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En la tarde del sábado día 13 de agosto de 1966, el Caudillo Francisco Franco, junto a su esposa, inauguraba en el término municipal coruñés de Sada, al albergue “Marina Española” de la Sección Femenina.
Entre los vítores y aplausos de la multitud que se congregaba en las proximidades del albergue, el Jefe del Estado y su esposa Carmen Polo fueron saludados por el vicepresidente del Gobierno, Capitán General Muñoz Grandes; varios ministros de su Gobierno; Delegada Nacional de la Sección Femenina, Pilar Primo de Rivera; Delegado Nacional de Juventudes, Eugenio López; Gobernador Civil y jefe provincial del Movimiento de La Coruña Avendaño Porrua; Tesorero general del Movimiento y Director General de la vivienda, Enrique Salgado Torres; alcalde de Sada señor Arévalo; Consejo Provincial del Movimiento, mandos nacionales y provinciales de la Sección Femenina y otras autoridades y personalidades.
En el vestíbulo del albergue el cardenal arzobispo de Santiago de Compostela, Fernando María Quiroga y Palacios, procedió a la bendición de las instalaciones. De seguido el Jefe del Estado, acompañado de su esposa y autoridades, recorrió durante una hora las distintas dependencias del centro, deteniéndose en varias habitaciones y salas y posteriormente en la piscina, donde asistió a una exhibición de socorrismo por parte de varias de las jóvenes albergadas.
Seguidamente, se trasladaron a la pista polideportiva donde tendría lugar el acto. La subdelegada Nacional de la Sección Femenina Tersa Loring, dio lectura a la Orden de concesión de las “Y” de oro a los mandos de la organización las señoritas Carmen Werner, Josefina Veglison, María de las Nieves Sunyer, regidora Central de la sección Femenina; Blanca Naranjo, delgada Provincial de Las Palmas de Gran Canaria y María Castañeda, delegada Provincial de Santander.
A continuación, la Delegada Nacional, Pilar Primo de Rivera, pronunció unas palabras para agradecer la presencia del Caudillo y su esposa, así como la de los ministros del Gobierno presentes en el acto y a Enrique Salgado Torres, tesorero Nacional del Movimiento, sin cuya colaboración continuó la Delegada Nacional, “este albergue no habría sido posible.” Pilar Primo de Rivera glosó a continuación las hazañas de la Marina Española a lo largo de la historia de España, mencionando a varias de sus más destacadas figuras. Dijo que el denominar al nuevo albergue como Marina Española era un homenaje de la Sección Femenina a la Gloriosa Armada Española.
Tras las palabras de la Delegada Nacional que fueron muy ovacionadas, el Jefe del Estado impuso las condecoraciones a las galardonadas, a las que dirigió las siguientes palabras:” Solamente unas palabras para saludaros, desearos mis felicidades y agradecer a la Sección Femenina y a la Delegada Nacional, Pilar Primo de Rivera, todo el entusiasmo, el esfuerzo, la abnegación y el sacrificio que venís poniendo en la resolución de los problemas sociales de la mujer española.
Gracias a Dios habéis cambiado el ambiente español, el ambiente de la beneficencia, para hacerla alegre, generoso y cariñoso.”
Albergue de la Sección Femenina Marina Española en Sada (La Coruña)
“Habéis cambiado también el panorama de la mortalidad infantil, llevando el cuidado de la mujer a los problemas graves nacionales, cambiando la fisonomía entera de España con vuestro esfuerzo, con vuestros sacrificios y con ese concepto especial y avanzado que ha despertado tanta alegría en el ambiente español. Pero es necesario también vivir al compás de los tiempos, no anquilosarnos ni inmovilizarnos en una situación permanente y estable.
Somos un Movimiento, y como tal seguimos las palpitaciones de España, las necesidades del pueblo. Vosotras mañana encontraréis un ambiente en la nación que no será el que nosotros recibimos, pero que tenemos el honor y tenéis el honor de haberlo transformado.
