22/11/2024 01:14
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Ha tenido que jugar el Real Madrid una nueva final de la Liga de Campeones para enterarnos de que han llegado los bárbaros. Y que los bárbaros -que no son precisamente del Atleti- son violentos y roban y humillan, si te dejas, si no tienes medios ni reaños para oponerte a ellos.

Los senados estaban inactivos, o legislando sólo basura, pero desconocíamos que los bárbaros habían llegado.

Nuestros presidentes de Gobierno o nuestros reyes permanecían entronizados en sus sitiales de deshonor, pero ignorábamos que los bárbaros ya estaban con nosotros.

Nuestros partidos políticos y nuestras instituciones estaban corroídos por la lepra moral y por la corrupción, pero permanecíamos en la absoluta ignorancia respecto de la presencia de los bárbaros.

Nuestros intelectuales áulicos, nuestros jueces, nuestros responsables de la salud y nuestros educadores utilizaban sus falsas retóricas, nos distinguían con sus prevaricaciones, nos inoculaban veneno o aceptaban la perversión de la infancia, pero no sabíamos -¡hombre!, ¡cómo lo íbamos a imaginar!- que convivíamos con los bárbaros.

¿Por qué de repente esta extrañeza? ¿De dónde sale este desconcierto, esta preocupación? ¿A cuento de qué esta gravedad de los rostros? ¿Por qué las calles y las plazas se vacían con tanta prisa, sin celebraciones festivas, recluyéndonos en los hoteles o en las casas, corridos por el miedo, envueltos en tribulaciones y pesadumbres?

Porque algunos, desde sus privilegios sociales vivían en el guindo, y ahora, de repente y puntualmente, se han caído de él. Porque algunos han venido de los barrios populares y han contado que los bárbaros existen, y ya están aquí.

¿Y qué va a ser de nosotros, ahora, entre los bárbaros, con los bárbaros, sabiendo que, a nosotros, a la gente guapa, también pueden incordiar y afligir?

Autor

Jesús Aguilar Marina
Jesús Aguilar Marina
Madrid (1945) Poeta, crítico, articulista y narrador, ha obtenido con sus libros numerosos premios de poesía de alcance internacional y ha sido incluido en varias antologías. Sus colaboraciones periodísticas, poéticas y críticas se han dispersado por diversas publicaciones de España y América.
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