Gato encerrado monclovita en las Elecciones de Cataluña 2021. Por Ignacio Fernández Candela

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Me llaman españoles de Cataluña para saltarme el guión de la normalidad en el análisis, con la denuncia de otro pucherazo consumado. Están convencidos a la par que indignados. Y acepto por si en la prudencia del recelo está el acierto. Aunque me aleje del supuesto de normalidad democrática-nada es normal con el socialcomunismo-, empezamos:

¿De verdad hemos de creer que los treinta escaños de Ciudadanos, perdidos por la antaño triunfadora Arrimadas, han ido a recaer mayormente al independentismo del extravagante huido Puigdemont y al nefasto y desgastado Salvador Illa del PSC? ¿Vamos a tragarnos el sapo aceptando que el voto de Cataluña refrenda al genocida Pedro Sánchez y a su mano ejecutora, por mendaz e inepto, que es el enterrador del far west? Estamos locos. El engaño de la pandemia que nos pasa es poco.

¿Se retrasa la comunicación de los resultados porque ilegitimaría a un presidente el escaso voto del 45,7% de un censo electoral? Huele a maniobras orquestales en la oscuridad.

Juraría que hay gato encerrado como en aquellas primarias del PSOE que amañó el doctor cum fraude o las nacionales donde metió la zarpa, porque la lógica del voto no defenestra con menores razones a los socialistas en las pasadas autonómicas premiando a los naranjas, ¿para irse en tromba el desengañado votante a incentivar los estragos sanchistas con mayores razones para el espanto? Y además coincide con el incremento de la conjunta voluntad independentista que a pesar de los sondeos meses antes, ahora supera por primera vez el cincuenta por ciento. Sí que le sacan rendimiento a la sombra de Soros.

Luego esas rarezas que te suenan a lo ya visto en otros comicios como fueron los 11 escaños de VOX escrutado el 30% de los votos y que se quedaron inamovibles hasta el final. No me extrañaría que los de Abascal celebraran, siendo una heroicidad, un triunfalismo tan pobre en comparación con lo que se les ha podido restar.

Los que saben de las trampas, los ardides de juego sucio contra España saben bien que si han tirado piedras físicas, la pedrada ante las urnas no solo era factible sino que se contaba con ella. ¿Qué sucedió con quien fue a votar por correo con la sorpresa de ya lo hizo? No sería de extrañar que la Plataforma de Elecciones Transparentes encontrase alguna grieta con origen en Indra.

No me creo tan poca cabeza y los perjudicados constitucionalistas tan desmemoriados, ni tan poca responsabilidad de los condenados tan estúpidos que se quedaron en casa sin votar. ¿Qué pasó con el voto por correo? Misterio. Clavadas han quedado las estimaciones previas respecto a los supuestos resultados totales, vulnerando la ley sagrada, por experiencia estadística, de que jamás coinciden los sondeos con la realidad… salvo que estén cocinados ambos de antemano.

Lo de VOX una proeza que pudo ser más sonada si en España hubiese democracia plena que impide el tramposo de La Moncloa. En cuanto al Partido Popular hemos asistido al ajusticiamiento del hipócrita Pablo Casado penando la misma suerte que Albert Rivera antes. Solo que si Rivera no mereció la suerte, el tibio y veleta Casado se la ha ganado a pulso con la inspiración más incompetente y traidora que se recuerda en la política española. Así lo ha pagado. Su declive será peor.

Si no hubo tongo, que venga Dios y lo vea, que lo único que tiene lógica es ver a los de la cochina Colau mordiendo el polvo. Aviso de navegantes para un Pablo Iglesias que irá empaquetando los bártulos de la demagogia para las próximas elecciones nacionales. Ni los apaños lo salvan; hasta para engañar hay un límite lógico.

Lo de las fuerzas catalanistas en tromba es una burla con el enterrador Illa. Que encuentren el gato encerrado en la presidencia de España.

Ignacio Fernández Candela

Autor

Ignacio Fernández Candela

Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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