Y Chiquito de la Calzada se curró una falsa bandera...o cuando Zelenski intentó taladrar el cerito sesuarl de Polonia. Por Luys Coleto

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O tempora. O mores. ¿ Comor? Estilo, cuidadín, pecador de la pradero, torpeto pecadol. Maine. Lusitania. Incendio nacionalsocialista del Reichstag. Incidente Gleiwitz. Katyn. Operación Susana. Operación Northwoods. Tonkin en lontananza. Masada, desde luego. Aldo Moro. Nuestra transición/transacción, incluida colza. Hathor en el recuerdo. O La atrozmente putinesca Krysha. Y los clásicos, inesquivables: JFK, Red Gladio, Sida, Calandraca pangolínica. Y 11-S. 11-M. 7-J: OTAN/CIA, touché. Grosso modo.

Cercados por grandísimos hijos de puta

El descojone padre, la verdad, hogaño: patéticas falsas banderas, cada vez peor curradas. La covidicia, epítome y síntesis de falsarias chapuzas, digna de Lucas Grijander, Gromenauer mediante, pura Guarrerida, a fuer de pupita: ni verosimilitud, pardiez. Lo postrer, quietor, tras pufo yanqui/danés del Nord Stream 2, antier: los misiles que cayeron en localidad polaca de Przewodow, origen ucraniano, obvio, los S-300. Hasta el yayo Biden lo admite, echando el freno, faltaría plus. Y la terrorista OTAN rebuznando acerca de «misiles perdidos» y «accidente». Juas. Rejuas. Y juarl. Y jorl.

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Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.