22/11/2024 04:53
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Guerra, comercio, mestizaje, piratería, traición, gloria… El periodista Daniel Arveras Alonso ha conseguido condensar toda la historia de la Conquista de América en dos pequeñas islas caribeñas, Cubagua y Margarita, que protagonizaron los primeros años de exploración y colonia con un inesperado acento fémino. Su ensayo ‘De mucho más honor merecedora. Doña Aldonza Manrique, la gobernadora de la isla de las perlas’ (SND Ediciones) narra una historia casi inédita de la conquista, con mujeres que fueron gobernadoras y familias enteras poblando el Nuevo Mundo, que rompe con la imagen más siniestra y simplista de la Leyenda Negra. «Lo del conquistador varón, blanco y barbado es el prototipo que ha quedado, pero hay mucho más detrás de esa imagen», asegura Arveras en una entrevista con ABC.

–¿Cuál fue el papel de las mujeres en la conquista de América?

 
 

–Más bien cabría preguntarse qué papel no jugaron las mujeres en la Conquista de América, pues fueron soldados (María Estrada, Inés Suárez, Catalina de Erauso y otras), enfermeras (Isabel Rodríguez), maestras (Catalina Bustamante), adelantadas (Mencía Calderón), almirantes (Isabel Barreto) y hasta gobernadoras como Beatriz de la Cueva «la sin ventura» en Guatemala o la propia protagonista de mi último libro, Aldonza Manrique en la isla Margarita. Por supuesto, la mayoría tuvieron un rol más anónimo, no reseñado por los cronistas, pero de gran importancia. Me refiero a las que ejercieron como taberneras, costureras, tenderas… e incluso como «mujeres públicas» en América. La lista es interminable, pues mujeres hubo desde el principio -ya en el segundo viaje colombino entre aquellos 1500 pioneros que se instalaron en la isla de la Española-. Pero, por encima de todo, fueron pobladoras, féminas de toda condición, casadas, solteras y viudas, hijas, madres, tías, hermanas, sobrinas que dejaron su vida atrás para iniciar otra nueva en América.

–¿Por qué, en cambio, ha quedado solo la imagen de los conquistadores como unos señores barbudos, violentos, todos blancos y con una gran sed de violación?

–Bueno, es obvio que al principio las expediciones al Nuevo Mundo fueron mayoritariamente varoniles. No podía ser de otra manera. Las armadas y empresas de exploración, descubrimiento y conquista hacían que esto fuera así, pues había que dejar familia y hogar, vencer el miedo a la mar, sufrir incomodidades a bordo y luego adentrarse por tierras inexploradas, afrontando múltiples penalidades y peligros, verse las caras con indios hostiles… aunque siempre hubo mujeres valientes que participaron. La barba era muy común en aquellos tiempos.

¿Blancos? Eran castellanos y cristianos, aunque, muy pronto, fueron una minoría al lado de los contingentes de indios aliados formados por miles de soldados, guías y porteadores que fueron clave en el apoyo a las huestes de Hernán Cortés y Francisco Pizarro para derrotar a la tiranía mexica e inca respectivamente que los mantenía subyugados. De otra manera no hubiera sido posible que unos pocos cientos de españoles salieran victoriosos contra miles y miles de guerreros en su terreno.

–El ensayo arranca con la historia de Isabel Manrique, que define usted como «la primera mujer fundamental en esta historia». ¿A qué obstáculos debió enfrentarse?

–Al quedarse viuda del oidor Marcelo de Villalobos, Isabel Manrique jugó hábilmente sus bazas ante la situación de desamparo en la que queda y las enormes deudas contraídas por su esposo. Consiguió libramientos y aplazamientos de pagos y, sobre todo, reclamó para su hija Aldonza el derecho que a ésta le asiste para heredar de su padre la gobernación de la isla Margarita.La Corona así lo reconoció el 13 de junio de 1527 y ella ejerció como «tutora o curadora» de su hija hasta que ésta se casó con 15 años de edad. En esos ocho años (1527-1535) Isabel tratará de cumplir las condiciones de la capitulación para poblar la isla, aunque tendrá no pocas dificultades en esa tarea: envidias y reclamaciones de los poderosos vecinos y mercaderes de Cubagua, dificultades económicas y para alistar gentes que allí se asentaran, etc.

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Pese a todo ello, fue fundamental para que su hija Aldonza fuera la gobernadora titular de la isla Margarita. Su tesón y orgullo están fuera de toda duda.

«Más bien deberían pedir perdón López Obrador, Maduro, Castillo… por las constantes soflamas hispanófobas que sueltan por su boca

–Aldonza de Villalobos gobernó desde niña hasta su muerte en una isla del Caribe, ¿no hubo hombres que intentaron reemplazarla?

