Embassy Cup, el juego más diplomático. Por César Serna

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En el marco de la Puerta del Sol y con la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, como gran anfitriona, ha tenido lugar la ceremonia de entrega, en su tercera edición ya, de la Embassy Cup Diplomatic Soccer.

El distinguido torneo amateur internacional de Fútbol entre embajadas, de todo el mundo, residentes en suelo patrio, que se consolida cada vez más a juzgar por la alta participación. En esta ocasión, más de 30 representaciones, lo que se convierte en todo un aliciente en el universo diplomático. Y es que lo que una el fútbol, en particular y la práctica del deporte, en general, no hay pegamento artificial que lo fije y supere, como generador humano, indiscutible, además de valor añadido al desarrollo social y económico de las naciones,

Madrid es sin duda “un motor que mueve una sociedad cargada de valores”, como reconoció en su alocución la presidenta, que recibió camiseta distintiva de la competición, ante la nutrida presencia de embajadas asistentes.

Un evento lúdico deportivo que pretende ir más allá y dar una visión diferente de la vida diplomática como tal, más allá de lo social, que viene sin duda a reforzar lazos entre las respectivas delegaciones diplomáticas en España. Chile, Brasil… De ahí la destacada óptica de la capital como un gran campo de juego, escaparate único, a nivel internacional.

Un encuentro amigable de los amantes del balompié que viene a ratificar, una vez más, los compromisos adquiridos en 2020 en Naciones Unidas y la lucha activa contra la diabetes, como una de las pandemias en vigor que nos asola

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“Un lugar sorprendente, abierto al mundo. Porque así está dibujado en nuestro ADN y en la Historia que se construye cada día. Una ciudad impulsora, vanguardista, pero ante todo acogedora, que no cesa en su empeño de crecer y aportar, porque todo suma y está en constante evolución, planteando nuevos retos, como es la candidatura conjunta con el país vecino Portugal, de cara a organizar el próximo Mundial de Fútbol en 2030.

El deporte rey se convierte así, una vez más, en una excepcional terapia, en nexo de comunicación y catalizador de la idiosincrasia de los pueblos. Un trampolín donde la Diplomacia arbitra un fair play muy importante no solo para los participantes inscritos.