El destierro de Juan Carlos I causa de la quiebra de la Monarquía. Por Pablo Gasco de la Rocha

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Al margen de que la institución monárquica no se sostenga en este siglo comenzado, y no sólo en España, que es razón principal. No está de más decir que la Familia Real es casi más importante que el rey o la reina por cuanto a los Reyes de siempre les ha gustado asemejarse a los padres de familia, y siendo que reinaban en una nación, ellos de siempre se consideraban los padres de sus súbditos.

Siendo esto así, el hecho de que se haya desterrado de España a Juan Carlos I supone un lastre añadido para la Corona, porque un hijo no destierra a su padre, rompiendo la Familia. Y mucho menos si es por lo que han hecho y seguirán haciendo todos los reyes a lo largo de la historia: amasar fortuna lejos del fisco.

Pero hay más. Más, porque no sólo hay destierro del Padre, también hay destierro de la Madre, aunque sea de forma más sibilina. Y desde luego ruptura con las Hermanas, Primos, Amigos y demás familia. Así, entonces, Felipe es él, su esposa y sus dos hijas. ¿Es esto una familia? Más aún, ¿es esto la Familia en la que se miran el resto de las familias españolas?

A Felipe VI, que no tiene poder alguno, salvo el oficio de representar y hacer promoción de las ventajas de una marca, se le ha quitado incluso el poder ejercer de hijo.

Pedro Sánchez, que no tiene nada de tonto, aunque lo tenga de paciente de psiquiátrico, bien sabe que en este momento no se puede cargar la Monarquía, que sería su segundo gran triunfo después de profanar los restos mortales de Franco, por eso ha optado por tomar un atajo, expulsar de España al padre con la seria advertencia de que si vuelve pondrá a trabajar al Poder Judicial en su contra, haciendo que su vida y la del propio Felipe VI sea un horror.

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Y es que Sánchez, de sobra sabe que el testigo que ha recogido en esta carrera de fondo que se inició el 21 de noviembre de 1975 le permite ser osado. Nadie lo dice mejor que un castizo… ¡Olé sus cojones!