22/11/2024 00:11
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Tardaste tiempo en admitirlo, pero poco a poco vas saliendo de tu pringosa enredadera de falsas creencias.  Sencillísimo de comprender: es demasiado doloroso reconocer, incluso ante ti mismo, que has podido caer  en el engaño. Y deviene lección existencial: si se está sometido a una mentira demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es una mentira.

Primero se fabrica la vacuna, después se representa una farsa mundial

Y tardaste en darte cuenta, en voltear, por ejemplo, el vínculo entre causa y efecto. Al fin, ya era hora.  Un ejemplo del que tanto te he hablado en estas mismas páginas, casi un año dándote la tabarra con el coronatimo, intuyo que merecía la pena. Y diste la vuelta a la causalidad y lo pillaste: el matarratas no se ha fabricado  en un tiempo récord. Tontísima cortina de humo. Lo entendiste.

Primero se diseñó la vacuna, sobre la que llevan más de un decenio trabajando, y más tarde se diseñó la plandemia. Primero fabrico la vacuna, luego proyecto la falsa pandemia. Y ahora la gentuza gobernante anhelando que incluso la gente más renuente al tecno-matarratas transgénico exija su derecho a la «redención» vacunera.

Y Pfizer, en el ínterin, suspendiendo el suministro, bosquejado y suculento teatrillo para crear expectación y hacerlo desear, el paraíso, la llegada de “salvación” en forma de vacuna. Incrementando, mientras, las dosis de terrorismo mediático.

Todas las autoridades son tus enemigas

Y no llegaste a admitir lo obvio. Los políticos, de todos los partidos, son tus enemigos. Sumisas y viles títeres. Y los periodistas ejercen el terrorismo. Perrotes de sus sátrapas dueños, mienten como respiran, están vendidos al mejor postor. Vendidos y alquilados a los amos del universo, pues, en insuperable terminología del insuperable Tom Wolfe. Magnos magnates ostentados por los podridos mass mierda como imprescindibles “filántropos”…

…Y te nublaron el entendimiento, desde marzo un subidón. Pero la cosa ya viene de lejos.  Una humanidad que ha perdido casi definitivamente la capacidad de comprender y de pensar por sí misma. Recogiendo acendrada y venenosa cosecha de larga data: decenios y decenios de manipulación -preferentemente mental- sistémica y sistemática, de burdos eufemismos y de ingeniería lingüística/moral/social/emocional, con prefijados objetivos, y con el indispensable auxilio de lo más encumbrado de la psicología, la sociología, la tecnología, la neurología y demás chusma expertuza en plurales metodologías de control – mental y social- de masas. Memento Tavistock. Y tantos…

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Te engañaron, te arruinaron, te torturaron, te deshumanizaron…y te dejaste

Te engañaron y te dejaste. Todo es farsa. Desde el virus hasta las tercera olas. O sus «jueguecitos» bien diseñados de falta de suministro vacunero o jemades que se cuelan (¡¡¡fíjense si el matarratas es bueno que hasta la peña con chatarra en el cuerpo se cuela!!!), pasando por, ¡¡¡maravillosos ejemplos!!!, la pamema de los asintomáticos o las fraudulentas pruebas diagnósticas. Y ejemplos para aburrir.

Y te arruinaron y te dejaste. Te torturan física y psíquicamente y te dejas. Y lo consientes con tus críos. Y nietos. Te deshumanizan y despersonalizan con bozales y distancias y trastornos compulsivos como acabadas  biopolíticas del Gran Leviatán…y te sigues dejando. Y tantas cosas. Y no reaccionas. O no lo parece.

Vacunas, excusa para exterminar y esclavizar a la población mundial

Y te hablan de vacunas y te sigues creyendo el criminal rollo. Vacuna, sospecho que comienzas a coscarte: subterfugio para justificar un deliberado plan de exterminio poblacional, y esclavización de los supervivientes, y vendida como la gran panacea (por cierto, el nombre dado por los milikitos españoles al transporte del genocida matarratas transgénico). La descojonación.

Exterminio poblacional perfectamente coherente con lo acaecido desde hace varias décadas: aborto masivo y leyes eugenésicas, y fomentando la homosexualidad y el liberalismo sexual para controlar y anestesiar a la población mundial. En el Occidente blanco, acelerón.

Arquitectos de la muerte, neomaltusianismos de manual, dicen ahora que quieren “librarte” de la muerte con su bebedizo “milagroso”. Los mismos criminales que asesinaron a base de morfina a tu querido yayo, ahora quieren «salvar» con el matarratas a tu bendita abuela. Te despollas con las «contradicciones» de tamaña gentuza genocida. Y con sus «confesiones». El presi extremeño, Fernández Vara, admitiendo sin cortarse un pelo que se está experimentando con los ancianos. Superior el menda…

Matarratas transgénico para controlarte mejor

Y ya me hablaste, hace poco, por fin, de cápsulas implantables– también denominadas microchips – para humanos, con su inevitable corolario de certificados digitales. Has tardado en arribar al impresionante asunto de los tatuajes cuánticos DOT. ¿Y quién es el jefe de todo esta tenebrosa distopía tecnovacunera, empresa ID2020 mediante, con el axiomático apoyo de la basura ONU y  porquerías varias, tipo Accenture, IDEO, Alianza Gavi y la Fundación Rockefeller? Joder, eres una puta lumbrera.

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Exacto, el mismo genocida de las vacunas y de los transgénicos, el bonachón de los cojones. Y atento a las explicaciones del colega Bill afirmando que su identificación digital a través de tatuajes cuánticos “resolvería el problema de más de mil millones de personas que viven sin una identidad oficialmente reconocida”. Joder, qué preocupación del genocida por la falta de identificación de la peña. Modo irónico, claro.

Desobedecer siempre, el NO por bandera y la insurrección como posibilidad

Y ahora, lo dicho. Primero, inexcusable desobediencia, a ver si fracasan estrepitosamente con la primera parte de su hoja de ruta, la vacunación masiva. Siempre, el adverbio NO. Y llegado el caso, si persiste la atroz tiranía, innegociable insurrección, no la carnavalada del Capitolio yanqui. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.