22/11/2024 01:47
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Con ocasión del coronavirus, también llamado el comunistavirus, hay entre 3 y 4 millones de trabajadores en ERTE, es decir en expedientes de regulación de empleo, muchos de los cuales, y por desgracia para todos, devendrán en ERES, expedientes de regulación de empleo, por despidos colectivos, cierres de empresas, etc.

Pues bien, en el mejor de los casos, solamente una supresión temporal de la prestación laboral, esos empleados perderán el 30% de sus ingresos, pues en ERTE la seguridad social solamente abona el 70% de las retribuciones previas, con un límite máximo, además.

Ahora bien, ¿qué pasa con nuestros “padres de la patria”, también llamados políticos, politicastros, hombres y mujeres públicas, etc., pues que seguirán cobrando el 100% de sus retribuciones, sin pérdida alguna, y ello a pesar de que en la mayoría de los casos están en sus casas, tocándose los cataplines…?

Y lo mismo digo respecto a las pagas extras, que las cobrarán integras, en su totalidad, cuando no tengo nada claro que la seguridad social pueda pagar la paga extraordinaria de junio a los jubilados e inválidos.

No hablo de los desempleados, prejubilados, etc., pues esos no cobran paga extra alguna, ¡y no veo que se quejen tanto cómo los empleados públicos, cuando les suprimen un euro, o algún presunto y supuesto “derecho”!

Y no digo nada de los autónomos, los auténticos parias de esta situación, muchos de los cuales no tienen ingreso alguno, al haberles cerrado el gobierno, de forma coactiva, sus “negocios”, pero sin que se les haya exonerado del pago de alquileres, seguros sociales, impuestos a hacienda, etc., -como han hecho en Francia, por ejemplo-, de forma que con este “empujoncito” la mayoría se van a ir a la mierda.

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Han pasado de tener un negocio a ser “dueños” de una ruina.

A primeros de año España tenía más de tres millones de autónomos, una buena parte de los cuales contrataba también trabajadores, como microempresas que eran y son, de forma que posiblemente podían ser un tercio de la actividad económica, que era de escasamente 19 millones de trabajadores, por cuenta propia y ajena. ¡Veremos cuántos quedan a final de año, pero no creo que sobrepasen los dos millones!

Y, excuso decirles que los primeros que se irán al paro serán sus trabajadores, pues quien tiene un despacho, una tienda, etc., lo primero que hace es prescindir de los trabajadores por cuenta ajena, e intentar sobrevivir, como pueden…

El Estado, por ejemplo, para trienios, cuando en el ámbito laboral hace ya décadas que se suprimió su devengo automático, como sucede en el sector público, quedando al albur de la negociación colectiva, pero con un porcentaje cada vez mayor de personal contratado temporal, dudo mucho que los cobre más de un 20%, y eso como mucho, de la totalidad de la población laboral española…

Lo mismo digo del privilegio de poder jubilarse a los 60 años, con una prestación previa de servicios de 30 años, cuando en el ámbito laboral, vamos, y a toda velocidad, hacia la jubilación a los 67 años, es decir 7 años después, lo que además es lógico y coherente con la esperanza de vida cada vez mayor de la población.

¿Hay algún sistema de previsión social que pueda ser viable, si con 30 años de trabajo se puede cobrar después 25 o 30 años más de jubilación…, pues la esperanza de vida en España está en los 85 años, por término medio…?

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Claro que “éstos” vienen dispuestos a “liquidar” al máximo de jubilados posible, mediante dos “técnicas” de exterminio masivo de la población, o genocidio inducido:

El comunistavirus, negando el ingreso en las Ucis, aparatos respiradores, etc., a personas procedentes de residencias de mayores, geriátricos, etc., y

La proyectada ley de “atanasia”, que es como llaman al asesinato selectivo de los pensionistas, negándoles la atención médica a que tienen derecha, tras largas carreras de cotización de 40 y 50 años…

En fin, señores votantes de la PSOE y de Unidas Podemos, ¡”disfruten” de lo votado!

(Lo malo es que vamos a “disfrutar” todos).

Termino ya, con dos preguntas, a quien corresponda:

¿Es qué los políticos y empleados públicos no van a arrimar su hombro para que España pueda salir de la ruina, prácticamente la quiebra, en la que estamos…?

¿Para cuándo un ERTE, o más bien un ERE, en el sector público funcionarial…?

Autor

Ramiro Grau Morancho