–Por supuesto que los hubo, sobre todo al principio, durante su minoría de edad. La cercana isla de Cubagua, poderoso centro perlífero, no vio con buenos ojos que una mujer se hiciera con la gobernación de isla Margarita, pues la consideraban como propia aunque no la hubieran explotado a conciencia. De hecho, los principales mercaderes y autoridades de Nueva Cádiz -ciudad de Cubagua- se quejaron de la situación y denunciaron los escasos avances de Isabel Manrique, consiguiendo que la Corona les diera la razón durante unos pocos años. Pese a todo, llama la atención que el Emperador Carlos nunca retirara la titularidad de Aldonza Manrique como gobernadora, pese a las presiones que recibía y los candidatos que seguro se postulaban para tal puesto. De hecho, Aldonza recobró su plena autoridad sobre los asuntos de la isla poco después, tras su matrimonio con el conquistador Pedro Ortiz de Sandoval. Sería gobernadora perpetua de la isla Margarita hasta su muerte en 1575.

–¿Debe España pedir perdón por lo que hicieron esos hombres y mujeres?

–Más bien deberían pedir perdón López Obrador, Maduro, Castillo… por las constantes soflamas hispanófobas que sueltan por su boca -en perfecto español, eso sí- manipulando conscientemente la historia por razones ideológicas y de burdo interés político populista. Los nativos americanos fueron especialmente masacrados y marginados en los siglos XIX y XX, a raíz del surgimiento y emancipación de España de las naciones hispanoamericanas. Creo que era el hispanista francés Joseph Pérez, recientemente fallecido, quien decía que la leyenda negra antiespañola consistía en enfatizar la parte más pequeña y oscura de nuestra historia en América -que la hubo, sobre todo en las primeras décadas- y en apagar u obviar las luces, que fueron muchas más y se prolongaron durante tres siglos.

–¿Cuál era el objetivo perseguido por los conquistadores?

-Aquellos hombres y mujeres que descubrieron, exploraron, conquistaron y poblaron el Nuevo Mundo, lo hicieron buscando riquezas y gloria, persiguiendo una vida mejor para ellos y los suyos. La Corona buscó siempre integrar a sus habitantes, protegiendo a los nativos, promoviendo los matrimonios mixtos y expandiendo la civilización occidental (leyes, religión, hospitales, universidades, imprenta, lengua…). Se fue forjando esa Hispanidad mestiza, mayoritaria hoy en América.

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–La Corona protegió a los indígenas de la esclavitud, pero a los negros africanos no, ¿por qué de esta doble moral?

 Los indios eran vasallos de la Corona, súbditos de Castilla como uno que había nacido en Badajoz, Sevilla o Valladolid, gozando de la protección y derechos que ello conllevaba, los negros africanos, no. Las leyes y ordenanzas de la Corona para frenar los abusos sobre los indios se sucedieron desde los primeros tiempos, y aunque al principio no se cumplían demasiado sobre el terreno, poco a poco, gracias a las denuncias de religiosos, las tropelías fueron frenándose y castigándose a los culpables.


La expedición de Francisco Vázquez de Coronado al Gran Cañón del Colorado.

–Pero luego llegaron gran número de estos esclavos negros a América…

–Los esclavos negros africanos fueron llevados a América para suplir a los indios en arduos trabajos y paliar la alta mortandad que padecieron estos al contraer enfermedades fruto del contacto con los europeos. La esclavitud es tan antigua como la humanidad y, en el siglo XV, la exploración lusa de la fachada atlántica africana estableció puertos y factorías costeras, bases del comercio negrero hacia Europa y, a partir del XVI, también hacia América. También debe recordarse que los esclavos negros en la América hispana fueron muchos menos que los que hubo luego en las colonias inglesas o francesas y, además, podían ganar su libertad con mayor facilidad que en el resto de casos.

–Un antepasado de Simón Bolívar jugó un papel importante en la historia de estas dos islas.

–Simón Bolívar ‘el Viejo’ fue uno de tantos vascos que surcó el océano a mediados del siglo XVI buscando una vida mejor en América. La encontró gracias a sus habilidades como registrador y escribano, primero en Santo Domingo y luego en Venezuela. «Es hombre hábil, de buena pluma y expediente, juicioso y no codicioso», se puede leer en un documento oficial de la época. Fue, en suma, un eficaz funcionario de la administración indiana.Pero no se quedó ahí y participó en diferentes negocios como en las pesquerías de perlas de isla Margarita junto a su hijo homónimo ‘el Mozo’, a quien promocionó convenientemente gracias a sus influencias.

–¿Cómo evolucionó la fortuna familiar con el paso de los siglos?

La familia Bolívar, generación tras generación, se fue configurando como una de las más relevantes de la sociedad criolla venezolana, con sus plantaciones, esclavos negros y diversas inversiones en diferentes negocios. De ahí viene el célebre Simón Bolívar, terrateniente acaudalado, criollo y heredero de una suculenta fortuna. A los Bolívar les fue muy bien bajo la Corona española.

FUENTE: https://www.abc.es/historia/abci-cara-mas-femenina-conquista-america-para-romper-leyenda-negra-sobre-espana-202110200056_noticia.html

 

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