Para este futuro hay que continuar cambiando a España, llevando a todos sitios el sentir nuevo de nuestra doctrina, siempre viva para el futuro y grandeza de la nación.
Muchas gracias a la Sección Femenina y muchas gracias a los que se están formando de cara a las constantes mejoras de nuestra Sección Femenina.
¡Arriba España!”
Una gran salva de aplausos y gritos de ¡Franco! ¡Franco!, acompañó la finalización del breve parlamento del Caudillo. A continuación tres mandos del albergue procedieron a arriar Banderas, mientras se entonaba por todos los presentes el “Cara al Sol” dando al final el Generalísimo los gritos de ritual. Tras ello y después de despedirse de las autoridades, el Caudillo y su esposa abandonaron el albergue para regresar a su residencia del Pazo de Meirás, siendo despedidos por la multitud con las mismas muestras de afecto y simpatía que a su llegada.
El nuevo albergue de la sección Femenina, enclavado en la incomparable ría de Sada, constaba de cinco plantas y otros edificios anexos de menor altura. Había sido diseñado por el arquitecto Jacobo Rodríguez Losada y construido por la empresa Martínez Barbeito. Tenía capacidad para 114 jóvenes. Las habitaciones disponían de seis camas con cuartos de baño y armarios. Salas de estar, de juntas, de juegos, biblioteca, comedor, dos piscinas, campo polideportivo, pista de patinaje, zona de vestuarios y duchas en la zona deportiva, El albergue contaba también con una pequeña playa. El coste de la obra pasó de treinta y cinco millones de pesetas.
El albergue tendría tres turnos de verano, de 21 días de duración casa uno, iniciándose a primeros de julio. Además de las afiliadas a la Sección Femenina de todo el territorio nacional, tenían plaza hijas del personal de la Marina Española y grupos de estudiantes francesas.
Esa misma tarde, el Caudillo de España había inaugurado horas antes, el Colegio Provincial de la Milagrosa, dependiente de la Diputación Provincial, situado en la zona de San Cristóbal de la ciudad de La Coruña
Aproximadamente a las seis de la tarde llegaron al colegio el Caudillo y su esposa. El edificio se hallaba engalanado con banderas y gallardetes y frente a él formaban todas las alumnas y niños acogidos en el centro, junto con la comunidad de religiosas de San Vicente Paúl, que regía el mismo. Al descender del automóvil el Jefe del Estado escuchó el Himno Nacional, interpretado por la Banda Municipal de música de La Coruña y seguidamente correspondieron a los saludos de la multitud, que se había congregado en dicho lugar y que les hizo objeto de un fervoroso recibimiento. Una niña entregó a doña Carmen Polo de Franco un ramo de flores.
El Caudillo y su esposa saludaron a los ministros de Marina, Almirante Nieto Antúnez; Información y Turismo Manuel Fraga; Ejército Teniente General Menéndez Tolosa y Gobernación, Teniente General Alonso Vega, así como a los directores generales de la Guardia Civil y de Seguridad; capitanes generales de la Región Militar Teniente General Ramón Carmona y del Departamento Marítimo del Cantábrico, Almirante Francisco Núñez; gobernador civil, Antonio Avendaño Porrua; alcalde de La Coruña Demetrio Salorio; presidente de la Diputación Rafael Puga y Ramón; Corporación Provincial en pleno y otras autoridades y replantaciones.
A continuación, el Caudillo y su esposa penetraron en el colegio y en el salón principal de la planta baja, el cardenal arzobispo de Santiago, doctor Quiroga y Palacios, revestido de pontifical, procedió a la bendición de las instalaciones. Seguidamente el presidente de la Diputación Provincial, Rafael Puga Ramón, pronunció un breve discurso para agradecer la presencia del Jefe del Estado en el acto, recordando que fuera precisamente Franco quien había puesto en marcha, en el año 1956, el Colegio Hogar Calvo Sotelo, que venía a solucionar el problema de los menores acogidos por la beneficencia provincial.
