La fiscalía, al servicio de la tiranía. Por Galo Dabouza

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Los socios y amigos de ACODAP estamos que no salimos de nuestro asombro, al ver la desvergüenza y corrupción con la que se desenvuelven los fiscales españoles, suficiente para sonrojar a un sargento chusquero de la Legión (paradigma de tipo curtido).

El desparpajo con el que delinquen por escrito, sin el mínimo asomo de pudor, nos demuestra a todos los españoles lo lejos que estamos de ser todos iguales ante la ley.

Les cuento el caso.

Pulula por Talavera de la Reina un tal Demetrio de la Cruz Andrade, fiscal decano de la localidad. Hace pocas fechas una abogada, ex -esposa del arquitecto que fue alcalde la misma localidad, Ángel Valero Sánchez, denunció en el buzón de ACODAP haber sido objeto de violencia machista por parte de su marido, el cual, conjuntamente con el fiscal antedicho, tienen montada una trama de corrupción en la localidad, cometiendo fraudes urbanísticos, prevaricación y cohecho, con grave perjuicio para muchos vecinos.

Cuando la abogada denunció la violencia ejercida contra ella por su ex –marido, el fiscal decano, en lugar de actuar para perseguir al delincuente, lo ayudó a eludir la acción de la justicia (ruego disculpas al lector por usar tan impropiamente esta palabra), al tiempo que llegó a amenazar a la denunciante con imputarle delitos que la llevarían a prisión si no retiraba la denuncia. (1)

Hasta aquí, lo de siempre. Funcionarios de la administración de justicia, haciendo exactamente lo contrario de lo que se supone su obligación. Así anda el patio.

Pero lo peor es que, cuando ACODAP pide ayuda a los ciudadanos para que denuncien ante la fiscalía Superior de Castilla La Mancha los hechos, para que ésta los investigue y ponga coto a esa ilegalidad (2), alguien de esa fiscalía superior, amparándose en el anonimato del correo electrónico oficial, advierte a los denunciantes que no se adoptará medida alguna si no se identifican satisfactoriamente ante esa fiscalía. No se trata sólo de un claro intento de amedrentar a estos denunciantes, como antes hizo Demetrio con la abogada, sino que el fiscal canalla que lo hace, comete precisa y concretamente lo que reprocha a los denunciantes –el anonimato-.

Podrá pensar el lector inadvertido que una denuncia anónima no debe tramitarse. Se equivoca de medio a medio. Todos recordaremos el resto de nuestros días aquella calaña de sabandijas despreciables que, durante el secuestro ilegal a que fuimos sometidos, llamaban por teléfono a la policía y guardia civil, sin identificarse, para avisar que un criminal paseante deambulaba por la vía pública. La denuncia era anónima, pero les faltaba tiempo a los esbirros para intervenir y detener, si preciso fuera, al peligroso paseante.

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Respecto a la fiscalía, existe la instrucción 3/1993 de la Fiscalía General del Estado (3), en la que afirma ser obligatorio tramitar las denuncias anónimas, si incluyen datos suficientes para iniciar la investigación del delito.

En suma, que cuando un fiscal se cisca en las leyes, no faltan colegas para encubrirlo, amenazando a los ciudadanos que piden justicia.

A los ciudadanos de bien solo nos cabe desear que llegue pronto el día en que veamos la justicia campar por estas tierras, sin tener que esperar a la divina.

Pero eso va a depender del empeño que pongamos en conseguirlo, porque los que nos desgobiernan, que son los que con más asiduidad usan la constitución y las leyes como papel higiénico, no van a hacernos ese regalo gratis.

Quien quiera colaborar, nunca lo tuvo más fácil.

Solos, somos blanco fácil, unidos, los haremos morder el polvo.

¡Y ya va siendo hora!

¡Únete a ACODAP!

https://www.acodap.eu/

Autor

Galo Dabouza: Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.