Sobre la gesta de la División Azul y la falta de respeto. Por Miguel Ángel Marcos Bueno

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Es inconcebible la villanía con la que se ha enfocado desde un punto de vista estatal, la participación voluntaria de unos jóvenes, que después de una cruenta y fatídica contienda civil en su patria, en la que ambos bandos, lucharon hasta la última gota de su sangre en muchos casos, decidieron, en un alarde, de idealismo, de generosidad y de valentía, alistarse a la División 250, para luchar contra el enemigo que ellos creían a pies juntillas y firmemente, como el aniquilador de Europa, el Bolcheviquismo Marxista en la fría y lejana estepa rusa, en unas condiciones climáticas y de número en contra, que es difícil abstraerse.
En lugar de reconocer una apasionante gesta, un hecho bélico de considerables dimensiones, un capítulo militar épico y glorioso, por encima de colores y banderas, se da rienda suelta a todos los rencores, al odio, al revanchismo, al olvido histórico, a la desaparición con la aquiescencia del Ejército Español y sus altos oficiales. Mientras, y sin realizar ningún ejercicio de Demagogia, tenemos homenajes, plazas, calles, a las Brigadas Internacionales, idealistas, estos parece que si, que vinieron a luchar desde Estados Unidos o Gran Bretaña, en Brigadas como la Abraham Lincoln, y que participaron en Batallas tan importantes como la de Belchite o la defensa de Madrid.
Cuando se os llena la boca de respeto, tolerancia, reconocimiento, memoria histórica a mi, se me viene de repente, memoria selectiva, miedo a la verdad, demócratas de pacotilla, subvenciones para un lado,.Los malos solo fueron unos, vamos a prostituir la historia, vamos a contar medias verdades que nos interesen, el cine Español es nuestro y el estado nos subvenciona, contamos lo malo malísimos que fueron unos, y lo buenísimos y solidarios que fuimos nosotros compañeres titiriteres…y ponemos el cazo.
Y en los libros de texto y en la educación de nuestros tiernos infantes, pues lo mismo, no hablamos de héroes, ni de Baler, ni de Blas de Lezo, ni de Krasny Bor, ni de Lepanto, ni del Gran Capitán ni de María Pita ni Agustina de Aragón.Mejor les hablamos de Tik tok y de mamarrachos, de héroes de barro, de gente de paja, vacía, de cabezas huecas, que ofrezcan carne, bailes, nada, en un marco idílico y falso, en un mundo vacío, alejado de toda concepción espiritual y combativa, y les alejamos de nuestra cultura, de la lectura, para que estén todos el día enganchados a un móvil en forma de chat absurdo, o vídeo juego come cocos, fomentamos el debate estéril, las gilipolleces como el lenguaje inclusivo, o el enfrentamiento entre hombre y mujer, nos inventamos una derechita cobarde y acomplejada que es más de lo mismo, y hacemos un circo cada cuatro años donde muchos, y es que hay que joderse, se dan importancia al acudir a las urnas, y mientras nuestros héroes ninguneados y nuestro sagrado y santo suelo pisoteado y escupido.