El Generalísimo y su esposa, acompañados de todas las autoridades y personalidades, recorrieron después las instalaciones del Colegio y a las siete menos veinte de la tarde abandonaron el edificio.
El Colegio Provincial de la Milagrosa tenía cuatro plantas por una parte y tres por otra. El coste de las obras, que habían durado cerca de tres años, ascendió a 32 millones de pesetas. El edificio, en conjunto, constaba de cuatro cuerpos independientes entre sí. Uno de ellos sería destinado a Colegio Provincial, con capacidad para trescientas alumnas internas; otro dedicado a niños de entre siete a diez años. Tenía una residencia para externas y antiguas alumnas del centro y un instituto de enseñanza media.
- El Caudillo de España Francisco Franco y su esposa Carmen Polo, son saludados por el alcalde de La Coruña Demetrio Salorio, junto a su esposa, a su llegada al castillo de San Antón.
A la noche de esa jornada, el Caudillo de España, acompañado de su esposa Carmen Polo, presenciaría desde el Castillo de San Antón, una espectacular sesión de fuegos de artificio. Era la primera vez, desde 1946, en que la cena de gala en su honor, organizada por la corporación municipal, no se iba a celebrar en el palacio de la plaza de María Pita. En el nuevo escenario, que se convertiría dos años después en museo arqueológico, el Generalísimo Franco y su esposa serían recibidos por el alcalde de La Coruña y su esposa, quien entregaría un ramo de flores a Carmen Polo; vicepresidente del Gobierno, capitán general Muñoz Grandes; ministro de la Gobernación, Teniente General Camilo Alonso Vega; del Ejército, Teniente General Camilo Menéndez Tolosa; de Marina, Almirante Pedro Nieto Antúnez; de Agricultura, Adolfo Díaz Ambrona, y de Información y Turismo; Manuel Fraga Iribarne. La Banda municipal de música interpretaría el Himno Nacional a la llegada del Caudillo de España.
El castillo de San Antón, (1) fortificación que databa del siglo XVI, lucía esplendoroso para la ocasión, orlado con trípodes de banderas Nacionales, hachones luminosos, doseles y reposteros.
Miles de personas se agolparon en sus inmediaciones y recibieron la llegada, poco antes de las doce de la noche, del Jefe del Estado y su esposa, con grandes y prolongados vítores y aplausos.
- El Generalísimo Franco preside desde el castillo de San Antón de La Coruña una gran sesión de fuegos de artificio.
El Caudillo y su esposa, tras ser saludados por el alcalde y señora, ministros del Gobierno y miembros de la Corporación municipal, ascendieron por las escaleras del castillo precedidos por una sección de gaitas de la Banda Municipal y escoltados por Maceros y Heraldos que portaban candelabros encendidos. hasta los adarves del Castillo, donde fueron cumplimentados por los capitanes generales de la Octava Región y del Departamento marítimo Teniente General Carmena y Pérez de Vera y Almirante Núñez Rodríguez; gobernador civil, Antonio Avendaño Porrúa; directores generales de la Guardia Civil y de Seguridad, respectivamente señores Ramírez de Cartagena y Blanco Rodríguez; presidentes de la Diputación y Audiencia provinciales, así como otras autoridades y personalidades militares, civiles y eclesiásticas coruñesas.
Minutos después de las doce se inició una brillantísima y prolongada sesión naval de fuegos de artificio. Varios barcos, situados en las inmediaciones del Castillo, iniciaron el lanzamiento de los fuegos, contestados desde diversos puntos de la bahía con otras bellísimas y espectaculares carcasas luminosas, que fueron saludados con grandes aplausos por los miles de personas que los presenciaron desde diversos lugares de la bahía y del puerto coruñés.
Concluida la fastuosa sesión, el Jefe del Estado, su esposa, ministros, autoridades y personalidades descendieron a los salones interiores del Castillo, y el Caudillo y su esposa, ministros y primeras autoridades, tras pasar por el Salón de la Guarnición, tomaron asiento en el de Banderas, donde les fue ofrecido un elegante lunch al tiempo que la Banda Municipal ofreció un concierto de música española.
