Getting your Trinity Audio player ready...

Oficialnoica versión de la farsa Sida. Veamos. África, un simio con sida (nada que ver con el inexistente VIH) mordió el culete de un nativo. El nativo fue entonces a la ciudad y se lo pasó a una puta que se lo pasó a un banquero local que se lo pasó a su mujer y a sus tres novias…Y zas: 75 millones de personas se infectaron de SIDA en África. Juas. El paciente cero, te despollas con esta gentuza.

Clarividente artículo

¿La afirmación del título es de quien estas líneas garabatea? Quia. Un 11 de mayo de 1987, el reputado The Times, columna del prestigioso doctor Alan Cantwell. Preciso título: Smallpox vaccine triggered AIDS virus.

El artículo de marras constataba que el programa de vacunación para la “erradicación” de la viruela patrocinado por la OMS (Organización Mafiosa contra la Salud) era el responsable de establecer/desencadenar el sida en África. La OMS (Organización Mafiosa contra la Salud) chutó tal veneno a casi 100 millones de africanos que viven en África central. La vacuna fue considerada responsable de despertar una infección «latente» del virus del SIDA en el continente.

Y un asesor de la OMS acabó, sotto voce, también, reconociendo: «Ahora creo que la teoría de la vacuna contra la viruela es la explicación de la explosión del sida«. Otrosí, clave: en septiembre de 1987, durante una conferencia patrocinada por la National Health Federation en Monrovia (California), el doctor William Campbell Douglass acusó sin tapujos a la OMS (Organización de Mata Sanos) de asesinar a lo grande en el continente africano.

LEER MÁS: David Engels: “Ser conservador significa construir una relación con la tradición cristiana y cultivar un patriotismo europeo” Por Álvaro Peñas

También clarividente Douglass

En una reimpresión ampliamente difundida de su discurso titulado La OMS asesinó a África, acusó a la mafiosa organización onusina de animar a virólogos y biólogos moleculares a trabajar con “virus” animales mortales en un intento de crear virus quimera inmunosupresores que fueran mortíferos para los seres humanos.

En un boletín interno de la OMS (volumen 47, p.259, 1972), cita literal. «Habría que intentar ver si los virus pueden, de hecho, ejercer efectos selectivos sobre la función inmunitaria. Hay que investigar la posibilidad de que la respuesta inmunitaria al propio virus se vea alterada si el virus infeccioso daña, de forma más o menos selectiva, la célula que responde al virus«.

Según Douglas, «es el SIDA. Lo que la OMS está diciendo, sin ambages, es lo siguiente: Cocinemos un virus que destruya selectivamente el sistema de células T humano, una inmunodeficiencia adquirida«.

En su libro de 1989, AIDS: The End of Civilization, Douglass afirma que la OMS ha alterado las vacunas africanas. Acusa a bichólogos, vulgo virólogos de todo el orbe terrestre, de devenir brujos que nos han traído “la plaga del sida”, formando un frente común para negar que el virus se haya fabricado en un laboratorio a partir de virus animales conocidos y mortales.

Amarga coda

…Farsa covidicia, sida (tras timokakuna covidiota), viruela del mono. Timovacunas covidianas, tan inmunodepresoras. Quimio en pirulas, AZT, clave, para entender la astracanada sida. ¿Y nos aguarda el sainete Marburgo, con 5-G y/o sin ella? Joder, qué puta y mentirosa paranoia de «virus» ficticios (como las guerras ucranianas).

LEER MÁS: Catalanismo hispanicida y pederasta, y traición pepera. Lacras históricas en el Reino de Valencia. Por José Miguel Pérez

…Y cómo te quiero José María Fernández Sousa-Faro. Jiji. En fin.

Artículo del doctor Alan Cantwell

Doctor Willam C Douglass – La OMS asesinó a África

Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.