo de la contraofensiva, incrementando la horrenda picadora de carne en que se ha convertido, y con ello acercando el fin de la guerra.

Las increíbles –pero ciertas- imágenes de la película “Stalingrado”, de soldados lanzados a la muerte sin armas ni instrucción adecuadas, se producen a día de hoy en Ucrania.

LEER MÁS:  La Organización Mundial de la Salud al servicio de su majestad Bill Gates. Por Rafael García Alonso

Y nosotros subvencionamos esa carnicería con nuestros impuestos.

Esa carnicería, y otras, como las espeluznantes historias que se oyen del régimen de Zelenski, de trata de mujeres en redes de prostitución internacionales, de redes de venta de niños para prostitución y extracción de órganos, de laboratorios yanquis de armas biológicas, de tráfico de armas (las que les mandamos nosotros) a otros países en guerra, y un largo etcétera. Todo ello cuidadosamente encubierto por nuestros gobiernos, porque hay que trasladar a los borregos occidentales la imagen del impecable y valiente Zelenski.

Pues, señor lector, sepa que con sus impuestos se está mandando a una muerte cierta e inútil a cientos de miles de ucranianos.

Ahora que lo sabe, ya puede desayunar feliz sus tostadas calientes, pero entre tostada y tostada, no deje de rezar porque nuestros insensatos y venales políticos no lo alisten a usted forzoso a esa guerra, a morir como un simple ucraniano.

Autor

Galo Dabouza
Galo Dabouza
Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.
Suscríbete
Avisáme de
guest
1 comentario
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
Aliena

Implacable y una verdad como un templo. Enorme artículo al sólo cabe reprochar ese anglicismo pelín «ridi» de «Desde el minuto uno», agravado al escribir la cifra; si bien podría ser peor pues pudiera haber sido «Desde el minuto cero».

1
0
Deja tu comentariox