Poco antes de las dos de la madrugada, el Generalísimo Franco y su esposa se despidieron de las autoridades y personalidades y tras escuchar el Himno Nacional, interpretado de nuevo por la banda municipal de música, emprendieron viaje de regreso al Pazo de Meirás, rodeados de la espectacular escolta motorizada de su Regimiento, entre los enfervorizados aplausos y gritos de ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! por parte de miles de coruñeses y forasteros, que esperaron la salida del Caudillo en las inmediaciones del Castillo de San Antón, así como por las calles por la que circuló la comitiva.
Notas: 1) El castillo de San Antón es un castillo del siglo XVI que formó parte, junto con los de Santa Cruz y San Diego (desaparecido en 1963), de la defensa estratégica de castillos y baterías de la bahía de La Coruña. Su construcción comenzó el año 1587, según una inscripción que se encuentra en la portada de la fortaleza, bajo la dirección del alférez Pedro Rodríguez Muñiz, haciendo desaparecer con ello, una capilla construida a finales del siglo XV y un lazareto, que albergó, en aquel pequeño islote, a enfermos de lepra.
Durante el fallido ataque inglés de Francis Drake y su armada en 1589, el castillo contribuyó con gran eficacia a la defensa de la ciudad, a pesar de no tener concluidas sus obras de construcción, que continuaron tras el ataque, dirigidas por el arquitecto del Rey Felipe II, Tiburcio Spinochio, finalizando en 1590. Tras el ataque de 1639, en que una escuadra combinada franco-holandesa asedió la ciudad sin éxito, Francisco González de Andía, marqués de Valparaíso, Capitán General de Galicia, propuso al rey Felipe IV la reforma de la fortificación, que concluiría en el siglo XVIII
A partir de ese siglo XVIII la fortaleza se convirtió en prisión, función que mantendría hasta su cesión al Ayuntamiento de La Coruña en 1960. En ella estarían encarcelados destacados personajes de la historia de España como el político Melchor de Macanaz, enviado en 1748 al penal de San Antón por el Rey Fernando VI, por intentar realizar una alianza con Inglaterra, abandonando la tradicional dependencia de España con respecto a Francia, que tenían los Borbones españoles: el brigadier de la Armada y gran navegante Alejandro Malaspina, encerrado en 1796, por conspirar contra el favorito, primer ministro del Rey Carlos IV, Manuel Godoy o el general Juan Díaz Porlier, héroe de la guerra de la independencia española contra el pérfido y sátrapa Napoleón y acusado en 1814 de conspiración contra el Rey Fernando VII. Finalizada la guerra de Liberación Española (1936-39) en los años cuarenta las autoridades decidieron unir el islote con tierra firme, tras ser prolongado el muelle de Ánimas del puerto coruñés. El castillo de San Antón fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1949.
Autor
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Nacido en La Coruña el 1 de abril de 1957. Cursó estudios de derecho, carrera que abandonó para dedicarse al mundo empresarial. Fue también director de una residencia Universitaria y durante varios años director de las actividades culturales y Deportivas del prestigioso centro educativo de La Coruña, Liceo. Fue Presidente del Sporting Club Casino de la Coruña y vicepresidente de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña. Apasionado de la historia, ha colaborado en diferentes medios escritos y radiofónicos. Proveniente de la Organización Juvenil Española, pasó luego a la Guardia de Franco.
En 1976 pasa a militar en Fuerza Nueva y es nombrado jefe Regional de Fuerza Joven de Galicia y Consejero Nacional. Está en posesión de la Orden del Mérito Militar de 1ª clase con distintivo blanco. Miembro de la Fundación Nacional Francisco Franco, es desde septiembre de 2017, el miembro de la Fundación Nacional Francisco Franco, encargado de guiar las visitas al Pazo de Meiras. Está en posesión del título de Caballero de Honor de dicha Fundación, a propuesta de la Junta directiva presidida por el general D. Juan Chicharro Ortega.
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